Según una nota publicada por Infocatólica,
una sociedad que es propiedad de los Obispos de Alemania se dedica a vender
libros entre los que hay incluso literatura satanista, publicaciones eróticas y
esotéricas, así como libros budistas.
Se trata de la sociedad
«Weltbild» con sede en Augsburgo, 100% propiedad de los obispos alemanes, que es
la mayor vendedora de libros en Alemania, y en venta on-line, es la segunda en
el mercado alemán después de Amazon, con un volumen de negocios de unos mil
setecientos millones de euros. Entre sus libros hay más de 2000 de temática
erótica y más de 4000 sobre esoterismo.
La fuente de la referida nota
pertenece a Guido Horst y Vatican Insider. Mientras tanto, se consigna que “el
entorno del Papa está en contra de lo que está ocurriendo”.
Se afirma además “que “Weltbild”
no tiene ni siquiera la más mínima finalidad o inspiración católica” y que los “socios
de “Weltbild” son doce diócesis católicas alemanas y la “Verband der Diözesen
Deutschlands” (VDD, es decir la Asociación de Diócesis Alemanas). Esta última
es un consorcio de todos los obispados alemanes cuyo fin es ocuparse de
cuestiones comunes de naturaleza jurídica y económica”.
Asimismo, dice la nota que de 30
años a esta parte “todas las diócesis alemanas apoyan activamente el modelo
empresarial de "Weltbild": un connubio entre diócesis, dinero y
poder, que ya ha durado treinta años”. Es decir, con otras palabras, se trata
de una “mundanización” de la Iglesia fruto de la mala interpretación
progresista y materialista del Concilio Vaticano II.
La nota denuncia que "Weltbild"
“posee también participaciones en muchas editoriales que producen literatura
erótica y pornográfica”, y ejemplifica con la fusión efectuada en 1998 con una
editorial que produce libros eróticos y pornográficos en cantidad, desde el
grupo "Droemer & Knaur", del cual los obispos alemanes
actualmente son dueños del 50%. Además, “Weltbild” tiene un tercio del portal
en Internet “buecher.de”, en el que se venden libros como como "Graf
Porno" (El Conde Porno), y "Porno für Paare" (Porno para
parejas).
Es claro que para producir
pornografía debe haber mujeres y hombres que venden su mismo cuerpo como una
mercancía, en una forma de esclavitud, lo cual además es pecado.
Benedicto XVI ha tocado el tema el pasado lunes 14 de noviembre de
2011, cuando recibió al nuevo embajador alemán en la Santa Sede, Schweppe, con motivo de la presentación
de credenciales. Benedicto XVI expresó su satisfacción por
las relaciones entre El Vaticano y la República Federal Alemana, para luego
pronunciar una frase para nada habitual en este contexto: “Ha llegado el
momento –ha afirmado el Papa Benedicto
con gran firmeza- de detener de modo enérgico la prostitución, además de la
amplia difusión de material de contenido erótico y pornográfico, también en
Internet. La Santa Sede vigilará para que el compromiso contra este mal por
parte de la Iglesia Católica en Alemania se realice de una manera más clara y
decidida".
Por eso, tener muchas personas en
la Iglesia o prosperar económicamente, todo en base a abusos litúrgicos,
exposición de doctrinas heréticas o difusión y promoción de graves pecados, no
implica un “éxito” en lo espiritual, sino más bien un fracaso. El éxito del “marketing”,
muchas veces el éxito del pecado.
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