Por Emilio Nazar Kasbo
"Es digno de alabanza
ser paciente
en el sufrimiento
de las propias injurias,
pero soportar pacientemente las
injurias
contra Dios es la suma impiedad."
SAN JUAN CRISÓSTOMO
Mientras en la Plaza Moreno de La
Plata se desarrollaba la “bicicleteada solidaria” que recorrió las calles de la
ciudad, organizada por “Elegimos la Vida”, rechazando las iniciativas de
legalización del aborto y los planes antivida en general, una movilización de
organizaciones universitarias izquierdistas con extrema violencia verbal fue a reclamar
subvención estatal y “despenalización” del delito de aborto, ante la Catedral
platense.
ANTIVIDA
Militantes antivida de la
Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares de Argentina (COMPA) se
habían reunido el domingo 23 de septiembre de 2012 en la facultad de Agronomía
de la Universidad Nacional para apoyar el aborto legal y gratuito, en el marco
de un congreso y caravana bajo la consigna “por el derecho a decidir sobre
nuestros cuerpos y contra todo tipo de violencia hacia las mujeres”.
Estos grupos antivida que el
viernes 28 de septiembre harán un “Día de lucha por la despenalización y la
legalización del aborto en América Latina y el Caribe”, fueron con carteles y
banderas de grupos homosexuales, lesbianas y trans, remeras y vinchas (llamadas
“bandanas”) color verde, y en algunos casos pañuelos atados al estilo piquetero,
marcharon hacia la Catedral, en un acto de directa provocación anticatólica. Efectivamente,
fue un acto discriminatorio contra la Religión Católica, y no hay institución
que se preocupe por ello, ya que ni la Policía ni el INADI estuvieron hicieron
presentes para impedir semejante agresión. ¿Discriminar a los católicos no es
discriminar?
Según el diario El Día de La
Plata, el Frente Popular Daría Santillán es el principal movilizador de la “COMPA”,
los cuales sostienen que “nuestra insistencia por reclamar la despenalización y
legalización del aborto no es un capricho sino que se basa en una realidad
concreta: es la primera causa de muerte de mujeres en situación de embarazo,
cada año se practican más de 500 mil en la clandestinidad y quienes no cuentan
con el dinero suficiente para realizarlo en condiciones de cuidado sufren
complicaciones o mueren”. A su vez, los manifestantes pedían la sanción en el
congreso nacional de una ley de aborto “legal, seguro y gratuito”, y se
pronunciaron contra el “capitalismo patriarcal”, y en favor de “mayor
presupuesto y políticas de prevención de la violencia de género”, “el
desmantelamiento de las redes de trata y prostitución”, y el final de la
“homofobia, lesbofobia y transfobia”.
DOGMA DE GÉNERO
El tema de género es la
aplicación de los postulados gramscianos de la Escuela de Frankfurt a la
sociedad, para degenerarla. Efectivamente, se lleva la “lucha de clases”
marxistas al ámbito sexual, inventando la “tesis” (el hombre), la “antítesis”
(la mujer), y la “síntesis” (la homosexualidad, subclasificada en variantes
inexistentes del mismo problema), que se convertirá en “nueva tesis” para
llevarla a la “nueva antítesis” (legalización del naturalismo exhibicionista,
la pedofilia, del bestialismo y cuanta aberración sexual exista). En este
marco, la “violencia de género” se torna en una afirmación que abre una
multiplicidad de opciones como las antedichas.
El reclamo efectuado es un “dogma”
para quienes lo sostienen, algo “indiscutible” y que no admite argumentos en
contra. La “despenalización del aborto”, su “legalización”, oculta toda la
problemática vivida por la mujer que asesina a su propio hijo, y el síndrome
post-aborto, que en algunos casos conduce a la mujer a graves situaciones de
depresión. Después de que la mujer aborta, comienza su angustia por recuperar a
ese bebé al que jamás podrá tener en sus brazos, y ese dolor no tendrá jamás
reparo alguno, y semejante debilidad luego es aprovechada por los grupos
abortistas para inocularle odio a la sociedad entera.
Las cifras de 500 mil abortos
anuales “en la clandestinidad” es una enormidad para la Argentina, una cifra
insustentable y carente de toda base científica o racional. A su vez, si el
aborto produce muertes de mujeres, simplemente no se debe abortar. Al pedido de
aborto “legal, seguro y gratuito”, le faltó agregar “obligatorio”.
Despotricaban contra el “capitalismo
patriarcal”, lo cual es una expresión que mezcla el intercambio de bienes
mediante el dinero con la figura paterna, un mero sinsentido: si están en
contra del “capitalismo”, nadie les prohíbe volver al trueque; y hemos de
suponer que ninguno de los manifestantes ha tenido un papá y habrán nacido de
un repollo, puesto que desde Adán y Eva cada persona tiene un papá y una mamá…
Finalmente, una sociedad donde no
se practican las virtudes, ni son promovidas, lógicamente caerá en violencia y
malos tratos entre hombres y mujeres, en el silencio ante las redes de trata y
prostitución. Finalmente, los manifestantes deberían leer el Catecismo de la
Iglesia Católica antes de ir a quejarse ante la Catedral en un acto de odio y
provocación.
MARCHA ANTICATÓLICA
El reclamo de los antivida es una
mera excusa. No importan sus consignas a los organizadores, sino solamente el
hecho de atacar a la Iglesia Católica y a los católicos.
El equivocado reclamo de los
antivida fue dirigido en una marcha desde la Facultad de Agronomía de La Plata
hasta la Catedral de la misma ciudad. Sus carteles responsabilizaban a la
Iglesia por “las muertes en abortos clandestinos”, con cánticos de similar
tenor, querían subir las escalinatas de la Catedral para hacer pintadas e
ingresar para blasfemar y causar daños en el interior. El grupo antivida se
detuvo frente a la escalinata de acceso al templo, porque hubo un cordón de
feligreses católicos autoconvocados que resguardaron el ingreso a la Catedral.
La Policía no intervino, sino que
se limitó a mirar la situación de tensión que generaron los grupos antivida.
Mientras los feligreses rezaban, acompañados por algunos sacerdotes presentes,
el tono de los gritos antivida iban subiendo de tono, imitaron gritos de guerra
como si fuesen indígenas, empezaron a escupir a los feligreses (incluyendo al
sacerdote), las mujeres hicieron actos exhibicionistas levantándose las remeras.
CANTANDO AL SOL
Mientras esto sucedía, se
congregaban en la vereda de enfrente las bicicletas y las familias a las 16
horas, mientras se escuchaban canciones del grupo Filocalia y de Full Brothers en
un escenario que daba la espalda a la Catedral, disponiéndose al recorrido
habitual por las avenidas 53 y 51 de ida y vuelta a la Plaza Islas Malvinas,
pasando ante el Ministerio de Salud bonaerense.
En el acto fueron recolectados
pañales para el Hospital de Niños “Sor María Ludovica”. Los organizadores del
evento, de Elegimos la Vida, refutaron desde el tablado los argumentos más
reiterados por quienes proclaman el derecho al aborto.
La alegría y el alborozo
desbordaba a las familias que participaron del evento con sus hijos. Cientos y
cientos de personas que estaban a favor de la vida se manifestaron de ese modo.
PROVOCACIÓN Y VIOLENCIA ABORTISTA
Simultáneamente, los antivida pretendían
atacar el frente de la Catedral. Provocaron verbalmente, escupieron, pero no
pusieron un pie en la escalinata, donde los feligreses estuvieron firmes, a
pesar de la desventaja numérica. De la defensa de la Catedral platense también
participaron algunos integrantes de la unidad militar histórica del Real Cuerpo
de Blandengues del Fuerte Barragán.
Dado que el campamento “de género”
se realizó en la Facultad Nacional de Ciencias Agrarias, hay quienes se
preguntan quién es el decano, y qué tiene que ver esa actividad con la
Facultad, cuestionando el permiso otorgado. Desde ese “campamento” se había
programado la marcha hacia la Catedral, y difundieron sus intenciones en ese
sentido.
Advertidos, algunos católicos,
sacerdotes y laicos, se apostaron como una valla humana entre los antivida
abortistas y la Catedral, rezando a la Virgen. Las expresiones “democráticas”
de los agresores abarcaban sus blasfemias, escupitajos, y el exhibicionismo en
medio de un desaforado griterío enloquecido y enloquecedor (propio de ese grupo
de angustiados debido a su completa falta de Caridad).
De la defensa de la Catedral
también participaron miembros de Acción Nacional Católica y Jóvenes de la Juventud Nacional del MIN-PPR.
DISCRIMINADORES, DAÑINOS, DROGADOS
Los antivida han sido los
discriminadores, quienes han insultado con odio e intolerancia. Son los rojos,
los bolches, los zurdos, los progres. Querían pintar la Catedral con sus
consignas blasfemas y heréticas, pero no eran mujeres, sino que también había
varones que ostentaban el color verde abortista (a no ser que fueran mujeres
barbadas). Uno de los manifestantes tenía una botella que tendría algún líquido,
pero no se animó a arrojarla.
Fueron los antivida los que
insultaban haciendo gestos propios de los maleducados, maldiciendo. Algunos de
estos manifestantes estaban fumados de marihuana, las mujeres mostraban sus
intimidades mientras gritaban frases abortistas, ateas, y llevando a niños al
frente. Son “las compas” y el MST los que enferman a los argentinos, corrompen
a los niños con promiscuidad pretendiendo ampararse en el “progresismo”, son
ellos los que buscan hacer de la Patria una tierra arrasada.
Una persona mayor afirmó al
evaluar el hecho lo siguiente: “Un querido Hermano Marista me decía siempre:
"seamos cristianos, no bolu…". Hasta cuándo seguir con tanta
blasfemia, tanta difamación, tanta inmoralidad y tanta desnaturalización del
hombre. Hicieron muy bien los camaradas que fueron a defender la integridad de
la catedral. Lamenté mucho no poder concurrir. Tengo 70 años, pero a esta manga
de degenerados los corro con la vaina.”
DEFENDER LA VERDAD
Un sufrido sacerdote estuvo en la
primera línea, formando la cadena humana que se constituyó en la valla
infranqueable para los antivida. Fue escupido e insultado de la peor manera por
los energúmenos que ejercieron violencia en el lugar.
Nunca es violencia decir la Verdad
y defenderla. Todos tenemos la responsabilidad de defender a la Iglesia. Por
dejar hacer y dejar que pasen las cosas ante nuestro silencio, nos entibiamos.
El que no vive como piensa termina pensando como vive.
Hay que defender a la Iglesia siendo
valientes, y actuar siempre con paz, obras y Fe. Pero si nos agreden, tenemos el
legítimo derecho de defensa. Defender no es atacar a nadie, defender hoy a
nuestra Iglesia es una manera de demostrar que obras son amores y no buenas
razones.
CATÓLICOS AUTOCONVOCADOS
El grupo de católicos
autoconvocados fue a la Catedral en primer lugar a rezar, y además a formar una
barrera en el frente para que quienes pretenden atacar con insultos o tirando
cosas al Templo no puedan hacerlo. Es decir, apostarse frente a la Catedral a
rezar no es generar violencia ni agredir a nadie. Este hecho mostró que los
católicos no queremos violencia sino paz y que realmente los no creyentes
deberían tener mas respeto por la casa de Dios.
Los agresores fueron los
violentos. Suele rezarse el Rosario en estas ocasiones, y este hecho suele
enfurecer más las feministas por esa razón. Se vio en esta oportunidad, además,
que las feministas estaban acompañadas por peludos barbudos “feministos”… Rezar
un Rosario no es violencia, el que cree sabe que Dios oirá las peticiones, pero
el que no cree ¿en qué se ve afectado?
Lo que más odia el demonio es que
podamos acudir a la Virgen María, porque Ella lo venció por su humildad y
porque Ella siempre nos ayuda a vencerlo a él y además a llegar mas rápido a
Cristo; entonces cuando rezamos el rosario, el Diablo quiere causar más daño.
Pero las puertas del Infierno no prevalecerán.
Mucha gente quiere sumarse y
participar para poner freno a la pública agresión a Jesucristo, buscando que se
aplique la Tradicional Doctrina Social de la Iglesia para que se instaure la
Justicia Social en nuestra Patria. Cada vez más gente quiere adherirse a las
convocatorias, y tal vez este sea el principio de la Restauración de las Leyes
en la Argentina.
UN TESTIMONIO FINAL
Para terminar esta nota, que fue realizada con aportes vía Internet como fuente de testigos presenciales y notas de otros medios, transcribo los dichos de uno de los defensores de la Catedral, reservando la identidad de la fuente:
Yo
estuve en la Catedral, y ver cómo nos escupían, nos insultaban y blasfemaban
contra Dios, la Virgen María, el Papa y la Iglesia me hace pensar en la triste
situación por la que está atravesando el mundo entero y la Argentina en
particular.
Yo
estoy a favor que nos podamos manifestar, estamos en democracia, pero insultar,
injuriar a una creencia religiosa en particular, es DISCRIMINATORIO.
De
paso quiero felicitar a un sacerdote creo que es el Párroco de Ntra Sra. de la
Piedad que fue increíblemente insultado y escupido, me enorgullezco en tener
sacerdotes como él que a pesar de tantos agravios siguió rezando por estas
personas.
Algo
más que quisiera agregar, cuando vi a este grupito acercarse a la Catedral para
entrar, con una mayoría de jóvenes la mayoría aunque también había gente
grande, es el profundo odio que hay en sus corazones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los mensajes son moderados antes de su publicación. No se publican improperios. Escriba con respeto, aunque disienta, y será publicado y respondido su comentario. Modérese Usted mismo, y su aporte será publicado.