"Todos nosotros tenemos la renuncia firmada y entregada desde el día que asumimos, no nos interesan los cargos sino los proyectos", afirmó anoche el funcionario de Cancillería y radical k, Horacio "Pechi" Quiroga, al programa de radio Política y Jazz que se emite los sábados a las 20 por radio América.
Quiroga, quien en rigor hace rato que quiere irse del Gobierno para dedicarse a trabajar en la reunificación del radicalismo y sobre todo, en la construcción de un armado nacional que lidere su amigo Julio Cobos, atemperó las posibilidades de ruptura que se insinúan en el seno de la Concertación oficialista, aunque no las descartó.
"Llegó el momento de definir si va a gobernar el kirchnerismo o la Concertación. Si ellos (por los kirchneristas) quieren que la Concertación siga viva, vamos a tener que empezar a discutir un programa de Gobierno consensuado", advirtió.
"Si se nos dice que va a gobernar sólo el kirchnerismo, no tenemos que esperar un segundo más de tiempo y decir `aquí está mi renuncia de carácter indeclinable´", advirtió Quiroga.
Las declaraciones coincidieron con la renuncia masiva de radicales K que integran las filas del Gobierno, mientras las sospechas sobre supuestas presiones para que dejan sus cargo aumentan.
Venganza kirchnerista
El grupo más duro de los pingüinos, reunidos en Casa Rosada con la Presidente Cristina Fernández, había pedido salir a la caza de cobistas en represalia al voto del Vicepresidente en el Senado. Hoy, la avanzada ya esa una realidad.
Según informa hoy Clarín, Pese a que el Vicepresidente Julio Cobos se cansó de repetir en las últimas horas que no piensa abandonar el Gobierno, el puñado de radicales K que él había logrado colocar en el Ministerio de Planificación ya le presentó su renuncia a Julio De Vido.
Todo sucedió un día después de la votación en el Senado, donde el "no" de Cobos en el dramático desempate dejó al Gobierno sin ley para respaldar las retenciones móviles y desató la furia del kirchnerismo.
Se trata del Subsecretario de Combustible, Alejandro Rodríguez, quien le confirmó ayer a Clarín que, el viernes, dejó su renuncia por escrito, pero negó que se la hubiera exigido alguno de sus superiores en el Ministerio. El mismo Rodríguez, sin embargo, le contó a gente de su confianza que fue el Subsecretario de Coordinación y Control de Gestión del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta, quien le solicitó su renuncia por orden de De Vido. Con Rodríguez, renunció también el Director de Refinación y Comercialización, Eduardo Moreno, otro radical k.
Además, otras versiones que circularon ayer en Mendoza, afirman que también habría renunciado el titular del Ente Regulador de la Electricidad (ENRE), Mario De Casas. Los colaboradores de Cobos recordaron que De Casas había criticado la convocatoria del Vicepresidente a los gobernadores en pleno conflicto con el campo y deslizaron que estaría haciendo gestiones para conservar su cargo.
Al menos hasta anoche, no se sabía cuál será el futuro de los otros dos cobistas del Gobierno: el subsecretario de Relaciones Institucionales de la Cancillería, Horacio "Pechi" Quiroga, y el Presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, Juan Carlos Jaliff.
Pechi enojado
Sin embargo, Quiroga afirmó al programa Política y Jazz que "no me quedo un segundo más" en el cargo si no hay "voluntad de que gobierne la expresión que ganó las elecciones" en octubre pasado, es decir, la coalición que incluyó a los radicales "K".
El funcionario criticó con palabras durísimas al piquetero Luis D´Elía, que por estas horas volvió a acusar a "Judas Cobos" de encabezar un golpe contra Cristina Fernández.
"Es un marginal de la política que dice barbaridades y brutalidades que sólo son posibles gracias al propio sistema democrático que tolera la expresión de individuos como él", afirmó.
Quiroga también confirmó que su intención y la de Cobos es trabajar por la reunificación del radicalismo, aunque no dio precisiones sobre si en las legislativas del año próximo irán a las elecciones con listas separadas a las del kirchnerismo.
Com sea, de confirmarse que las renuncias de radicales k son en realidad despidos, nadie debería asombrarse demasiado. En 2003, Néstor Kirchner echó a tres funcionarios de la Secretaría de Turismo para castigar a Daniel Scioli.
El Vicepresidente había anticipado una suba en las tarifas de los servicios públicos y había cuestionado que el Congreso fuera a declarar la nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Fueron días tensos, en los que los voceros de Scioli tuvieron que salir a aclarar que el vicepresidente no pensaba renunciar.
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