Por Juan Antonio Schmidt
Evita significaba todo, y hoy quienes llevan el nombre de Perón y de Evita para su propio negocio han convertido todo en una fuente de ganancias. Un ejemplo es la República de los Niños, que es para niños ricos.
En su oportunidad, nuestra Agrupación elaboró un proyecto para autofinanciamiento de la República de los Niños, a fin de que todos los servicios y juegos que brinda sean gratuitos, que no interesó a los funcionarios.
No es que se esté en desacuerdo con los ricos, pero la República de los Niños es para todos. Pero hoy, por ejemplo, para subir a la Calesita cuesta $ 4 la vuelta, y quien va con cuatro hijos necesita una fortuna para dar una vuelta.
Antes, en la década de 1950, la calesita era para todos, todos los juegos eran grautitos, y se les mostraba a los chicos lo que era una República. Y además, servían gratis chocolate y alimentos para los chicos que concurrían. Venían colectivos de todas partes con niños para disfrutar de la jornada.
Era un ejemplo para la enseñanza, y hoy la quieren convertir en Disneylandia para que la visiten solamente quienes tienen dinero, la quieren convertir en un negocio.
Estos seudoperonistas llevan a Evita y a Perón en el bolsillo, y no en el corazón como los verdaderos peronistas.
Y el recuerdo de Eva Perón va de la mano de la República de los Niños, porque ella era una de las impulsoras del lema que afirmaba: "los únicos privilegiados son los niños".
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