Por Carlos Alberto Falchi *
"La gente de mi generación no se define
ni de izquierda ni de derecha;
éstos son conceptos
cada vez más obsoletos"
Yoani Sánchez
Alarma la vocación incorregible de las mayorías argentinas de insistir en contemplar, debatir y aferrarse al pasado, cuando ya se cierra un capitulo se insiste en volver a releerlo. Repito hasta el cansancio, esta circunstancia me recuerda al perro que trata de morderse la cola, da vueltas incasablemente.
Otro síntoma de dicho síndrome “pasatista” es el aferrarse a conceptos obsoletos como la división “maniquea” entre derecha e izquierda.
San Agustín, alrededor del 400, se había encargado de refutar los errores del maniqueísmo.
En los años 60, con otros integrantes del nacionalismo, advertimos que se debía dejar de lado la influencia de los que trataban de reducir la discusión a un mero enfrentamiento “anti”, el camino que nos indicaban era un sin sentido.
Tres décadas antes Ortega, desde la cátedra, y su discípulo Primo de Rivera, desde la tribuna política, advirtieron acerca de las formas de hemiplejía, el uno, y, de la mirada del tuerto el otro.
Es reconfortante tomar conocimiento de los planteos de la disidente cubana, sus afirmaciones implican un salto hacia el futuro, proyectarse hacia el porvenir.
Sin embargo la “izquierda” y la “derecha” argentina continúan con su “hemiplejía”, excepto en su afán de sacrificarlo todo en el altar” laico” de la mesa electoral, ambos hacen denodados esfuerzos para demostrar su corrección política.
Ambos demuestran que se deslumbran ante falsas encuestas, ambos coquetean con el sionismo, ambos votan el disparate solemne de la urbanización de la villa 31, ambos se muestran de acuerdo con el “gaymonio”, ambos demuestran la misma actitud de inquisidores frente a todo aquel que exprese un pensamiento disidente.
Es unánime el rechazo al dirigente que oso plantear la necesidad de una amnistía, mas la gravedad de la cuestión no radica en que se rechace la alternativa, lo grave es que se rechace la discusión, el debate en torno a dicho tema.
Discutir implica mostrar las cartas, también demostrar un pasado limpio…..
Se acuerdan de aquello ¿Que hiciste papa en la guerra ?
Los que mamaron de la “teta” del proceso, los que atentaron contra el orden Constitucional, deben ser considerados inhábiles para participar del debate.
No podemos admitir en el debate ni a los “garantistas” que cobraban por desempeñarse como magistrados de la misma caja pagaba los grupos de tareas, también considero inhabilitados aquellos asesinos de “colimbas” o aquel “dragoneante” traidor que entrego la guardia del Comando de Sanidad, merecedor de la pena de muerte, candidato para ocupar una secretaria de “Derechos Humanos”.
Es conocida mi opinión acerca de los delincuentes que actuando en “banda” usurparon la conducción del estado en 1976, pero no por ello considero que se debe
rechazar el debate.
En medio de este caotico “debate” aparecer los nostálgicos reclamando la presencia del Mayor (R) Desconcierto, Ayte. de campo del Gral. Despelote, para que venga a ordenar la Patria, repitiendo las letanías de doña Rosa.
Y nos enseñan clara y magistralmente:
“Para resumirlo en forma claramente comprensible ser de derecha, significa respeto irrestricto a las leyes y la Constitución, a la propiedad privada, a la libertad individual, al orden social, potencializar la defensa de la Patria (patriotismo y nacionalismo), minimización de la injerencia del Estado en la economía (oposición al estatismo y colectivismo), defensa de la democracia liberal y de la civilización occidental, fomento de la iniciativa personal, de los valores y derechos individuales, desregulación de la Economía, privatizaciones de empresas del Estado no estratégicas y defensa de los preceptos judeocristianos, entre otras muchas características y particularidades.”...
“La izquierda política, si bien tiene algunos aspectos comunes con la derecha, enfatiza sus postulados en la intervención del Estado en la Economía, el progresismo, la igualdad social por medio de los derechos sociales colectivos, el estatismo y defiende una sociedad aconfesional, igualitaria y multicultural”. (¿De derecha? Por supuesto soy de derecha, Por el Dr. Alfredo Raúl Weinstabl).
Como puede apreciar el lector que tenga mínimos conocimientos, el habitual escribidor en medios virtuales no demuestra tener ni la agudeza, ni la perspicacia de los teóricos de la que ponemos denominar “derecha Contemporánea”, ni tampoco de aquellos teóricos, superadores de la falsa alternativa, que forman “la nueva derecha”.
No advierte “La nueva división de las aguas que aparecen actualmente son transversales. Atraviesan tanto la “derecha” como la “izquierda” y rebelan nuevas líneas de fractura” (A. De Benoist).
Por lo demás su enumeración rebela un desconocimiento de la historia de occidente, nos recuerda la vidriera del cambalache ha mezclado alegremente la democracia liberal con la civilización occidental, la desregulación con los principios judeocristianos. En fin su razonamiento es digno de la Reina Cristina.
Si miramos hacia la izquierda no encontramos mejor panorama, vemos en “Los intelectuales y el Poder” la siguiente afirmación “Un importante escritor italiano, Cesare Pavese, sostuvo en una ocasión: “Hay momentos en la historia, que los que saben escribir no tienen nada que decir y los que tienen algo que decir no saben escribir.” No se refería, obviamente, a la Argentina. Pero muchos años después, la frase parece destinada a la línea media mediática cooptada por el poder económico.” (Hugo Presman)
Don Hugo esta tuerto, cuanto lo lamentamos, observa critico a los oráculos de la clase media pacata: Aguinis, Bergman, Kovadloff calificándolos de derechistas y cooptados por el “poder económico”. Si defecto visual le impide advertir el inmenso rebaño de intelectuales “transgenicos” cooptados por el poder económico del estado nucleados en “CARTA ABIERTA”.
Una muestra de que la derecha y la izquierda contemporánea no difieren , en su desprecio hacia la justicia y las instituciones, resulta evidente si comparamos a los K con Berlusconi, populistas ambos, uno autodefinido como hombre de derecha y los otros como progresistas.
Un representante del pensamiento tradicional que, los articulistas citados no dudarían en etiquetar como de derecha, observa “Hoy en cambio : la centroderecha adhiere íntegramente a todos los mitos del progresismo cultural de izquierda. No hay mas que ver la trayectoria del partido Popular español y la de nuestro PRO…”(D’Angelo Rodríguez, A. “algo mas sobre la Izquierda (y sobre la Derecha). En Políticamente Incorrecto, año I, Nº 2)
Afortunadamente las nuevas generaciones, lucidamente, arrojaran al cesto de los residuos los conceptos obsoletos que enarbolan, cual banderas, los “aprendices de brujo” de izquierda y derecha.-
Frente a ellos nos sentimos obligados a revindicar la libertad de expresión, la verdad, que como expresaba Orwell “es decir lo que la gente no quiere oír”.
* Bs. As. 15 .l..2010
cafalchi@gmail.com
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