Por Silvio H. Coppola
Ya Plutarco había escrito sobre vidas semejantes o “paralelas”, entre griegos y romanos. El griego, en el apogeo de Roma, quería de alguna manera reivindicar los atributos y virtudes de sus antiguos compatriotas.
También estudiando nuestra Historia, aparecen numerosas “vidas paralelas”. Muy claras en sus principales y trascendentes características: Rosas, Yrigoyen y Perón. Los tres fueron gobernantes nacionalistas, los tres defendieron nuestra soberanía, los tres fueron populares y contaron siempre con la mayoría de la población, los tres levantaron la auto estima de los más desheredados y los tres fueron en su momento, despojados del gobierno por movimientos antinacionales y exclusivistas, que no titubearon ni en avasallar derechos ni en muertes de compatriotas.
Este parecer que he manifestado, no era siempre compartido con otros amigos de la línea nacional. Por eso con satisfacción leí recientemente, lo que en una oportunidad afirmara el Padre Guillermo Furlong (1889-1974): “Todos nuestros gobernantes supremos miraron hacia arriba y la erraron. Rosas y Perón miraron hacia abajo y la acertaron. Me olvidé de Yrigoyen”. Así se destacaba quizás el más claro aspecto de esas vidas paralelas.
LA PLATA, marzo17 de 2011.
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