ABUJA, Nigeria - El martes 29 de noviembre, el senado de Nigeria
aprobó la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo,
enfrentándose a las amenazas del Primer Ministro del Reino Unido, David
Cameron, de recortarle la asistencia económica que los países
africanos reciben, por haber fallado en conceder derechos especiales a
los aberrosexuales.
El proyecto de ley, que ahora pasa a la cámara baja, y requerirá de
la firma del presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, establece que el
Estado solamente reconoce los matrimonios entre un hombre y una mujer.
Se impone una sentencia de 14 años de prisión a las parejas del mismo
sexo que intenten contraer matrimonio y una sentencia de 10 años a
aquellos que den testimonio o que ofrezcan ayuda durante una “boda”.
También se prohíbe el involucrarse con grupos activistas
aberrosexualistas, al igual que las muestras públicas de afecto por
parte de parejas de aberrosexuales.
“Si hay algún país que quiere dejar de dar asistencia económica
porque nosotros no aprobamos un proyecto de ley para el matrimonio
entre personas del mismo sexo, pues que ese país proceda a hacerlo”,
dijo el senador David Mark, presidente de la cámara alta.
“Nosotros somos un país soberano, y tenemos el derecho de
decidir al respecto, por cuenta propia, porque ningún país puede
interferir con la manera en que nosotros administramos el nuestro”, continuó diciendo. “El
matrimonio entre personas del mismo sexo es contrario a nuestra propia
cultura y tradición, y es contrario a nuestras creencias”.
Durante la conferencia de la mancomunidad que tuvo lugar en octubre
del año en curso en la ciudad de Perth en Australia, Cameron le dijo a
los medios de comunicación ingleses que la asistencia británica “debe
quedar más comprometida”.
“Nosotros queremos ver que los países que reciben nuestra asistencia,
se adhieran a las debidas normas de derechos humanos, y eso incluye el
modo en que las personas tratan a los ‘gay’ y lésbianas”, según dijo.
Los comentarios del primer ministro surgieron luego de que no
prosperó una propuesta, que había sido sometida por el Reino Unido,
Canadá, y otros países occidentales, de que se presionara a los países
africanos miembros de la mancomunidad, para que rescindan sus leyes
pro-familia.
El esfuerzo desató un fuerte rechazo por parte de numerosos países
africanos, quienes estaban encolerizados de que los países occidentales
ricos, utilizasen su asistencia económica para dictar en torno a los
valores culturales y morales.
Fuente: REDACCIÓN: VC / Notifam
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