Con motivo de la celebración de la Fiesta de San Cayetano, en su reflexión televisiva semanal, en el programa “Claves para un Mundo Mejor” (América TV), Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, advirtió sobre el problema del desempleo juvenil y sostuvo que “la problemática educativa es fundamental para enfocar el problema del empleo juvenil”, expresando su esperanza que el Santo del Pan y del Trabajo “interceda para que podamos encontrar los caminos adecuados para fortalecer en nuestra sociedad la cultura del trabajo”.
Luego de lamentar que “la proporción de jóvenes que no estudian ni trabajan es muy alta” y que “es muy baja la calidad del empleo de aquellos que consiguen trabajo” indicó que es consciente que “este no es un problema de fácil resolución porque en la coyuntura coinciden causas diversas de carácter económico, de organización laboral, por tanto de decisiones políticas que están detrás, y también problemas de índole cultural y educativo”.
El prelado manifestó que “las reformas educativas de los últimos años han intentado mejorar el problema de la salida laboral de los estudios secundarios y sin embargo eso no se ha logrado” por lo que es necesario preguntarse “la utilidad de este nivel educativo tal como está concebido, aunque ahora ha sido repropuesto con una nueva estructura y nuevos planes”.
“En el año 1940, el gran economista Alejandro Bunge publicó un libro extraordinario que se llamaba “Una Nueva Argentina”. Allí ya se planteaba el problema educativo y el de la educación para el trabajo. Bunge proponía una especie de escuela intermedia, de tres años, al terminar los estudios primarios, pero que estuviera destinada a formar para la vida y para una vida en la cual el trabajo ocupa un lugar central, importantísimo”, recordó.
También consideró que es sabido que “un cierto aumento en la inserción escolar no ha sido acompañado de un aumento de la calidad de la educación”.
Mons. Aguer afirmó que “en la Argentina un deterioro de la cultura del trabajo” pero que “no va a haber cultura del trabajo si no hay para los chicos una cultura del estudio y si no se promueve el esfuerzo, si no les habilita, se les ayuda, se les educa para que ellos desplieguen todas sus potencialidades y sepan que sin esfuerzo no se consigue nada”.
Advirtió que “hay que tener mucho cuidado con la proliferación de planes de distinto tipo que son como subsidios encubiertos de desempleo. Es cierto que tienen un valor importante en los momentos álgidos de crisis social pero habría que lograr lo más pronto posible la inserción laboral de quienes están amparados por esos planes”.
Finalmente consideró que “éste un problema de toda la sociedad argentina. Evidentemente, ante todo de aquellos que tienen la responsabilidad política pero incumbe también a toda la sociedad argentina, porque se trata de poner otra vez en nuestra mentalidad, en nuestro ánimo, en nuestras decisiones, la valoración auténtica del trabajo. No se consigue todo gratis. No cae todo del cielo, sin nuestro empeño. Las cosas hay que procurarlas con el esfuerzo, con el trabajo honrado”.
Texto completo de la alocución televisiva de Mons. Héctor Aguer:
“Desde hace ya unos cuantos años el 7 de Agosto se ha convertido en el Día del Trabajo. Es que San Cayetano nos invita, en esta jornada, a meditar sobre los problemas laborales de la actualidad y a levantar nuestro corazón a Dios confiando en su Providencia y a invocar la intercesión del santo que recibe la devoción y las súplicas de nuestro pueblo”.
“Además es de destacar que en las notas que se han hecho a propósito de este festejo se señala la necesidad de conseguir trabajo para los jóvenes y quisiera referirme brevemente a este punto”.
“El problema es que, en la Argentina, la proporción de jóvenes que no estudian ni trabajan es muy alta. Y, a la vez, es muy baja la calidad del empleo de aquellos que consiguen trabajo”.
“Este no es un problema de fácil resolución porque en la coyuntura coinciden causas diversas de carácter económico, de organización laboral, por tanto de decisiones políticas que están detrás, y también problemas de índole cultural y educativo”.
“Una de las fallas principales que podemos señalar es la dificultad de los jóvenes profesionales que acaban la carrera universitaria para conseguir empleo. Pensemos además en la cantidad de jóvenes que quedan en el camino porque no completan el ciclo universitario y no consiguen el ansiado título”.
“Además, las reformas educativas de los últimos años han intentado mejorar el problema de la salida laboral de los estudios secundarios y sin embargo eso no se ha logrado. De hecho, los estudios secundarios no preparan para conseguir empleo. Quizás están pensados exclusivamente en orden a seguir estudios de nivel terciario o universitario. Habría que preguntarse entonces la utilidad de este nivel educativo tal como está concebido, aunque ahora ha sido repropuesto con una nueva estructura y nuevos planes”.
“En el año 1940, el gran economista Alejandro Bunge publicó un libro extraordinario que se llamaba “Una Nueva Argentina”. Allí ya se planteaba el problema educativo y el de la educación para el trabajo. Bunge proponía una especie de escuela intermedia, de tres años, al terminar los estudios primarios, pero que estuviera destinada a formar para la vida y para una vida en la cual el trabajo ocupa un lugar central, importantísimo”.
“Entonces la problemática educativa es fundamental para enfocar el problema del empleo juvenil. Por otra parte, todos sabemos que un cierto aumento en la inserción escolar no ha sido acompañado de un aumento de la calidad de la educación. La mayor parte de los chicos que sale de la escuela secundaria están muy mal preparados para la universidad y para el trabajo. Por no hablar de la deficiente transmisión de los saberes básicos en el ciclo primario”.
“Si vamos a otro plano, enfocando el problema, tenemos que decir que ha habido en la Argentina un deterioro de la cultura del trabajo. ¿Cuántos chicos hay hoy en el país que no han visto a su padre trabajar, que no han aprendido vitalmente, en la casa, y viendo al padre trabajar –la valoración de aquello que constituye un elemento fundamental de la realización personal y de la vida social?”
“Se habla con frecuencia de la cultura del trabajo, pero no va a haber cultura del trabajo si no hay para los chicos una cultura del estudio y si no se promueve el esfuerzo, si no les habilita, se les ayuda, se les educa para que ellos desplieguen todas sus potencialidades y sepan que sin esfuerzo no se consigue nada”.
“En ese sentido hay que tener mucho cuidado con la proliferación de planes de distinto tipo que son como subsidios encubiertos de desempleo. Es cierto que tienen un valor importante en los momentos álgidos de crisis social pero habría que lograr lo más pronto posible la inserción laboral de quienes están amparados por esos planes”.
“Éste un problema de toda la sociedad argentina. Evidentemente, ante todo de aquellos que tienen la responsabilidad política pero incumbe también a toda la sociedad argentina, porque se trata de poner otra vez en nuestra mentalidad, en nuestro ánimo, en nuestras decisiones, la valoración auténtica del trabajo. No se consigue todo gratis. No cae todo del cielo, sin nuestro empeño. Las cosas hay que procurarlas con el esfuerzo, con el trabajo honrado”.
“Pues bien, que San Cayetano interceda para que podamos encontrar los caminos adecuados para fortalecer en nuestra sociedad la cultura del trabajo”.
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