Por Jorge Mones Ruiz
En un aniversario
más del fallecimiento del General Güemes, el Presidente de la Asociación
Tradicionalista de Salta que lleva el nombre del gran patriota salteño,
honró su memoria en el día de ayer, 17 de Junio, resaltando las
virtudes del prócer y de los gauchos soldados de ayer y de hoy. En su
discurso (leer más abajo) frente a
autoridades provinciales, civiles y militares, el Sr. Carlos Diez San
Millán, destacó la acción de un puñado de bravos soldados salteños que
en 1975,
durante la Operación Independencia en el combate de Manchalá, venció a
más de un centenar de guerrilleros del Ejército Revolucionario del
Pueblo - ERP - que en pleno gobierno constitucional pretendían segregar
parte de nuestro territorio
en esa provincia del NOA.
En
este momento en que las autoridades nacionales, por sugerencia de
concejales salteños, ordena demoler el monumento que recuerda y honra a
aquellos héroes de la Compañía de Ingenieros de Montaña 5 que se
batieron contra el terrorismo marxista, el reconocimiento de la
Asociación mencionada en las palabras de su presidente, valiente y
sincero, nos da fundadas esperanzas frente a los profetas del odio y la
revancha.
Sin dudas, la noble estirpe "infernal", el coraje heredado y la santa devoción al Señor y la Virgen del Milagro, siguen distinguiendo a NUESTROS GAUCHOS SALTEÑOS.
17 de Junio de 2.012
Señor Gobernador, Dr. Juan Manuel Urtubey, Sr. Vice
Gobernador Don Andrés Zottos, Sr. Intendente Don Miguel Isa, Sres. Ministros,
Funcionarios del gobierno Provincial y Municipal, Sr. Arzobispo de Salta, Mario
Antonio Cargniello, Sr. Jefe de la V º Brigada Mecanizada, Sres. Jefes de
Gendarmería Nacional, Policía Federal y Provincial, familia gaucha, pueblo
entero de Salta, amigos visitantes, tengan todos muy buenos días.
Una vez más me toca la no fácil pero emocionante
tarea de hablar sobre este particular día, que conmemora la fecha en que el
alma del General Martín Miguel de Guemes pasó a la inmortalidad y que su
sacrificio convalidó la obra y el proyecto en que estaba empeñado.
Hoy, vamos a hablar no de la muerte sino de cosas de
la vida, pero concentrados en aspectos de la personalidades de los hombres,
aspectos tan viejos como el hombre mismo.
Todos conocemos como se inicia esta historia, el
por qué y sus personajes, y la épica marcha del General herido hacia la
quebrada de la Horqueta un 7 de junio de hace muchos años, hecho que recordamos
todos los años con la marcha evocativa.
En esas instancias, allá en la Quebrada de la
Horqueta, con un hombre herido de muerte, en condiciones de asepsia cero,
engangrenado, con un panorama terminal, aparece la tentación de la mano
de un emisario enemigo ofertando la prebenda para salvar, no la vida, porque la
cuenta regresiva era definitiva, sino el bienestar de los suyos.
¿Dónde estaba la trampa? Pues bien, si Güemes
cedía, no le iban a cumplir absolutamente nada de lo prometido a la familia. El
triunfo iba a ser convertir al general en un traidor a su causa, transformarlo
en un mortal advenedizo como tantos había y hay por supuesto hoy también.
¿Qué ocurrió? El hombre probo, más fuerte que nunca
dijo NO, tuvo la fortaleza de alejar el vaso de la tentación, pero siendo fiel
a sus principios y enseñanzas, llamó al Coronel Vidt y le hizo jurar que
continuaría con la lucha y con el plan trazado, bajo la consigna sagrada de que
la dignidad no se negocia. Por eso le llamaban Güemes el incorrupto.
En la gesta güemesiana hubo muchos héroes anónimos,
hombres y mujeres que lucharon y dieron su vida por la causa sin haber sido
recordados, como el Sargento Mamaní que fue descubierto por la familia Güemes
en Rosario de la Frontera pidiendo limosna, y como los hay hoy, muchos gauchos
que se dedican a mantener viva la tradición de Güemes sin recibir nunca un
reconocimiento, nada de nada, por eso, familia gaucha, este 17 de Junio llevan
nuestras banderas Nacional, Provincial, de Macha y Papal, como así también
hacen de escoltas, hombres y mujeres que nunca han sido considerados para estos
honores, pero se lo merecen y lo hacen en representación de todos los que
desfilan hoy y que corresponden a los 6.600 gauchos, soldados, que comandó el
Gral Güemes, y así, de esta manera queremos saldar esta tremenda deuda injusta
que estaba pendiente.
La Asociación Tradicionalista Salteña Gauchos de
Guemes también ha querido dejar restañada una herida reciente, que ya
cicatrizó, porque el tejido del alma, cierra con más fuerza cuando corre buena
sangre por las venas, por eso, Señor Gobernador no se sorprenda cuando mire
para atrás y vea juntos a todos los fortines y agrupaciones gauchas que dejan
de lado sus diferencias como símbolo eterno de la amistad y la unión de
los gauchos como el General Güemes hubiera deseado y dispuesto, y en este
sentido, la Asociación es respetuosa de la historia y de sus hombres en el ayer y en
el pasado inmediato.
Nuestra institución como custodia de esa tradición
que forjaron los soldados de Güemes, rinde culto a los bravos argentinos que
han entregado su vida por la Patria, así es que honra a los hombres que han
dejado su sangre en Malvinas y en todos los lugares, donde nuestros soldados,
bajo bandera, defendieron la patria de agresiones externas que intentaron
arriar la bandera celeste y blanca, ayer y hoy, por eso, les llamamos
héroes, son los héroes de Malvinas, los héroes de Manchalá, y tantos otros,
como así también mantenemos la memoria de los Coraceros, los Húsares, los Infernales, cada uno en su tiempo y momento histórico.
Intentar validar hoy en el presente, el nombre de
aquellos hombres del pasado, como los Infernales de Güemes, que pasaron a la
historia cuando murió el Hombre que les dio la existencia y pretender
invocarlos a través de los Infernales de Malvinas o Manchalá, es jugar con los
sentimientos de los familiares que perdieron a los suyos en estos últimos
tiempos.
Los Infernales de Güemes no existen ya como la
división que eran, pero su recuerdo se mantiene firme en los Infernales de
Güemes del Regimento 5 de Caballería, que son los custodios y monumento animado de
su memoria, orgullo glorioso para nosotros los salteños, y debemos
honrarlos y respetarlos como lo hacemos permanentemente hoy en día, en
todo momento, por lo que hicieron cada uno sin extrapolaciones de acciones ni
tiempos, a todos y cada uno de ellos, por eso se perpetúa el recuerdo de manera
simbólica con un monumento.
Ante esto, aquellos que no pierden la costumbre de
gritar y vociferar, de un lado y de otro, deben entender de que no es más
gaucho el que más grita, el más prepotente, el que descalifica sin
autoridad, el más violento en la calle o dentro de la casa, ni el que más
habla, ni el que más toma.
El ser Gaucho es un estilo de vida, un sentimiento
y sobre todo, comportamiento hacia sus semejantes.
El General Güemes, logró su objetivo aún después de
su trágica muerte, perdió muchas veces, aprendió que las derrotas son el
preludio de la victoria, porque tenía claro que había nacido para ser
libre y lo logró en base a la originalidad de su accionar, iniciativa,
creatividad permanente y al sacrificio total.
Entendió que el amor a su gente, junto al
respeto merecido y el perdón, eran tan importantes para él como la ansiada
libertad, porque el espíritu no puede ser realmente libre, si no tiene capacidad
de perdonar.
Güemes tuvo esa virtud de enseñarnos a volar hacia
la libertad y ser libres en ella, pero para serlo, debemos ejercerla y
practicarla todos los días y en cada uno de los actos, como un ejercicio
permanente.
El Gral. Gaucho como buen cristiano y
creyente, fue un verdadero maestro, cuyas enseñanzas debemos hacer
perdurar y transmitir a todas las generaciones venideras.
Necesitamos hombres y mujeres que pongan pasión en
sus actos, la pasión de la razón, no la de la violencia; que propaguen con
esperanza y firmeza las enseñanzas recibidas, para que sea una realidad la
construcción de un mundo en verdadera libertad y servicio, sin que ello
signifique una aventura de vida, porque ser libre no es sinónimo de estar
libre.
Güemes debe seguir siendo el elemento de unión de
la familia gaucha y todos debemos sumar, porque así quiere la mayoría y así
debe ser cuando se dice vivir en democracia.
Es posible la vida en unión, en comunión con el
disenso que es necesario como motor de la creatividad, y aquí en esta tierra,
en estos tiempos, tenemos un ejemplo palpable de lo que se puede hacer cuando
la comunidad se une, dejando de lado los egoísmos, respetando las diferencias y
la disparidad de pensamiento, mirando el futuro bajo la óptica del bien común y
todos así comprenderán como se fusionan los conceptos.
Hoy en Salta, querida familia gaucha y en muchos
lugares del país y fuera de él, la sola mención de la palabra que
identifica a un solitario lugar de la puna que se llama Alfarcito, trae a la
memoria y realidad la figura de otro hombre que ha entregado también su vida
por la unión, la obra de un hombre que andaba en un caballo mecánico con su
poncho rojo al viento, trabajando por esta patria, por una comunidad con un
objetivo que ya trasciende las fronteras, me refiero a la obra de ese
hombre llamado Sigfrido Moroder, más conocido por Chifri.
¿Qué tiene que ver esto con la gesta Güemesiana? Se
preguntarán algunos, tiene que ver y mucho, porque ya entra en el plano de las
tradiciones y de la vida, porque ambos amaban esta tierra, los dos
querían a su pueblo y deseaban la paz, la unión y el bienestar de los suyos
como lo deseamos todos nosotros.
Por eso pidamos por nuestras familias, por nuestras
tradiciones y por nuestros patronos, sin distinción de pensamientos, Credos ni
religiones, diciendo fuerte al viento ¡Viva el General Güemes! Viva la Patria
!, y ¡Vivan nuestros patronos el Señor y la Virgen del Milagro!. Gracias.
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