miércoles, 6 de abril de 2011

FEMINISMO: ¿LIBERACIÓN O DEPENDENCIA?

a familia 2

Por Emilio Nazar Kasbo

Hay un pequeño detalle sobre el feminismo: todo lo que una esposa y madre NO QUIERE HACER EN EL HOGAR, es precisamente lo que hace CUANDO SE SEPARA y queda sola con los hijos pequeños.

¿Cómo es eso de que una mujer casada no atiende a sus propios hijos, no los forma, no los educa, no cocina para su esposo, ni hace menesteres hogareños, con clasificación rigurosa de horarios con su esposo como "división del trabajo", pero sí es capaz de hacerlo COMPLETAMENTE después de separarse de su cónyuge-amante-concubino-o lo que sea?

¿Así será el "sentido común" del feminismo?

La denominada "madre soltera" hace todo... pero la mujer casada NO

La mujer pretende ser "libre"... pero del hogar, de su esposo, de sus hijos... que es precisamente el ambiente donde naturalmente la aman, la aprecian, la valoran...

Y va al exterior a ejercer su... ¿libertad? en un estudio donde hay presiones para recibirse para obtener un cartón que implica el "prestigio", la "consideración social" y la posibilidad de dinero... para trabajar en un ambiente donde le dan órdenes imperativas, donde la basurean, donde ella puede además basurear a sus inferiores, donde tiene las presiones de todos los días, donde tiene que callar para "quedar bien" (porque de lo contrario la despiden)... ¿esa es la felicidad de la "libertad" que encontró la mujer?

Mujeres que han perdido la naturaleza femenina.

Dice Jesús que nadie puede tener dos amos: o Dios o el dinero. Precisamente, la mujer tampoco puede tener dos amos: o su esposo o el dinero...

Y las feministas creen que su felicidad está en el dinero

Contradictorio, ¿verdad?

Una mamá no es una "empleada cama adentro": es esposa y madre

Dios es sabio, y la naturaleza humana responde a Su Sabiduría. La mujer es delicada, y sus actividades en el hogar como cambiar pañales, por ejemplo, son actividades que requieren de la delicadeza de la mujer, y no de la rudeza del varón. De ahí la natural dependencia de los hijos pequeños respecto de la mamá.

Lo que pasa, es que muchas mujeres pretenden que se casaron con alguien de su misma naturaleza, pero no es así. Pretenden que se casaron con alguien que debe pensar como una mujer, cosa que JAMÁS sucederá con un varón.

Claro que si el esposo y la esposa se casaron no para educar y formar a sus hijos, sino para tener más dinero, ambos estarán mucho tiempo fuera del hogar, y es ahí donde aparecerán los problemas, porque la mujer no se conforma con los ingresos del esposo por pretender una "calidad de vida" que siempre es mayor.

Sucede que la mujer que no quiere sujetarse a la autoridad de su marido, tampoco quiere sujetarse a la autoridad de Dios, a la vez que nos referimos a maridos virtuosos que siguen la autoridad de Jesucristo, y no de malos ejemplos como vagos, borrachines y golpeadores.

Cuando marido y esposa trabajan... contratan a alguien para que esté por ellos en el hogar

La mujer ambiciosa, nunca se conformará con los ingresos del esposo, y exigirá siempre más. Es entonces cuando en vez de respetar a su esposo, termina amando más al dinero. Ella saldrá a trabajar, en vez de apoyar a su esposo desde el hogar, o hacer tareas en su mismo hogar sin descuidar sus obligaciones en la familia.

Al final, cuando se comporta así la mujer, buscando más al dinero que el amor en su propia familia, acabará repudiando a su esposo y buscando a otro candidato con más dinero. Sucede que ahí no hubo amor desde el principio, hubo INTERÉS, ya que no era cierto que se unía en la pobreza y en la riqueza. Hubo interés tal vez inicial al principio por un impulso, por una pasión respecto de tal persona, que luego una vez casada muestra el verdadero interés por el dinero

¿Cómo ayuda una mujer a su esposo con los ingresos?

Ayuda con el ahorro en el hogar, o abriendo una actividad en el mismo hogar, sin descuidar las tareas.

El tema en sí, es que muchas veces escapa al ámbito familiar porque es social: injusticia en materia de salarios provocan la desesperación

Hay allí un problema porque todos en la sociedad, incluso los más "tradicionales", hacen caso omiso a la Encíclica Quadragesimo Anno y otras similares, que disponen la organización corporativa de los católicos para luego extenderla a la sociedad.

Y sucede que ante ese mandato los católicos miramos para otro lado. Alguien entenderá lo que manda Quadragesimo Anno

Riqueza y pobreza

NO TODOS LOS SANTOS FUERON REYES

Un pequeño detalle perdido: la familia es para alcanzar la santidad. Al mundanizar el mensaje de Cristo y hacer un discurso "más humano", eso se pierde de vista.

"Primero tengo que sobrevivir" dicen muchos, y dan vuelta todo, convirtiendo la santidad en algo secundario e incluso olvidado.

Nos han impuesto una moral protestante.

Subversión

No son "ROLES" los del varón y de la mujer, porque el rol precisamente es algo "convencional", y por tanto intercambiable.

El pensamiento liberal habla del "rol" y del "status" (que pueden cambiar), y los marxistas hablan de "estructuras".

Nosotros, los católicos, hablamos de la NATURALEZA del varón y de la mujer. No son roles ni estructuras: es la manifestación de su esencia.

Nos han impuesto este pensamiento de "roles", y la moral protestante que no tiene santos, porque es imposible no pecar para un portestante, y que por tanto es lícito para este pensamiento el buscar la avaricia y el dinero al modo calvinista

La santidad fue olvidada

La unidad de la familia en la cabeza del papá que dirige, se ha abandonado.

Hoy hacen "mi vida" y "tu vida", hacen "mi dinero" y "tu dinero"... la familia fue atomizada, y a eso llaman “matrimonio”. Del mismo modo crían a sus hijos como si no fuesen sus propios hijos, casi sin contacto con ellos, y a eso llaman “familia”.

Antes eran los familiares quienes veían a sus hijos cuatro horas a la semana... hoy los padres son los que ven a sus hijos ese tiempo, cuatro horas a la semana... hijos sin arraigo, que desconocen su propia historia familiar, que no conocen ni el nombre de sus bisabuelos siquiera.

Mientras tanto, las mujeres son influenciadas directa o indirectamente por el discurso feminista, contrario al varón, un discurso que considera al varón como un monstruo, por más que sea un santo, como si todos los varones fuesen por naturaleza golpeadores y violadores, lo cual no es así. Como si los varones no tuviesen por sentido de la vida el buscar la santidad… y como si las mujeres tampoco lo tuvieran.

Se deforma a las feministas inculcándoles que el matrimonio y la familia es algo malo.

El diablo ha entrado hoy en la sociedad, como en el Pecado Original, por la mujer que escucha sus mentiras, y pretende convencer al varón de ellas.

La santidad, la naturaleza del hombre y de la mujer, y el mismo sentido común, han sido olvidados. Rescatarlos es un deber.

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