jueves, 17 de junio de 2010

PROBLEMAS ARGENTINOS CON SOLUCION

a con deuda-sin deuda

Por qué negarnos el futuro si el mañana es nuestra decisión.

Por Tcnl. José Javier de la Cuesta Ávila

Un gran país que es una pésima nación.. Es una formula que se repite local e internacionalmente en todos los foros y que se muestra con las quejas que se repiten y se repiten sin que detrás de ellas se presente una solución. Esta realidad, de la duda circunstancial sin la solución estructural, crea una nebulosa que enturbia las posibilidades y hace que cada vez sea menos probable que se enmiende su equivoca realidad.

Argentina, en una breve síntesis, enfrenta tres problemas que, pese a ser por todos conocidos, se elude su tratamiento a fondo, debido a que ello significara aceptar errores, pese a que sus negativos resultados están claramente evidenciados. Ellos, sin que este enunciado signifique orden, son político, económico y moral, influyéndose mutuamente, dado que actúan sobre el mismo elemento que es la sociedad.

El problema político es básico, ya que influye sobre la totalidad de los elementos que configuran la vida de la sociedad. Es importante quien ejerce el poder y como se llega al mismo. Si el que llega al poder satisface a la comunidad con sus actos, gestos y acciones, se dice que se es exitoso. Si, por lo contrario, se ejerce el poder de manera tal que la sociedad se siente avasallada, postergada o no entendida, se esta fracasando. En los últimos tiempos se señala que la sociedad argentina esta enferma sufriendo un “trauma psicosocial” que deteriora su “tejido social” y lleva al “divorcio” entre los dirigentes y el pueblo. Ello no tan solo se observa por la renuncia a la política, sino que por la desintegración de los partidos políticos que son reemplazados por personas individuales en una puja particular entre ellos que adquiere formas casi grotescas. Este evolucionar negativo de la política proviene de la insólita aplicación electoral que ha impuesto la “democracia de masas” sobre la “democracia de acuerdos” que fue la matriz de la formación del país como nación. Las sucesivas reformas de la Constitución Nacional, en particular la del año 1994, ha llevado a la aberración de la elección del Presidente de la Nación de un país federal por “distrito único”, o sea “unitario”. Es decir, en lugar de profundizar el cumplimiento del articulo CNA 1, se aparto de sus claros alcances. (Republicana, representativa y federal). La respuesta surge, claramente, por el retorno a lo pactado y, en base a ello, organizar el sistema institucional para que responda a la “forma de gobierno” acordada. Se comprende que ello es difícil, dados los intereses político/partidarios existentes, pero, el actual deterioro del sistema electoral, la creación de las mas impensadas alianzas, etc. estaría proporcionando la posibilidad de la salida correctiva. Se puede concluir que, para solucionar el tema político, se debe volver y profundizar el logro de que los dirigentes sean “representantes federales”, no “ideológicos o corporativos” y que se ejerza el gobierno “republicanamente” son una claro respeto mutuo entre los poderes..

El problema económico mas grave es la desmesurada carga de la “deuda externa soberana”. Cada uno de los gobiernos la ha trasladado al que lo sigue y, pese a los aparentes procesos para su pago, mantienen al país en un constante “default”. Ello tiene como consecuencia el encarecimiento del crédito externo (“riesgo país”) y la disminución de las inversiones estructurales. A esto debe adicionarse una política fiscal que se ejerce sobre las actividades productivas lo que les resta capacidad de reinversión que, consecuentemente, no permite la creación de empleo. Como la falta de trabajo lleva a la pobreza (y hasta la indigencia), ello lleva a las políticas de “redistribución” que significan que una parte cada vez mas importante de las finanzas publicas lo deban atender. Como se ve este problema se deriva hacia el tema social que crea una dependencia en aumento del “favor” político que se adiciona a la problemática que se origina en el tema político. Este problema debe buscar una solución en el aumento de la renta pública para pagar la deuda externa sin que ello signifique continuar incrementando las imposiciones y, aun mas, tratar de disminuirla. Es posible que en la “plataforma submarina” se encuentre la respuesta. Si Brasil y las islas Malvinas muestran la presencia de importantes depósitos de petróleo y gas y que en la zona continental se esta explotando aquello, todo indica que geológicamente existen las máximas posibilidades. Una negociación honesta e inteligente, que sanamente vincule esta riqueza potencial con las deudas y el futuro, bajo un régimen correcto y controlado, con un plan estructural conducido con claridad, podría ser una salida apta y conveniente a este tema. Lógicamente, para lograrlo, es fundamental que la dirigencia política haya provenido del sistema constitucional que asegure que ellos actuaran `para satisfacer las necesidades y aspiraciones de la comunidad y no la imposición de sus ideas o intereses específicos.

El problema moral es la consecuencia derivada del político y el económico. En nuestro país se intenta crearse un “estado de bienestar” que parece adecuado y necesario, pero se olvida que al mismo debe llegarse y que no debe ser la resultante de la imposición. Los argentinos están perdiendo los valores que muestran la calidad de una sociedad. Los ejemplos de los dirigentes son negativos y la juventud no tiene modelos que la inspiren alentándolos hacia realizaciones. Las políticas difamatorias, que se ejercen como una suerte de reivindicación, quizás lógica y justa, llevan a una lucha distorsionada que hace que se apliquen en ella esfuerzos que se deberían ser dedicados para lograr avances en el futuro. Este problema puede llevar a una especie de disolución peligrosa cuyas consecuencias son imprevisibles pero siempre graves. En este tema, al margen de las consecuencias derivadas de la política y la economía, debe ponerse énfasis en la cuestión educacional. La educación debe estar orientada no tan solo a dar capacidades intelectuales o técnicas, sino que debe reforzarse aquello que significa el orgullo de la identidad argentina y muestre que el trabajo debe ser la fuente del bienestar.

Argentina es un país que todo lo tiene, su territorio ofrece las mayores posibilidades y sus habitantes tienen las habilidades que los destacan mundialmente, la sociedad, quizás, no aplico su interés en la medida que ello era necesario, en los tema públicos, lo que la ha llevado a una especie de desentendimiento sobre aquello que ahora eclosionan influyendo en sus resultados futuros. Esta anomia ciudadana esta llevando a un “precipicio” en el cual los retornos serán imposibles y las generaciones del mañana (nuestros hijos) renegaran de nosotros, aquellos que por acción u omisión, a sabiendas o ignorancia, no han hecho lo que debían por el bien de la Patria.

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