sábado, 19 de marzo de 2011

LA LUNA, MARTE, LAS ESTRELLAS Y LOS ESTADOS UNIDOS. ¿UNA NUEVA POLÍTICA?

a con deuda-sin deuda

Por SILVIO H. COPPOLA

El armamento necesario para los norteamericanos, a fin de mantener su supremacía militar, requiere la inversión de cuantiosos recursos. Igualmente su plan de “Conquista del espacio”.

Como no hay rivales de envergadura a la vista y el búfalo no puede estar siempre dispuesto a la pelea, con el gasto de todo tipo que ello significa y más cuando los actuales enemigos potenciales son simples liebres o conejos –comparativamente hablando, por supuesto-, es lícito pensar que se debe reducir la producción de maquinaria bélica. Bien pensado, dirá el público norteamericano; lo que ya tenemos, es suficiente para el dominio militar de todo lo que haga a nuestros intereses políticos y económicos en el mundo y así tal vez, se rebajen los impuestos.

Pero ¿puede ser así? Parece indudable que no. Si se disminuye la producción guerrera, aunque sea en una mínima parte ¿qué hacer con las empresas que quedarían sin trabajo y actualmente viven del presupuesto militar? ¿Qué hacer con los desocupados que sobrevendrían? ¿Qué hacer con todo esa mano de obra ociosa?

Y entonces nació, la idea de la “Conquista espacial”. Gran parte de la industria de armamentos, pasaría seguramente a estar en el grupo de las que miran hacia el cielo. Y eso le traerá a los yanquis, aparte del beneficio de no sufrir quebrantos en sus actividades económicas, el reclamar en un lejano futuro y como primeros ocupantes, la soberanía sobre la Luna, Marte o algún meteorito. Los rusos pese a sus actividades en el mismo sentido no son rivales y aunque por ahora los viajes interplanetarios signifiquen muy poco desde el punto de vista de un aprovechamiento económico, en un futuro quizás no tan lejano, pueda vislumbrarse todo lo contrario.

¿Y cuánto se supone que costará anualmente esta “conquista espacial”? Según los mismos que la han planeado, al norteamericano sólo le saldría 15 centavos de dólar por día. ¡Una bagatela! Si sacamos la cuenta y consideramos que los Estados Unidos tienen una población de 285.000.000 millones de habitantes, a cada uno de ellos le saldría por año U$S 54,75 y a la nación toda U$S 15.603.750.000. ¡Una super pichincha! Igual desde nuestro punto de vista de argentinos. Esa suma es SOLAMENTE unas TRECE VECES menos que la DEUDA EXTERNA que se nos reclama. O sea, para repetir lo mismo, la magnitud de nuestra DEUDA EXTERNA, cubre más de DIEZ VECES, el plan espacial norteamericano.

¡¡¡Fantástico!!! Prueba suficiente de la enormidad de nuestro supuesto endeudamiento y de la responsabilidad criminal de los que nos han llevado al mismo. Que no olvidemos esto y que lo tengamos siempre bien presente, porque no puede quedar nunca abierta la posibilidad de que la historia vuelva a repetirse. Más teniendo en cuenta que no ha habido ninguna clase de sanción para los culpables, que siguen gozando de total impunidad, mientras la principal preocupación del gobierno actual, es el cómo pagar la deuda que se nos reclama, sin tratar en absoluto de investigar a fondo la validez y alcance de la misma y teniendo archivada en el Poder Legislativo desde el año 2000, la Causa Olmos I, que trata sobre la ilegitimidad de la deuda externa contraída en el período 1976-1982.

LA PLATA, MARZO 15 DE 2011.

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