En la foto: Luisa Kuliok, quien representa en el teatro los complejos de una mujer judía que no acepta la ortodoxia de su religión, algo propio de "el alma inmoral".
Por Emilio Nazar Kasbo*
Vivimos en una sociedad de bases católicas, pero también hay personas no creyentes que tienen otra visión. Uno de ellos son los judíos, y actualmente hay una obra de teatro de ellos, sobre ellos y para ellos, que además es publicitada a todos los cristianos.
El rabino reformista (y karateka brasileño) Nilton Bonder escribió un libro que se reduce a un patético recetario para "burlar las normas". Esta obra es llevada al teatro en un unipersonal de la mano de la actriz, ya entrada en años, Luisa Kuliok, acompañada por el contrabajista Luciano Dyzenchauz, con la dirección de Lía Jelín. Esta última es la responsable de la puesta en escena de textos como "Monólogos de la vagina", "Confesiones de mujeres de 30" y de "Aryentains" (1 y 2), que no fueron pensados originalmente para el teatro.
El argumento es propio para la colectividad judía, desde la mirada del reformismo, es decir, del apartamiento de la ortodoxia de dicha religión.
En la obra, se sugiere un desnudo que nunca se lleva a cabo, se discurre sobre el pudor criticando "las viejas creencias". De allí que a esa altura el tema se centra en la difusión de la lujuria dirigida a la colectividad judía.
Su "reflexión" (que busca ser compartida por los espectadores) consiste en que el cuerpo es bueno y que lo que se llama "alma es aquél concepto que vulnera la verdad absoluta", y que "traiciona" las tradiciones (judías).
En su representación, Kuliok pone como ejemplo un altercado que tuvo con alguna señora en una reunión social al intentar un sincretismo entre el budismo y la tradición hebrea, cuenta anécdotas sobre hombres sabios moribundos y sus ingenuos discípulos.
También reflexiona sobre los motivos por los que un niño nacido de vientre judío es judío según la tradición, abordando las violaciones por los ejércitos romanos y las filiaciones imposibles... según la visión de la obra original adaptada.
Asimismo, habla del Sanedrín colegiado de la antigüedad, que ejecutaba las leyes según la Toráh y del sentido de la justicia del Antiguo Testamento, del Pecado Original y del árbol de la ciencia del Bien y del mal...
Todo es planteado como paradojal en el texto de Bonder, eludiendo afirmaciones para dejar una incógnita de tipo "final abierto" para que cada uno decida qué es lo bueno o lo malo... independientemente de lo que Dios haya dicho al Pueblo Elegido en el Antiguo Testamento... e incluso en el Nuevo. Una curiosidad es que acusa al alma de rendirse naturlamente ante las necesidades del cuerpo y la naturaleza, que serían los lícitos causantes de esas transgresiones.
En la obra de teatro se hace referencia a los griegos y a Maimónides, para criticar al "fundamentalismo arriesgado", pero creando el fundamentalismo de la propia visión del autor, basado en la lujuria y el relativismo.
Desde esta visión, los Diez Mandamientos que deben regir la conducta humana, parecieran contradecir el instinto animal humano, y por tanto Dios habría propuesto un daño a los propios seguidores. Algo ridículo e impensable.
Se trata de una subversión de Bonder, que si bien está dirigida al pueblo judío, afecta a los cristianos porque deforma al Antiguo Testamento y el cumplimiento de los Mandamientos de Dios.
Es decir, si una persona tuviese el impulso por venganza de matar a otro... ¿estaría mal cumplir el Mandamiento de "No Matar"? En la visión del rabino reformista, sí. Y convertiríamos a la sociedad en lo que hoy tenemos: la Ley del Oeste.
"El alma inmoral" es propia de los viciosos, y Bonder la reivindica. Pero a Dios no le cae bien esta clase de gente... ¿Que cómo puedo saberlo? Porque ya lo dijo en el Pentateuco.
Hay una corriente judía que traiciona sus propias tradiciones y que hasta deforma el texto mismo de los Libros Sagrados del Antiguo Testamento, y Bonder pertenece a ellos. Seguramente debe ser difícil para un judío contemporáneo mantener el cumplimiento de los Diez Mandamientos si desea mantenerse en la ortodoxia... solamente que no tienen a un Papa que les indique cuál es el rumbo.
* NOTA: El artículo se basa sobre una crítica publicada en Inforegion, sin haber visto la obra, pero teniendo una visión crítica de los elementos intelectuales vertidos en la nota utilizada como fuente.
Me parece que no se puede opinar sobre una obra de teatro sin verla antes; Por lo menos, no un periodista. Yo le recomendaría que como buen crítico primero asista al teatro, vea la obra y despues opine con total libertad.
ResponderEliminarEl comentario no es una crítica de la obra, sino una reflexión sobre lo que afirma la crítica de la obra. Queda claro en la nota colocada al pie de la misma.
ResponderEliminarUna reflexion tiene que salir de uno mismo y para eso tenes que ver la obra. Y mas este tipo de obras que es muy personal la "reflexion" que uno termina haciendo
ResponderEliminarEn mi opinión Sebastian si el periodista conoce las bases intelectuales y las intenciones con las que son elaboradas dichas obras no necesita ir y ver la obra de teatro en sí. Sólo sería necesario ver la obra para comprobar algún recurso artístico que fuese digno de valoración pero en este caso el análisis tiene que ver cual es la intención de dichas obras.
ResponderEliminarPero por lo que dice el autor de la nota, esas bases intelectuales e intenciones las conoce sólo por una crítica. Ni siquiera menciona haber hojeado el libro. Es evidente que este señor Nazar Kasbo está lleno de prejuicios antisemitas ultramontamos.
ResponderEliminarAl Sr. Jorge Schussheim:
ResponderEliminar¿Cuál frase le parece llena "de prejuicios antisemitas"?
El artículo es una reflexión sobre una crítica de la obra, no sobre la obra. Se extraen conclusiones de la crítica, simplemente. Es lo que la crítica implica sin decirlo. Seguramente el libro debe estar en portugués, y está dirigido a la colectividad judía, a la cual no pertenezco. Ahora que dentro de la colectividad judía han aparecido personas llamados "reformistas" y que incluye a rabinos que contradicen lo que Dios mismo ha enseñado a la humanidad mediante su Pueblo Elegido en el Antiguo Testamento. Eso no es más que una deformación, que en sí no ateñe a los católicos, pero hay católicos heréticos o apóstatas que adhieren a una línea herética judaica, y ambos predican lo mismo, en contra de lo que Dios ha enseñado y que por Tradición se ha transmitido. En particular contra los Diez Mandamientos.
¿Qué es más "antisemita": criticar los Diez Mandamientos o defenderlos?
Además, la palabra "antisemita" es una falasia, porque los semitas son los descendientes de Abraham en todas sus ramas... incluyendo a los ismaelitas. Luego, ¿a qué viene esa palabra introducida fuera de contexto?
Su crítica resulta infundada, desde todo punto de vista. Y si tiene alguna duda, se le aclara personalmente: no soy "antisemita", ni racista, ni xenófobo, pero el delito debe ser perseguido sea quien sea su autor... en todo lo que es delito, evidentemente.
Emilio Nazar Kasbo
Sr. Nazar Kasbo:
ResponderEliminarcuando una persona defiende a nazis como Etchecolaz y Von Wernich, como usted lo ha hecho en una nota de la agencia Nova, es más que probable que sea xenófobo, racista y antisemita. Usted extrae conclusiones incorrectas a partir de un comentario de un tercero.
Su opinión, así como su aserción sobre su amplitud religiosa valen de muy poco. Quizá tan poco como la mía sobre su ideología a partir de esa nota.
Desconozco a Etchecolaz y a Von Wernich, jamás los he visto en mi vida. Nunca tuve la oportunidad de conocerlos personalmente. Solamente por información de la prensa. Algunos defienden a Etchecolaz y a Von Wernich, y otros defienden a los sionistas israelíes que cometen genocidios contra los palestinos.
ResponderEliminarLamento su visión sesgada. Nada de lo que digo pretende apartarse de las enseñanzas de la Iglesia Católica, porque soy católico. Luego, le reitero que no soy ni xenófobo, ni racista ni antisemita, ni promuevo genocidio alguno, siendo íntegramente descendiente de armenios, víctimas del más horripilante Genocidio que haya visto la humanidad en todas las ciudades y casas, en todas las calles bajo el Imperio Otomano.
Por eso no le puedo admitir sus dichos de ninguna manera, extraídos de un simple comentario a una nota, acusaciones que realiza sin fundamentos.
En vez de explicar cuáles son las conclusiones incorrectas de la nota, se divierte lanzando acusaciones de "antisemitismo". No dije que tengo "amplitud religiosa". Soy un católico convencido, con familiares masacrados por oponerse a la islamización. Tengo ese mismo convencimiento. Por tanto, considero a los judíos como personas que no reconocen que el Mesías llegó para traer la Buena Noticia (Evangelio) a toda la humanidad.
Le aclaro además que Jesucristo nació en el marco del pueblo judío, pero nació de la Virgen María (así fue profetizado, que nacería de una Virgen) que carecía del Pecado Original, y por tanto en una situación anterior a la existencia de las razas. Luego, Jesús no era judío en el sentido racial... pero nació en el Pueblo Elegido, que después pasó a ser la Iglesia Católica con Pedro como el primer Papa.
Ahora, de allí a plantear la violencia para la imposición de la Fe, de ninguna manera, ni planteamiento de genocidio alguno.
¿Usted concluye que defender de injusticias padecidas por Etchecolaz y por Von Wernich es ser "nazi" y "antisemita"?
¿Oyó alguna vez Usted hablar del racismo judío que se llama "sionismo"? ¿Sabe que hay judios antisionistas? ¿También ellos son nazis para usted?
Usted está siendo ofensivo. Lamento sus ofensas infundadas... y hasta puede ser una muestra de lo mismo que se expresa en la nota: la conflictividad intrínseca de la colectividad judía y sus propios complejos...
Me quedo con mis propios complejos. Usted quedese con sus afirmaciones de que los judios son una raza y su preocupación por las "injusticias" (que así llama a sus juicios legales) que sufrieron esos personajes siniestros y no por la de sus incontables víctimas.
ResponderEliminarFin del intercambio epistolar.
Sr. Jorge Schussheim:
ResponderEliminarNo hay que temer a quien mata al cuerpo, sino a quien mata al alma.
Lo invito a dialogar personalmente, si se comunica por mail con este medio.
Le reitero nuevamente que no soy ni "antisemita", ni avalo ningún exceso cometido en el marco de una guerra. Pero se debe reconocer que no se puede juzgar un conflicto armado con normas propias de tiempos de paz.
Existen violaciones a los Derechos Humanos o a los Derechos Fundamentales de la Persona (Derecho Natural), en el marco de los juicios que se llevan a cabo por cuestiones de la década de 1970 y en el maltrato a los presos políticos (que por tal motivo lo son).
En la década de 1970 las "incontables víctimas" fue toda la población argentina, que en vez de encarar su desarrollo encaró el subdesarrollo y la primitivización... al punto que hoy nos gobiernan los primitivos mientras ocasionan un genocidio económico.
Efectivamente, los judíos pertenecen a la raza semita, pero no son los únicos semitas. A eso me refería.
Nada dice Ud del sionismo y de sus nefastos principios...
Por otra parte, no tiene nada que ver su alusión a la década de 1970 en Argentina con el tema de la nota, ni el tema de la nota con sus dichos.
Le reitero mi disposición al diálogo, en tanto Ud lo considere, enviando un mail a: diariopregon@gmail.com
Saludos
Emilio Nazar Kasbo