Mediante
una comunicación telefónica MONS. HÉCTOR AGUER, Arzobispo de La Plata y uno de
los 36 Padres Sinodales
designados expresamente por el Papa Benedicto XVI, se refirió en su
habitual columna televisiva semanal, en el programa “Claves para un Mundo
Mejor” (América TV), a su participación en ese extraordinario
acontecimiento de la Iglesia de todo el mundo que es la XIII Asamblea
General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que tiene como tema de análisis “La
nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”, y que
culminará el 28 de octubre.
En diálogo con el periodista Tito Garabal, conductor del programa, analizó la importancia de este Sínodo y del
Año de la Fe, dio detalles de los primeros días de trabajo en el Vaticano,
sintetizó su exposición en la Sala Sinodal y comentó sus encuentros con el
Santo Padre Benedicto XVI a quien definió como “un hombre de Dios, realmente es
un hombre espiritual y de una dimensión teológica y pastoral extraordinaria. Se
lo ve muy bien al Papa”.
El prelado platense dijo que “lo más impresionante es que uno tiene aquí
un panorama de la vida de toda la Iglesia porque hay obispos de todo el mundo, no
solamente del rito latino sino también de las iglesias orientales católicas,
del norte y del sur de los cinco continentes. Por eso uno advierte que caminos
están siguiendo las distintas iglesias particulares”
Aseguró que se percibe “un gran entusiasmo por hacer las cosas bien, por hacerlas mejor, por
corregir los errores, por superar las limitaciones y tratar de superarnos
continuamente en esto porque cuando hablamos de transmisión de la fe estamos pensando
en la continuidad de la Iglesia. La misión de la Iglesia comenzó el día de
Pentecostés y no terminará hasta que Cristo vuelva, de tal manera que estamos nosotros insertados en esa historia
viviente y esto es apasionante”
Monseñor AGUER y el PAPA
Explicó que si bien no habló a solas con el
Sumo Pontífice porque son unas “300 personas en la sala Sinodal” como está ubicado “enfrente del Papa, a unos
pocos metros de él y lo veo todos los días muy de cerca. Además tuvimos un
almuerzo con el Papa en el Aula Paulo VI, una momento muy grato”.
De inmediato, Mons. Héctor Aguer agregó: “Al
Papa se lo ve siempre bien, siempre lúcido. Se notan también sus años pero se
lo ve con un vigor y una viveza magnífica como siempre. Él comienza cada
día las deliberaciones del Sínodo y todas las mañanas rezamos la hora tercia
del inicio de la Liturgia de las horas y, el primero día, el Papa hizo una
meditación improvisada bellísima, extensa. No
hay dudas que es un hombre de Dios, realmente es un hombre espiritual y de una dimensión
teológica y pastoral extraordinaria. Así que se lo ve muy bien al Papa”.
Exposición de Mons. AGUER
en la Sala Sinodal
En esta primera etapa de las deliberaciones
del Sínodo Mundial de Obispos cada uno de los Padres Sinodales tiene un tiempo
de exposición sobre temas que consideran relevantes. El Arzobispo de La Plata comentó durante el reportaje televisivo que encaró su ponencia “sobre la relación entre
fe y conocimiento, haciendo alusión al cuidado que hay que tener para que el
conocimiento de la fe se transmita rectamente. Y, por tanto, como tenemos
que cuidar que la formación intelectual de los sacerdotes y de los agentes
pastorales esté de acuerdo con el Magisterio de la Iglesia”.
Destacó que le pareció “valioso hacer notar la importancia que hoy tiene la
concepción cristiana del hombre. Y por tanto también el valor de la filosofía
ante la problemática que existe. Es decir: las ideas extravagantes acerca
de lo que el hombre es y que circulan en la cultura actual”. Explicó que señaló “la necesidad de elaborar un nuevo discurso a favor de la fe. Es decir que los fieles
tengan argumentos como para afirmar que la fe no es un mito, no es una ocurrencia extravagante sino que
tiene una base racional. Y que la tradición de la Iglesia nos invita a penetrar
cada vez más las verdades de la fe. Me parece que esa es otra de las cosas que
debiéramos plantearnos en este Año de la Fe”.
Mons.
Héctor Aguer agregó que “el
Papa dice en la Carta Apostólica “Porta fidei” que debemos aprovechar
este año para volver a considerar los contenidos de la fe y por eso recomienda
el uso del Catecismo de la Iglesia Católica. Ese discurso a favor de la fe tiene que asumir los aportes válidos de
las ciencias de la naturaleza y del hombre de tal manera que se pueda
desarrollar en un nivel académico, en los centros académicos y también en un
nivel catequístico y popular. ¡No es solamente un camino de la inteligencia es
también un camino del corazón!”.
“La
verdad de la fe da respuesta a la sed de verdad de los hombres y las mujeres de
hoy y debe dar respuesta también a sus grandes inquietudes”, aseguró y recordó que “el Sínodo no es un
organismo deliberativo sino consultivo”.
Con el corazón en la
Argentina y saludo a las Madres en su día
“Uno está acá pero en realidad siempre está
pensando en lo que pasa allá. Y, a través del océano, estamos con el corazón
puesto en la patria de tal manera que yo he seguido el inicio de la celebración
del Año de la Fe en la Arquidiócesis de La Plata y sigo también todas las cosas
que allá van ocurriendo”, dijo.
Luego, Mons.
Héctor Aguer afirmó que “este
domingo recordaré de una manera especial a las madres de nuestro país. Rezaré
especialmente por todas ella desde aquí, en Roma, en la cercanía con el Papa y
en la comunión con la Iglesia de todo el mundo”.
Y culminó agradeciendo al programa “Claves para un Mundo Mejor” que “han
tenido la ocurrencia de llamarme para estar presente como lo hago todas las semanas.
Y además de mi cariño les hago llegar una afectuosa bendición en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
En otro momento del exclusivo reportaje el Arzobispo de La Plata comentó
algunas de las celebraciones de las que participó y la importancia del tema
sinodal aunado al Año de la Fe propuesto por el Papa Benedicto XVI, que comenzó
hace pocos días, y la celebración de los 50 años de Concilio Vaticano II y sus
enseñazas.
Adjuntamos el texto completo de las apreciaciones formuladas,
desde el Vaticano, de Mons. Héctor Aguer, en esta entrevista exlusiva difundida
hoy en el progrma:
“He tenido la posibilidad de vivir primero el inicio de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo
de los Obispos que tiene como tema “La
nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”. El domingo 7,
fue una celebración bellísima en la Plaza de San Pedro, en la que además el
Santo Padre proclamó doctores de la Iglesia a San Juan de Ávila y a santa
Hildegarda de Bingen”.
“Allí el Papa habló de lo que significa este impulso a la nueva
evangelización para la transmisión de la fe y luego, el 11 de octubre, tuvimos
allí el recuerdo de los 50 años del Concilio Vaticano II y también esto ha sido
una celebración muy importante. Concelebramos con el Papa otra vez y nos volvió
a insistir en ese acontecimiento eclesial interpretado en continuidad con la
gran tradición de la Iglesia. Es decir esa hermenéutica de la continuidad, de
la novedad en la continuidad e insistió en que debemos volver a los textos, a
los documentos del Concilio donde encontramos su auténtico espíritu”.
“Por eso vemos que es necesario asociar esos dos acontecimientos: el
inicio del Sínodo y el inicio del año de la fe. El Santo Padre Benedicto XVI
eligió para iniciar este Año de la Fe el 50° aniversario del comienzo del
Vaticano Segundo y el vigésimo aniversario de la publicación del catecismo de
la Iglesia Católica en que el Papa insiste que es el catecismo del concilio.
Estamos en ese clima”.
“Luego los Padres Sinodales comenzamos las deliberaciones de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de
los Obispos que van a continuar hasta el 28 de octubre”.
“Lo más impresionante es que uno tiene allí un panorama de la vida de
toda la Iglesia porque hay obispos de todo el mundo, no solamente del rito
latino sino también de las iglesias orientales católicas, del norte y del sur
de los cinco continentes. Por eso, uno, no solo advierte que caminos están
siguiendo las distintas iglesias particulares sino el entusiasmo que existe por
profundizar la transmisión de la fe y por renovar la pastoral ordinaria de la
Iglesia”.
“Yo noto, ante todo eso, un gran entusiasmo por hacer las cosas bien,
por hacerlas mejor, por corregir los errores, por superar las limitaciones y
tratar de superarnos continuamente en esto porque cuando hablamos de
transmisión de la fe estamos pensando en la continuidad de la Iglesia”.
“La misión de la Iglesia comenzó el día de Pentecostés y no terminará hasta
que Cristo vuelva, de tal manera que estamos nosotros insertados en esa
historia viviente y esto es apasionante”
.
AGUER y el PAPA
“No he podido hablar a solas con el Papa porque somos 300 personas en la
sala Sinodal pero yo estoy ubicado prácticamente enfrente del Papa, a unos
pocos metros de él y por tanto lo veo todos los días muy de cerca. Además
tuvimos un almuerzo con el Papa en el Aula Paulo VI, una momento muy grato”.
“Al Papa se lo ve siempre bien, siempre lúcido. Se notan también sus
años pero se lo ve con un vigor y una viveza magnífica como siempre. Él
comienza cada día las deliberaciones del Sínodo y todas las mañanas rezamos la
hora tercia del inicio de la Liturgia de las horas y, el primero día, el Papa
hizo una meditación improvisada bellísima, extensa. No hay dudas que es un
hombre de Dios, realmente es un hombre espiritual y de una dimensión teológica
y pastoral extraordinaria. Así que se lo ve muy bien al Papa”.
EXPOSICIONES DE LOS PADRES
SINODALES
“En realidad se publican solamente las síntesis de lo que cada uno
expone. Yo he encarado mi exposición sobre la relación entre fe y conocimiento,
haciendo alusión al cuidado que hay que tener para que el conocimiento de la fe
se transmita rectamente. Y, por tanto, como tenemos que cuidar que la formación
intelectual de los sacerdotes y de los agentes pastorales esté de acuerdo con
el Magisterio de la Iglesia”.
“También me pareció valioso hacer notar la importancia que hoy tiene la
concepción cristiana del hombre. Y por tanto también el valor de la filosofía
ante la problemática que existe. Es decir: las ideas extravagantes acerca de lo
que el hombre es y que circulan en la cultura actual”.
“He señalado la necesidad de elaborar un nuevo discurso a favor de la
fe. Es decir que los fieles tengan argumentos como para afirmar que la fe no es
un mito, no es una ocurrencia extravagante sino que tiene una base racional. Y
que la tradición de la Iglesia nos invita a penetrar cada vez más las verdades
de la fe. Me parece que esa es otra de las cosas que debiéramos plantearnos en
este Año de la Fe”.
“El Papa nos decía en la Carta Apostólica “Porta fidei” que debemos
aprovechar este año para volver a considerar los contenidos de la fe y por eso
recomienda el uso del Catecismo de la Iglesia Católica. Ese discurso a favor de
la fe tiene que asumir los aportes válidos de las ciencias de la naturaleza y
del hombre de tal manera que se pueda desarrollar en un nivel académico, en los
centros académicos y también en un nivel catequístico y popular. ¡No es
solamente un camino de la inteligencia es también un camino del corazón!”.
“La verdad de la fe da respuesta a la sed de verdad de los hombres y las
mujeres de hoy y debe dar respuesta también a sus grandes inquietudes”.
“Creo que hay que recordar que el Sínodo no es un organismo deliberativo
sino consultivo. Tiene que producir una serie de proposiciones que resuman
nuestro trabajo para entregárselos al Santo Padre y él determinará, luego, que
hace con ellas. Normalmente el Papa luego publica una exhortación apostólica
post sinodal donde se recoge todo esto”.
“Pienso que toda esta riqueza puede canalizarse magníficamente en
sugerencias bien concretas para que podamos continuar la obra evangelizadora
con un nuevo entusiasmo, con nuevas ideas, con un ardor particular. Es decir,
poniendo todo el deseo de que efectivamente la fe de Cristo se transmita en las
nuevas generaciones, especialmente pensando en los niños y los jóvenes de hoy”.
“Uno está acá pero en realidad siempre está pensando en lo que pasa allá.
Y, a través del océano, estamos con el corazón puesto en la patria de tal
manera que yo he seguido el inicio de la celebración del Año de la Fe en la
Arquidiócesis de La Plata y sigo también todas las cosas que allá van
ocurriendo. Por eso este domingo recordaré de una manera especial a las madres
de nuestro país. Rezaré especialmente por todas ella desde aquí, en Roma, en la
cercanía con el Papa y en la comunión con la Iglesia de todo el mundo”
“Quiero agradecer a Claves para un Mundo Mejor que han tenido la
ocurrencia de llamarme para estar presente como lo hago todas las semanas. Y
además de mi cariño les hago llegar una afectuosa bendición en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
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