Por Emilio Nazar Kasbo
Con diversas manifestaciones, las primeras figuras del Gobierno Nacional y de la Provincia de Buenos Aires se han manifestado en contra de la familia, y en favor del “matrimonio homosexual”.
Y todo lo que dicen es mentira. Lo que están haciendo, no es más que discriminar a toda la población heterosexual.
Los malos gobernantes han establecido un “corralito sexual” en un “combo”: matrimonio homosexual, aborto y educación sexual que abarque los dos primeros. Y en ello responden a imposiciones del Poder Internacional del Dinero.
Es decir: la educación sexual planificada incorpora como modelo en las escuelas el “matrimonio homosexual”, la lujuria elevada a su máxima expresión y sin límite alguno, utilizando todo tipo de método para evitar embarazos, y que ante la posibilidad del nacimiento de los niños se aplique el aborto. La legitimación de todo tipo de relación sexual para los niños, será enseñada desde la más tierna infancia, desde el Jardín. Tal es el plan que abarca esta “educación sexual” desde los pocos años de vida hasta los 18 años de edad ¿qué educación sexual es esa que requiere tanta explicación?
El gobierno quiere imponer este modelo a la más amplia mayoría del pueblo argentino, no como reivindicación de una minoría (que es utilizada para sus propios fines propagandísticos), sino como la imposición de una ideología.
La oposición se les ha unido entre los diputados. Lo han mostrado votando el proyecto que el miércoles 14 será sometido a votación. Así, se convirtió en un “partido único” con una única propuesta.
Ahora toca al Senado. Todo el interior provincial ha sido conmocionado por la noticia de la aprobación legislativa de instituciones que carecen de naturaleza jurídica.
En medio de la inflación, en medio de un colapso económico, del pago de una ilegítima deuda externa, de una política agropecuaria agresiva con el sector productivo, con un perfil netamente confrontativo, ahora el Gobierno se presenta “preocupado” por el “tono” del debate sobre el matrimonio “homosexual”. Cae el nivel de vida de los jubilados y pensionados, resulta casi imposible continuar exitosamente con una empresa por más de tres años intentando generar ingresos que puedan sustentar a una familia, y no hay dinero en la calle. El Gobierno Nacional ha avanzado sin percibir resistencia alguna, y por eso ahora quiere imponer el “corralito sexual”. Inseguridad por todas partes, y la verdadera educación ha sido abandonada, no hay insumos básicos en los hospitales públicos y los salarios de los empleados estatales son una miseria, hay millones y millones de piqueteros que viven de indignos planes sociales sin hallar razonables posibilidades de inserción laboral, y así, el buque hace agua por el frente que se lo mire… llueven las denuncias por corrupción, y el buque parece el Titanic.
Ni la unión civil ni el “matrimonio homosexual” son aceptables. Ambos carecen de naturaleza jurídica. Es más, el matrimonio es para el nacimiento de los niños de forma natural, y la unión civil no es una institución definida, ya que es una inscripción en un registro que otorga derechos a los ciudadanos con el único requisito de hacer público lo que es privado (relaciones sexuales entre los que se inscriben), y que se trate de dos personas (indistintamente de su sexo). Es decir, la unión civil discrimina a convivientes que sean más de dos personas, o a quienes no mantienen relaciones sexuales entre sí pero que conviven bajo un mismo techo, privándolos a todos ellos de los mismos derechos. Si se aprobara el “matrimonio homosexual”, se incurriría en la misma discriminación a tales grupos.
Nadie pretende “discriminar” a las personas, pero no se puede dar status jurídico a instituciones inventadas en un laboratorio y que carecen de naturaleza jurídica. Se busca implantar el aquelarre explícito, y el odio es la guía de los que pretenden imponer estas inicuas leyes, al decir de numerosos prelados.
¿Quién los votará la próxima vez? Interesante pregunta… ¿Qué habrá planificado Fernando De la Rúa en octubre del año 2001? ¿Qué planifica ahora el Gobierno, que tiene un Ministerio a los efectos?
Parece que hay gente en el Gobierno a los que les gusta que les rompan… el rating.
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