Por Carlos Belgrano.-
Amigos:
Tantos devaneos fútiles, para tratar de interpretar el
comportamiento social Argentino, difícil será que nos conduzca a alguna
parte.
Apostrofamos a este gobierno canalla, con idéntica dureza que a
quienes pudiéndo intentar algo, desisten de hacerlo, como a
legisladores, pensadores, políticos, militares e incluso al propio
clero, que pontifica sobre nuestras endemias, pero siempre guardándo las
solemnes formas, quizás temeroso de perder sus privilegios, sobre todo
tributarios.
Tal vez haya arribado el momento de designar a las cosas por su nombre, sin que importen demasiado las consecuencias.
Es probable que si admitimos la existencia de la verdadera
enfermedad, que como la plaga, se propaga sin distinciónes partidarias y
menos aún ideológicas, comencemos a generar los antígenos requierentes
para erradicar esa especie de "peste rosa" que gobierna las mentes de
toda una sociedad sin principios y barnizada en las claudicaciónes de
todo tipo.
Los K, sus asociados y quienes de alguna manera hacen el oficio de "titiriteros de turno" no son más que éso.
Extractan todo cuánto pueden, porque por algún designio tan astral
como maléfico e inteligible, se las han ingeniado para que la suerte
esté con ellos.
Hacen de lo soéz, su cénit.
El propósito de sus miserables vidas.
Pero no son menos responsables que sus predecesores, con gorra ó sin ella.
Nuestro flagelo es mucho más profundo e insondable que endilgarle puntualmente todos nuestros males a estos miserables.
Apelamos a ello, porque hemos elegido el sistémico reduccionista de aplicar el método selectivo temporal.
Pero con ello, no hacemos otra cosa que permanecer en el autoengaño.
Porque por mucho que nos pese no deseamos indagar acerca de la verdad.
Hablamos de Malvinas, pero nadie se ha despalzado un ápice para
hacer de esa gesta una causa de unidad nacional, que justificase
incluso, levantarnos en armas, para retomar el archipiélago, porque como
para todo lo demás, nos falta la cuota de valor, para dar inicio a una
epopeya tan flamígera como escarmentadora.
Quienes enfrentaron a los disolventes setentistas, tampoco se
atreven a decir, que si tuvieran la oportunidad, pasarían a deguello a
todos estos "demócratas", que han lucrado con los derechos humanos,
hasta convertirlos en personajes tan inmensamente ricos como
repugnantes, como este Shocklender & Bonafini, entre tantos otros.
Mucho me ha sorprendido desfavorablemente, que el General Videla, a
un paso de la eternidad, haya medido en extremo sus palabras, en este
reciente reporteo que le efectuó la prensa española, en vez de incitar a
sus camaradas, para que incluso vanamente, intentase que se "pongan los
pantaloncitos".
Tan luego un hombre como él, que no se enrriqueció en la función
pública como Bussi ó Massera y que hubiese podido enfrentar a todos sus
acusadores con la frente bien en alto, ya que desde los tiempos de
Arturo Frondizi, fue el único Presidente al que de nada pudieron
acusarlo en ese tema tan remanido, como lo crematístico.
Y son esas flaquezas, junto a la nivelación para abajo, las que
hicieron emerger esta mentalidad que flamea en todo un pueblo, que es la
sumisión colectiva lisa y llana.
Es más que probable, que la caída de valores, tan de moda en este
hemisferio, haya sido el caldo de cultivo de una forma de ser, de pensar
y va de suyo de actuar.
Cuando diez ó quince descastados, deciden interrumpir el tránsito
en una ruta, en una avenida, en una terminal de ómnibus ó en cualquier
parte, y alcanzan su objetivo sin esfuerzo, debemos interrogarnos sobre
la ausencia de rspuesta de los automovilistas y transeuntes.
Pero no lo hacemos, porque conocemos la respuesta y no deseamos
admitirla: La ausencia de inmanencia y fuerza primaria testicular.
Es tan solo un ejemplo.
Hay otros cientos, miles de ellos.
Un Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, como el señor Zaffaroni, regentea prostíbulos.
Otro de menor jerarquía, pero con no menos cuota de poder, como
Oyarbide, está asociado a una red criminal de una factura bastante
compatible como el anterior.
Néstor & Aníbal, se destacaron en sus hábitats por ser conspicuos y afamados miembros de agrupaciónes de invertidos.
A esta altura de la soireé, me voy encaminándo a la idea que la
condición de sodomita, mucho se asemeja al requisito que en una época,
no tan pretérita, como la pertenencia a una órden masónica, era la
barrera infranqueable para acceder al círculo del verdadero poder.
La casuística circunstancia que a un masculino integral, como ese
personaje farandulesco que se hace llamar florencia no se cuánto, se le
haya extendido un documento de identidad femenino, me lleva a inferir
que hasta los jueces son temerosos de la comunidad gay y sus aventuras.
A quien lo otorgó, se lo debería desaforar por haber incurrido en
el injusto de falsedad ideológica, pero en su defecto posiblemente lo
asciendan ó lo designen embajador, ya que la comunidad diplomática
argentina, como muchas otras de su tipo, acogen calurosamente a esos
intrépidos innovadores.
Debemos resignar tantos y rebuscados adjetivos calificativos,
para sancionar a la gestión gubernamenal actual ó cualquiera otra en el
futuro.
Porque primero y antes que nada, debemos erradicar de la faz de la tierra a
LA ARGENTINA HOMOSEXUAL.
Atentamente Carlos Belgrano.-
Buenas, para empezar he de decir que me parece bien que exprese sus opiniones. Eres totalmente libre, pero amigo mio se dice que la libertad tiene sus límites y la suya acaba donde empiezan las de otros. Habrá muchos puntos en los cuales estoy de acuerdo con usted, pero otros en los que me choca bastante su punto de vista frente a la comunidad homosexual, y me gustaria preguntarle, ¿Quién es usted para entrar en la vida de dichas personas y querer erradicar su condicion sexual? ¿quién? ¿Le perjudica gravemente que una persona sea feliz con otra sea cual fuese su sexo? Parece usted una persona culta, ¿ Sabe de cierto personaje histórico el cuál sin motivo lógico y humano se dedicó a marginar y matar a cientos de personas solo por ser distintos a él?.
ResponderEliminarAdemás ya hablando subjetivamente, creo que usted tiene que ser un individuo de lo mas hipócrita, seguro que no quiere vivir perseguido por una sociedad de mente cuadrada que quiere acabar con su felicidad o con su pareja, pero sin embargo es lo que hace día a día. También he de decir, que es hombre,por lo cual seguro que odia ver a dos hombres besandose, pero sin embargo se da una alegria al cuerpo con porno lésbico.
Solo me queda decirle que antes de escribir una opinion sobre algún tema, si quiere quedar presentable y como una persona con sus testiculos en su sitio, informese, piense, observe, por que lo que acaba de escribir en este artículo es una burrada, fuera del plano sexual ahi miles de personas que mueren en paises SUBDESARROLLADOS por esta tonteria, que merece este nombre ya que no tiene mucha relevancia la orientacion sexual de una persona, si no la persona en sí.
Sí argentina quiere llegar a ser grande y siguiendo sus métodos señor mio, deberían echar a la gente como usted, que no solo para la actualizacion del pais frente al mundo moderno, si no que la atrasa.
Dicho esto, buenas tardes y pienselo.
P.D: usted deberia aprender a redactar mejor.
MAS ALLÁ DE LA NOTA DEL SR. CARLOS BELGRANO A QUE UD HACE REFERENCIA, paso a responderle sus inquietudes:
ResponderEliminar1- La libertad propia acaba donde empiezan los propios deberes. La Libertad se basa en la Verdad, porque es la Verdad la que nos hace libres, no el error y la mentira. Por eso, el homosexual no vive en la Verdad, y por tanto no puede ser Libre. Quien pretenda que la homosexualidad es un bien, pretenderá que no es pecado, y de ese modo buscará tranquilizar malamente su conciencia negando a Dios... algo que jamás logrará por su intrínseca condición.
2- Ud pregunta: "¿Quién es usted para entrar en la vida de dichas personas y querer erradicar su condicion sexual?". Como venimos diciendo, la cuestión de la Libertad es personal. Dios no obliga a nadie a su salvación, y por eso quien rechaza a Dios por su libre albedrío es que busca explícitamente el infierno. Nadie pretende entrar en la vida de los homosexuales, pero lo que se percibe es que los homosexuales sí pretenden ingresar en la vida de los demás, imponiendo su forma de vida, forzando a la sociedad a lo antinatural. ¿Quién se creen que son para hacer semejante imposición, donde todo tiene que ser una especie "trato entre iguales" donde no hay igualdad, donde no hay virtud, donde no hay nobleza? ¿Quién se creen que son para imponerse a los heterosexuales, de quienes depende el futuro de la especie humana?
3- Ud pregunta: "¿Le perjudica gravemente que una persona sea feliz con otra sea cual fuese su sexo?" Se le responde: No hay Felicidad fuera de Dios y de la Virtud, que es lo Bueno Absoluto y los hábitos buenos. Saque Usted sus conclusiones. Llaman "felicidad" a una condición momentánea, efímera, que nada tiene que ver con la Felicidad que Dios otorga, de ahí su necesidad de conversión.
4- Ud juzga personas, y en eso se equivoca. Todo ser humano padece las consecuencias del Pecado Original. Pero desde que Jesucristo redimió a toda la humanidad, creyente o no creyente, ha quedado abierta la posibilidad de salvar el alma, aunque no todos quieren salvarla. Quien tiene pecados, tiene abierta la puerta de la Confesión para reconciliarse con Dios y volver a la vida en Gracia. Cada cual responderá por sus propios pecados. Si hay alguien que peca, Dios lo juzgará, no Usted. Sin embargo, hay bienes sociales que deben ser cuidados, y la homosexualidad no es uno de ellos. Que la vida privada debe quedar reducida a la vida privada, y por tanto no pública, y ello en tanto no comporte un delito. Quien en su vida privada sea un depravado, no será juzgado por el Estado, pero no se salvará del Juicio de Dios.
Dicho esto, buenas tardes y piénselo.
P.D: usted debería aprender a defender la Virtud
Emilio Nazar Kasbo
Director