viernes, 21 de enero de 2011

PERIODISMO, ESPIONAJE TONTO Y LA AGENDA DE LOS PLOMAZOS ANTICATÓLICOS

 Miguel Etchecolatz

Por Emilio Nazar Kasbo

Los plomazos de Revista Veintitrés publicaron el 23 de diciembre de 2010 una nota titulada “La agenda de plomo”. Analizaremos en este artículo la relación entre espionaje, periodismo, locura de terror y el anticatolicismo que trasunta la nota.

UNA AGENDA

Todo el mundo sabe que en periodismo lo más importante es la agenda propia, que permite contactar de forma veloz con las fuentes que pueden interesar. Asimismo, que cuando uno no tiene armada una agenda puede simplemente la guía telefónica y anotar números y direcciones que se consideren relevantes para empezar a tenerla.

¿Qué sucedería si alguien tuviera acceso a la “agenda K”? ¿Qué sucedería si desde las empresas telefónicas se cruzaran los teléfonos del difunto Néstor Kirchner, de su viuda y de sus hijos? ¿Todos los teléfonos cruzados serían de relevancia? Evidentemente saltarían sus testaferros, todos los cómplices de su asociación ilícita… pero también el delivery de Pizzas. Es más ¿podríamos decir que son todos corruptos por estar en la agenda de los K? Considero que no, porque sería una irracionalidad aplicar un carácter transitivo a personas por el simple hecho de haber sido anotados en una agenda.

Es que resulta que cuando el mundo entero comienza a ser vigilado y observado por un “Gran Hermano”, el mismo que tiene el control también puede ser vigilado y observado.

PERIODISMO, LOCURA Y TERROR

¿Cuál es el valor periodístico de una agenda? Podríamos decir que nulo. Solamente puede ser útil para personas prejuiciosas, carentes de toda razón y lógica, como son los zurdos, quienes confunden periodismo con espionaje, y confunden espionaje con la actuación del chiflado loco de remate Rodolfo Walsh en actos de “inteligencia” para la subversión, para cometer delitos, para cometer actos de terrorismo.

Como esas películas de suspenso y terror, donde toman una foto y van eliminando uno a uno a quienes se encuentran en la toma, algunos pretenden tomar una agenda y proceder del mismo modo hoy.

Sí, hay personajes locos como surgidos de esas películas que hoy están en el gobierno y en medios de prensa, oficiando de aquello que no son: dirigentes.

PERIODISMO ANTICATÓLICO

Una nota sobre “los contactos telefónicos de…” Mengano ¿es una nota periodística? No. ¿Es una nota judicial? No. ¿Es una denuncia de un hecho relevante? No. ¿Qué es entonces? Es una nota de prejuicio ideológico para involucrar y vincular a personas que nada tienen que ver entre sí, o que nada tienen que ver en el sentido que se pretende en el artículo.

Si A es amigo de B, y B está en la agenda de A, y B a su vez es amigo de C, concluimos que C piensa igual que A, pareciera ser el tenor de una nota semejante. Esto que parece un silogismo, no es más que un disparate, ya que carece de lógica.

No hay dos personas en el mundo que piensen idéntico. Incluso entre hermanos y familiares, entre amigos y vecinos. Englobar a todos de un modo arbitrario sólo puede tener una finalidad: armar un prejuicio colectivo típico de la subversión, en un montaje de falsos datos para asustar a la “opinión pública” compuesta por incautos que no tienen herramientas para discernir los elementos verdaderos o falsos de una nota.

EL FALSO CARÁCTER TRANSITIVO

Relataré una anécdota personal, en la cual se ilustra de modo patente cómo es el razonamiento de quienes actúan del modo descripto.

Una vez estudié con un amigo Derecho Romano, siendo esta la segunda materia que debía aprobar en la carrera de Derecho. El día del examen mi amigo estuvo en capilla, y al llegar su turno se sentó para acabar dando un examen desastroso. Resulta que mi amigo no había estudiado, yo leía en voz alta durante el verano, mientras él descansaba en una reposera mientras decía: “vos leé que yo te escucho”. En realidad él dormitaba, y yo era quien leía y estudiaba.

Después llegó mi turno. Saqué las bolillas, las cuales dominaba realmente con gran facilidad, ya que había leído numerosa bibliografía fuera de los tiempos en que estudiaba con mi amigo. El profesor hizo preguntas muy sutiles, para la materia, como por ejemplo la diferencia entre hermanos germanos y hermanos uterinos… y al ver que respondía todas sus preguntas llegó la definitiva: “¿Usted estudió solo o con alguien más?”

Sorprendido por la pregunta, señalé quién había sido el compañero de estudios, el cual había desaprobado previamente. El profesor me dijo: “Por carácter transitivo”, y me desaprobó.

Es decir, si el otro no sabía, aunque yo supiera todo y respondiese sutilezas no debía aprobar “por carácter transitivo”, como si ambos tuviésemos la misma capacidad, la misma inteligencia, los mismos conocimientos. Una verdadera aberración, pero este hecho que relato es real.

Sucede que así como se aplicó mal el matemático “carácter transitivo”, una agenda goza de la misma condición de arbitrariedad si es que se quiere atribuir a todos los que figuren allí una misma idea o pensamiento.

AGENDA, LÓPEZ Y NADA

Toda la referida nota no es más que una estupidez. La nota tiene un resaltado en el cual se afirma: “29 de noviembre de 2007. Veintitrés accedió a los números registrados por el primer argentino condenado por delitos de lesa humanidad. Un documento clave para investigar la desaparición del testigo Jorge Julio López”. La veracidad de semejante afirmación es nula. Una agenda no es documento ni prueba de nada.

En la foto de la agenda, se llega a leer la dirección y el teléfono de la Nunciatura. Ese dato puede ser obtenido de cualquier guía telefónica, pero lo que hicieron en la nota es vincular a la agenda con la Iglesia Católica, simplemente para desprestigiar a quien consideran como enemiga. La Iglesia Católica, el instrumento dejado por Jesucristo para salvar el alma, resulta objeto de críticas por parte de quienes consideran que el ser humano no es más que un gusano que al morir se descompone en la tierra para acabar su inútil existencia, y desde esa visión pretenden defender los “derechos humanos” de una raza humana desprovista de toda dignidad.

¿Acaso ahora la Revista Veintitrés adjudicará a Benedicto XVI el secuestro de Jorge Julio López? ¿Qué relación hay entre Etchecolatz, la Nunciatura, el Papa y Jorge Julio López? La relación es la agenda, una anotación. El razonamiento es ridículo.

¿Qué relación hay entre Etchecolatz, la Nunciatura y la guía telefónica? Que la Nunciatura figura en la agenda de Etchecolatz y en la guía telefónica. ¿Será cómplice de Etchecolatz y el elemento vinculante con la Iglesia Católica la guía telefónica?

UN ANCIANO DESAPARECIDO MÁS

¡Cuántos desaparecidos hay en esta democracia! ¡Cuántos ancianos desaparecen y no se sabe nada de ellos! ¡Lo mismo sucede incluso de niños!

¡Trata de blancas, venta de niños secuestrados, tráfico de niños y su venta al exterior para adopción por europeos, prostitución y tantos delitos semejantes! Pero el único “desaparecido” en esta democracia pareciera ser Julio López, que tapa la visión de todo el resto. Basta ver la web de Missing Children o de Red Solidaria para comprobar esto que afirmamos.

¿Qué diferencia a López de cualquier otro anciano que desaparece y no hay rastros de él? Solamente que era un militante de izquierda. Ese es el elemento que lo diferencia, y que lo convierte en un ser humano (en cambio quienes no son izquierdistas no son seres humanos, y por lo tanto carecen de derechos).

¿Que López había declarado contra Etchecolatz convierte este hecho en una circunstancia de relevancia? Objetivamente, no. No existe ninguna vinculación entre Etchecolatz y la desaparición de López, y si existe alguna sería tanto como algún mandado que hubiese realizado antes de su desaparición.

¿Por qué se descarta por ejemplo en ámbitos periodísticos que un familiar de López, buscando una herencia o por rivalidades familiares, o por algún otro motivo, hubiese sido autor de un hecho delictivo?

Lógicamente que no debe haber ningún desaparecido en Argentina, pero muchas veces quedan incluso casos irresueltos. El caso de Oriel Briant o el de Miguel Bru son ejemplos platenses de ello.

¿Y ERICA SORIANO?

Erica Soriano es una mujer de 30 años embarazada, cuyo paradero se ignora desde agosto de 2010.

La única hipótesis al respecto es vincular al novio de la desaparecida con la suerte que ella pudo haber corrido.

Erica Soriano desapareció el día Sábado 21 de agosto de 2010 mientras recorría el trayecto desde Lanús a Villa Adelina. La ultima vez que fue vista, llevaba puesto un sweater gris, calzas negras y botas negras. Desde ese momento, nada se sabe de su paradero.

¿Cuántos tiempo podés aguantar sin que Fernanda Aguirre aparezca? Seguramente muchos más que los de López, pero este último es utilizado para mantener una causa ideológica en pie, esa es la diferencia. El caso de Fernanda Aguirre es policial, el de Julio López es una judicialización ideológica, al igual que la causa de Miguel Bru, en que se inventan pistas para mantener vivo el tema en medios periodísticos y que sea bandera de movilizaciones y eventos de izquierda. Para eso, el caso de Fernanda Aguirre no sirve...

DESAPARECIDA DESDE 2004

Fernanda Aguirre tenía 13 años cuando desapareció en el 25 de julio de 2004. María Inés Cabrol, su madre, falleció en mayo de 2010 en Capital Federal tras padecer leucemia sin haber podido conocer el paradero de su hija.

Fernanda fue secuestrada en la localidad entrerriana de San Benito, donde residía con su familia. El hecho sucedió mientras caminaba en dirección a su domicilio en horas de la tarde, entre calles desiertas de la ciudad porque en ese momento se jugaba el partido de fútbol del mundial entre Argentina y Brasil.

En este caso, los investigadores sospechan que la joven fue víctima de una red de secuestro de mujeres para la prostitución. Hubo un sospechoso del secuestro: Miguel Angel Lencina, quien poco tiempo después del hecho apareció muerto ahorcado en la celda de la Comisaría de Paraná donde estaba alojado. La mujer de Lencina, Mirta Chávez, fue condenada en 2007 a 17 años de prisión, acusada de haberse comunicado telefónicamente con la familia Aguirre para pedir un rescate de dos mil Pesos que exigieron los captores para liberar a la niña-adolescente.

Otro de los sospechosos, Raúl Monzón, había sido absuelto por la Justicia. Después de tanto tiempo transcurrido, no hay datos del paradero de Fernanda Aguirre… y nadie hizo ninguna nota periodística de “agendas”. ¿Por qué la agenda de Etchecolatz sí, y en estos otros casos no? Porque el tratamiento es diverso: en uno se trata de un delito, y en el otro de una cuestión ideológica.

ANTICATÓLICOS

Es importante destacar a esta altura de la nota, que según fuentes propias han manifestado, Miguel Etchecolatz ha tenido un proceso de conversión en su vida al catolicismo. Este no es un hecho de menor relevancia.

Quienes hacen la Revista Veintitrés en este mundo tienen una militancia explícitamente anticatólica, y de nada les servirá cuando un día tengan que rendir cuentas ante Dios, a quien hoy no aceptan. Todos rendiremos cuenta de nuestras acciones ante quien no hay nada oculto. Etchecolatz también.

Los teléfonos de la Nunciatura, o del Arzobispado de Mar del Plata o de La Plata, pueden ser obtenidos de cualquier guía telefónica, y además no hay ningún delito en tratar de comunicarse con autoridades eclesiásticas. A no ser que esto sea un delito para Revista Veintitrés o para el Gobierno y sus perritos falderos.

Es más: en la foto que ilustra la nota de la revista,aparece Etchecolatz con un Rosario en la mano: está rezando. ¿Es esto un delito? Al parecer sí lo es para la revista.

AMIGOS

Ser amigo de Sergio Shocklender es “políticamente correcto”. El no se convirtió de nada: mató a sus padres y se convirtió un pobre huerfanito que adoptó su madre putativa, Hebe de Bonafini.

Shocklender parece que no es un delincuente, sino un respetable “hombre de negocios” que maneja la Asociación de Madres de Plaza de Mayo junto a su madre putativa que también lo es de los Kirchner. Ser amigo del corrupto Shocklender es “políticamente correcto”, y la agenda de Shocklender contiene seguramente un listado de personad dignas y honorables que jamás han cometido delito alguno. Es más, todos debieran merecer una beatificación en vida, seguramente, porque han de ser considerados santos para el oficialismo.

Para la Revista Veintitrés y los medios “del sistema” oficialista, Shocklender no es “el parricida sino “el abogado”, mientras que los subversivos terroristas eran “jóvenes idealistas” (omitiendo que metían bombas, asesinaban, torturaban, secuestraban niños, cometían asaltos, robos, extorsiones y toda clase de tropelía para ocasionar el “vacío de poder” y asumir de ese modo el gobierno), mientras que Etchecolatz es “el represor”, “un asesino”, “es peligroso para él y para los demás”, hablan de “su mano manchada de sangre”.

En la lógica ideológica, mediática y politiquera, Shocklender ahora es respetable; Etchecolatz no lo será jamás, a pesar de que se ha convertido al catolicismo. Una doble moral se percibe en los medios de comunicación.

¿Cuál es el drama de ser amigo de una persona que está abandonada en la cárcel? Es más, se trata de una obligación cristiana. Sólo el odio y el rencor anticristiano puede impedirlo, y el ejemplo está en Juan Pablo II, quien perdonó a quien quiso asesinarlo y se entrevistó con él en la cárcel. Sólo que Mehmet Alí Agca no se convirtió… y Miguel Etchecolatz sí.

TELÉFONO DESCOMPUESTO

Los periodistas de Revista Veintitrés llamaron a Nicolás Márquez, quien refirió que en 2004 Etchecolatz “cumplía arresto domiciliario y preguntó si podía patrocinarlo”. La pregunta es: ¿cada persona con quien habla Etchecolatz tiene que explicar por qué habla con él? ¿Cuál es el delito o la “denuncia periodística al respecto?

Llamaron al Capitán de Navío y héroe de Malvinas Miguel Pita para preguntarle “¿por qué el número de su casa figura en la agenda?”. Les respondió: “lo conocí en los ‘90, nos comunicábamos con frecuencia”.

La Revista Veintitrés no es simpática. Así lo refirió quien figura en la agenda como Rosa Camps: “Usted se imaginará que no simpatizo con esa revista.”

Llamaron al General Mario Laprida, quien refirió que en 1995 se reunió con Etchecolatz porque según refirió quería “que lo asesore en la redacción de su libro “La otra campana del Nunca Más”. Me produjo la mejor de las impresiones”.

UNA VOZ ANTICATÓLICA AL TELÉFONO

Los periodistas también llamaron a los Arzobispos Juan Alberto Puiggari y Héctor Aguer.

Puiggari es presentado como militante antiabortista, como si fuese una cosa antihumana… cuando para los de la Revista Veintitrés todos los bebés desde su concepción son criminales de “lesa humanidad” y por tanto deben ser condenados a muerte mediante la pena de aborto. Y si llegan a nacer, lo políticamente correcto es la despenalización del infanticidio para liberar su asesinato. Esos son los “derechos humanos” de la Revista Veintitrés. Claro, también para los ancianos propician la eutanasia, porque creen que ellos jamás llegarán a viejos para que los maltraten y los maten los mismos médicos que debieran tener la misión de sanarlos.

Puiggari es además descripto como afín a los liberales Mauricio Macri, Francisco de Narváez y a Juan Carlos Blumberg, todos preocupados por la cuestión de la inseguridad. Porque claro: la seguridad debe ser para el delincuente, y las cárceles para las víctimas según el sistema oficialista y los periodistas falderos que se convierten en sus pagos adláteres. ¿Cómo van a reclamar contra la inseguridad? ¡Lo políticamente correcto es alentar la inseguridad! ¿o no?

Por un lado, en la Revista Veintitrés hablan en favor de asesinos, secuestradores y delincuentes, los cuales tienen sus “derechos humanos”. Pero cuando debieran aplicar incluso al caso de López la misma norma, no lo hacen. López es un tema de inseguridad: un delito que debe ser esclarecido, indudablemente. Pero a los “garantistas” y “abolicionistas” no les interesa reprimir el delito, porque no hay delito. ¿Entonces qué es la causa de López? Una causa ideológica.

A Mons. Aguer lo tachan de “ultraconservador”, cuando ni siquiera sabe celebrar la Misa del Motu Proprio. Además lo califican como “enemigo declarado del uso del preservativo”, en vez de reconocerlo como defensor de la virginidad y de la castidad como parte de la moral cristiana. Claro, los de Revista Veintitrés son defensores del uso del preservativo, identificándose con el implemento… porque pretenden olvidar que el mismo tiene un 30% de fallas y que por tanto no impide la transmisión del SIDA, tal como lo denunció el Arzobispo. El virus del SIDA es 85 veces más pequeño que los poros del preservativo y lo puede traspasar.Parece que el 70% les da suficiente confianza para su uso… pero aunque fuera 100% efectivo, igual sería inmoral. 

No faltó la mención a la “librería católica integrista Santiago Apóstol”, de “los mellizos Jorge y Marcelo Gristelli”. “No puedo decirle otra cosa más que somos amigos de él”, respondieron a la llamada telefónica. Por cierto, mencionan a la “Agrupación Custodia  que “protegió” a monseñor Antonio Baseotto” (no aclaran de qué fue protegido), y que “en el 2001 agredió a militantes de izquierda mientras Etchecolatz declaraba en los tribunales porteños”.

La verdad fue que cuando Etchecolatz ingresaba a los tribunales, un grupo de manifestantes izquierdistas munidos de palos lo agredieron verbal y físicamente, lo cual implica la comisión del delito de lesiones reprimido por el Código Penal. Simplemente, según fue informado a este medio, lo que hicieron fue quitarles los palos a los manifestantes, momento en el cual les sacaron una fotografía que fue publicada en algún medio periodístico. La verdad fue que no estaban agrediendo, sino que estaban siendo víctimas de agresiones.

Más allá de lo relatado, existen hechos históricos para los cuales los miembros de la Revista Veintitrés, del Pasquín 12 y otros semejantes para los cuales “parece, tiene problemas con la memoria”, hechos que están relatados en “La otra campana del Nunca Más”, libro hoy difícil de conseguir. Etchecolatz está preso porque los periodistas olvidaron, porque los jueces obedecen órdenes políticas, y porque el pueblo no tiene modo de hacer valer el Derecho y la Justicia.

EL PACTO DE SAN JOSÉ

La visión ideológica y el hecho de estar hoy en el poder, otorga la sensación de impunidad. Pero hay que saber que los gobiernos un día se van… y dejan el saldo de su “obra”.

Los jueces que están siendo presionados para mantener en la cárcel a personas mayores de 70 años, saben que están violando el Pacto de San José de Costa Rica. Los jueces que no respetan las garantías judiciales ni la defensa en juicio, que no justiprecian las pruebas de modo razonable y que dictan condenas en contra de las leyes argentinas, saben que están violando el Pacto de San José de Costa Rica, un Tratado Internacional suscripto por la Argentina.

Los jueces que están librando órdenes de detención, que mantienen detenidos sin sentencias, y que se pasan por alto la Constitución, la legislación de fondo y las Leyes Procesales, saben que están violando el Pacto de San José de Costa Rica.

EL TRATADO DE ROMA

Pero además, los funcionarios gubernamentales bajo la órbita de la Autoridad Ejecutiva, es decir, de la Presidencia de la Nación, que mantienen en cautiverio a personas bajo el rótulo de “lesa humanidad” para indicar que “no son seres humanos” y que por lo tanto no se violan los “derechos humanos”, están todos violando el Tratado de Roma, y un día deberán responder de todas las personas que están muriendo en condiciones infrahumanas a causa de su accionar ilegal.

Las prisiones se están convirtiendo en “centros clandestinos de detención”, no porque nadie sepa dónde están las cárceles, sino porque las condiciones de la detención implican una “clandestinidad”.

La persecución política se caracteriza por ser ideológica, no jurídica. Se persigue a las personas por lo que piensan, no por delitos cometidos. Jueces, el Ejecutivo y sus dependientes, todos un día serán procesados como criminales que atentaron contra el Tratado de Roma, y no tendrán excusas para defenderse. Ya hay más de un centenar de muertos a causa de semejante accionar.

Finalmente, es importante tener en cuenta que cuando los periodistas, a raíz del artículo, llamaron a Karina Mujica para preguntarle si habla con Etchecolatz, ella les propinó la adecuada respuesta: “sí, sí, hablo con Etchecolatz, ¿y qué?”.

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