sábado, 27 de octubre de 2012

A 38 AÑOS DE LA MASACRE CONTRA JORDÁN BRUNO GENTA


Por Emilio Nazar Kasbo
Hoy, 27 de octubre de 2012 se cumple un nuevo aniversario de la muerte de Jordán Bruno Genta. Hoy, a 38 años, el dolor deja paso a la Felicidad.
Fue masacrado un día domingo por la mañana, mientras se disponía a asistir a Misa como todos los domingos hacía. Católico cabal, siempre fue fiel al Papa y al Magisterio infalible de la Tradición, sin compartir las desviaciones intraeclesiales que incipientemente acabaron creciendo hasta infectar las venas mismas de la Iglesia Católica. Jamás compartió ni tuvo problema disciplinario alguno en la Iglesia.
Genta fue masacrado un día domingo, el 27 de octubre de 1974, que correspondía al día de Cristo Rey según el Rito Tradicional que fuera abrogado de hecho por la reforma litúrgica posconciliar que fuera prohibida por la misma letra del Concilio Vaticano II. Genta predicaba el Reinado Social de Jesucristo y a instaurarlo todo en Él, en consonancia con el Magisterio y la Tradición eclesial, ya que Jesucristo es el Pantocrator. Predicaba que no sólo debía profundizarse la Teología, sino poner la ciencia y la técnica al servicio de Jesucristo. Y a su vez, predicaba el cumplimiento cabal de las obligaciones cívicas, incluyendo el Derecho de Resistencia a la Opresión, que actualmente se encuentra incorporado en el Catecismo de la Iglesia Católica.
Todos somos mortales, Jesucristo mismo en su naturaleza humana también lo fue, y Genta siempre quiso una muerte como la que tuvo: por motivo de la Fe. 
Puesto a elegir, como Aquiles, habría despreciado una muerte debida a una enfermedad, una vida larga y anónima, como un ciudadano más del gran hormiguero social. 
La Felicidad con motiv
o de un nuevo aniversario, está dada por la Comunión de los Santos, porque sabemos que seguramente ha peleado el Buen Combate preservando la Fe, habiendo vivido con virtudes heroicas. Desde su puesto en la Santa Iglesia Triunfante puede interceder y obtener tantos o mayores logros que los alcanzados en esta vida.

Habrá críticas de personas cercanas al mismo, que muchas veces se deberán a la convivencia, críticas que no hacen a pecados mortales o incluso veniales, sino por ciertos defectos que todo el mundo tiene como consecuencia del Pecado Original. El justo peca siete veces al día, dice la Biblia... ¡qué queda para el resto, que soñamos con alguna vez alcanzar un mínimo grado de justicia en la vida propia! 

Genta buscó formar, y conformó, un grupo de élite, no sólo de militares sino también de civiles, en un trabajo a muy largo plazo. Su condición de filósofo le ha sido negada por algunos, cuando en realidad fue un profundizador de las ideas socráticas cristianizadas. Genta compartió la ética socrática original transmitida por Platón, pero bautizándola.

Genta profundizó la Psicología, la Etica, y principalmente la Metafísica, siempre con un sentido católico, y tales aportes han de ser reconocidos como filosóficos. Enseñaba que la Ontología es la clave que enlaza la razón humana con el Misterio de la Fe. Buscó transmitir el recorrido intelectual que lo llevó a la profunda conversión a los demás, en que partiendo de la literatura clásica helena, pasando por la Historia del Imperio Romano, alcanza desde el paganismo y el racionalismo el grado culmen de la lógica platónico-aristotélica y el orden jurídico y militar de Roma, que recibirá a Jesucristo en su apogeo Imperial. Esta Historia es asumida y bautizada, para luego alcanzar por el camino de la Patrística a santos conversos como San Agustín, o a teólogos intelectuales escolásticos como Santo Tomás de Aquino, en la cultura medieval que expandió la Cristiandad en todo el Occidente Cristiano.

Jordán Bruno Genta fue un Sócrates católico. F
ue un verdadero ejemplo digno de imitar en sus virtudes, alcanzadas por Gracia de Dios tras su conversión. Según un comunicado del Ejército Revolucionario del Pueblo ERP 22 de Agosto (día de María Reina), que fuera publicado por la Revista Cabildo tras la muerte de Carlos Sacheri, a Genta no se le dio la oportunidad de este último de morir saliendo de Misa tras recibir la Comunión. Y se comenta que uno de los mentores intelectuales de ambas muertes fue un sacerdote jesuita ultramodernista que hoy es Cardenal de Argentina, y que no es Mons. Jorge Mario Bergoglio. Es decir, la masacre contra Genta, según tales trascendidos, habría sido por motivo de la Fe. Sin embargo, y más allá del modo de su muerte, él llevó una vida de ortodoxia católica y de obediencia y fidelidad al Papa, vividas en grado heroico.
Vivir peligrosamente, vivir las virtudes "al límite", llevadas al grado heroico, incluso despreciando la vida mundana por anhelo del Reino de los Cielos. 
Lejos ello de conductas suicidas, pero ya dijo Jesucristo que quien ame esta vida la perderá, y que quien quien pierda la vida por Cristo ganará el Reino de los Cielos. 
Genta perteneció a este último grupo, el grupo de los arriesgados varones, de los Adelantados hispánicos, el de todo soldado de Cristo que espiritualmente vive en Gracia de Dios para asumir las empresas más arriesgadas, en las fuerzas de choque o de asalto, las fuerzas de la Vanguardia. 

Jordán Bruno Genta: un fiel soldado de Cristo Rey.

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