martes, 6 de octubre de 2009

SELECCIÓN ARGENTINA: SALGAMOS DEL FRENTE PARA LA DERROTA



"No soy de hacer cambios. Estoy con la misma mujer hace 30 años y no veo motivos para cambios en la Selección Argentina", aseveró el responsable de las designaciones de Directores Técnicos, Julio Grondona, en Río de Janeiro, donde asistió a una reunión del Comité Ejecutivo de la FIFA.

Faltando dos jornadas para el final de las Eliminatorias, la Selección Nacional aún no tiene garantizada una plaza en Sudáfrica. El culto insolente a la irreverencia de Diego Armando Maradona es una muestra de la decadencia de la figura de autoridad en el país, de cómo funciona “el sistema”, de cómo son nuestros dirigentes, de hacia dónde nos llevan. Anarquía es la palabra que define esta decadencia… La indisciplina y la desorganización reinan, sobre todo cuando el incompetente vive desautorizando a quien es más entendido, como forma de imponerse arbitrariamente... aquí es donde la anarquía y el autoritarismo se dan de la mano.

No se puede tener más que un solo Dios (que ha de ser el único y verdadero revelado en el Nuevo Testamento y transmitido por la Tradición de la Iglesia Católica). Quien viola esta norma, no solamente atenta contra el Primer Mandamiento, sino que pretende adorar a dos señores… lo cual es imposible.

La Selección Nacional tiene a un ser humano que fue una soberbia estrella futbolística hasta que recayó en graves vicios y que pretende ser un “dios” del fútbol (y que hasta tiene su propia iglesia blasfema) que es su Director Técnico, y tiene a un Director General de Seleccionados que es un destacado ex jugador de fútbol y además médico recibido con todo el conocimiento profesional que ello implica, y DT de la selección cuando supo salir en los primeros lugares en los Mundiales de fútbol.

A uno, el engreimiento y los vicios lo señalan como un incompetente que hizo fracasar a cada equipo que pretendió dirigir después de haber tenido una humillante salida profesional del fútbol en base a sus adicciones. Al otro, la paciencia y la humildad, así como el amor a su labor lo hacen permanecer en un puesto que resulta clave para que el desastre no sea total.

Diego Armando Maradona, evidenció la tensión que existe con Carlos Bilardo al advertir que después de las eliminatorias mundialistas verá qué hacer con él. "Esto lo dejo para después, antes no voy a hablar, estoy muy concentrado", explicó Maradona luego del entrenamiento que mantuvo con los convocados locales en vísperas del amistoso Argentina-Ghana, en Córdoba. ¿Concentrado? ¿Concentrado en qué? ¿Concentrado en sus “aspiraciones”?

La victoria en que el equipo africano de Ghana perdió por 2-0, demorando más de 20 minutos en el primer tiempo para el primer gol, y un segundo gol al final del primer tiempo marca en sí una derrota. Para una práctica ha de buscarse un equipo de similares características al de los verdaderos contrincantes, como podría ser la selección de fútbol colombiana o mexicana… ¿pero contra Ghana? ¿Qué ganamos?

Julio Grondona eligió a Diego Armando Maradona como Director Técnico, y a la vez designó a Carlos Bilardo, quien fuera técnico campeón de México 86 y subcampeón en Italia 90 como “Director General” del equipo, un cargo inexistente con anterioridad.

Maradona carece de intelectualidad y de visión técnica del equipo, y pone el exclusivo acento en la pasión por ganar, en el entusiasmo, que tal vez era lo que podía servirle a él como jugador, pero el juego de equipo es otra cosa. La visión de Maradona como autoridad está desfigurada.

Cuando Maradona viajó recientemente a Italia, durante esta ausencia Bilardo armó una convocatoria paralela de jugadores, lo que muestra la gran diversidad de criterios.

A Maradona se le debe que Argentina perdió 6 de los 8 partidos que jugó, sin contar el “amistoso” contra Ghana (que no se puede contar), y que sólo sirve para “animar” al DT, y que ha sabido conducir con toda seguridad a nuestra Selección al peligro de quedar eliminada de Sudáfrica 2010 en sólo dos partidos.

"No me gustan las listas anticipadas", se quejó Maradona denunciando así la acción de Bilardo y su manejo “profesional”. Maradona advirtió que todo lo ocurrido durante su ausencia con Bilardo "lo tengo metido en la computadora… Somos grandecitos, vacunados y no tenemos que dar consejos a nadie". Dos autoridades han generado graves diferencias en el manejo del conjunto argentino

Al revés de lo sucedido con Bilardo, Maradona decidió reconciliarse con Sergio Batista, el entrenador de la selección sub-20, que comenzó a ayudarle con la formación de jugadores.

Estas idas y venidas no hacen bien. No puede haber dos autoridades, y como hay una autoridad que se impone por experiencia y conocimientos y otra “autoridad” que se impone por voluntarismo pero que suma malas experiencias e ignorancia de la visión técnica, acaba este último acudiendo a alguien que le sirva de apoyo, reforzando así su “voluntarismo” con alguien que sea más capacitado pero que no es la autoridad con la que debe trabajar.

Así, surgen tres autoridades con visiones diversas sobre lo que hay que hacer:

1) el estratega que sabe lo que debe lograr y conoce los medios de que dispone así como su grado de efectividad, gozando con la autoridad suficiente como para alcanzar las metas propuestas;

2) el líder pasional, que siente lo que debe lograr, sin reconocer más medios que el propio impulso y el entusiasmo anímico para superar toda dificultad, careciendo de una estrategia para ello y convirtiéndose en un mero táctico carente de visión general, y quien a pesar de tener autoridad para ejecutar decisiones no puede utilizar tal autoridad por carecer de conocimientos y por tanto de opciones para decidir racionalmente; y

3) la autoridad indirecta o “invitada” por el líder pasional en sustento del propio entusiasmo, que se convierte en un factor de “tironeo” interno, ya que si bien puede tener conocimientos técnicos, el modo de aplicar tales conocimientos es el del líder pasional que sí tiene autoridad, y que buscando suplir la incompetencia intelectual acaba por generar una división porque su función única es desautorizar al estratega para sostener el voluntarismo del líder pasional.

A esto se llama anarquía. Imaginemos un campo que tuviera al personal sujeto a estos dos tipos de autoridades: el estratega indicaría las labores que se deben realizar distribuyendo las tareas entre el personal; el líder pasional lo desautorizaría, alteraría las tareas asignadas entre el personal, y cambiaría las mismas tareas en sí, produciendo graves daños y pésimos resultados; ante tales resultados, el líder pasional acude a un asesoramiento externo para dar una apariencia científica a su espíritu de contradecir al estratega, y que sin autoridad real acaba ejerciendo la función de autoridad indirecta. ¿Qué hará el personal? Nada, más que obedecer la última orden que ha recibido, sea de quien fuese. Todas las tareas quedarán a medio hacer, y no habrá jamás unidad de criterios. El colapso y la derrota son previsibles.

¿Cuál es el mérito de Maradona? Sumemos en la lista:

1) Es amigo de Fidel Castro; 2) tiene un tatuaje en su brazo del asesino terrorista guerrillero Ernesto “Che” Guevara; 3) es amigo de Hugo Chávez; 4) es socialista; 5) es oficialista y está de acuerdo con Néstor Kirchner y Cristina Kirchner; 6) criticó al Papa Juan Pablo II; 7) tiene antecedentes de adicciones de varias clases…

¿Antecedentes en fútbol? Sí, hace muchos años supo jugar bien y a participar de la victoria en algunos Mundiales. ¿De fútbol hoy? Nada.

Sigamos en el Frente por la Derrota, que de 8 perdimos 6, y ya nos faltan perder dos más para darnos cuenta tarde de las consecuencias de la anarquía y la insolencia confundida con la autoridad.

Salgamos del Frente para la Derrota. Muchos opinan que el DT debe ser Carlos Bilardo. Tan simple como eso.

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