Por: Ricardo Díaz
A mediados del siglo XX, Enrique Santos Discépolo compuso un tango cuya letra tiene total vigencia aún , y la seguirá teniendo, de acuerdo a como vienen sucediendo los acontecimientos y por el tipo de gobiernos que padece nuestra querida patria, cada véz más mediocres y corruptos.
Porque aquello de “Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos, contentos y amargaos, varones y dublés…” tiene, a mi entender, una actualidad impresionante. Y esto otro :“Vivimos revolcaos en un merengue y en el mismo lodo todos manoseaos”. Increible vigencia. No lo escribió el día anterior a la promulgación de la ley de casamiento entre homosexuales, lo escribió, como dije al principio, a mediados del siglo pasado.
“¡Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor! ¡Ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador …” . “los inmorales nos han igualao”. Tuvimos un profeta entre nosotros y no nos dimos cuenta. ¿Será porque decía la verdad? . Ya sabemos lo que pasa con los que dicen la verdad, comenzando con Nuestro Señor Jesucristo: se la somete a votación, en este caso el cobarde Pilatos procede a ello y luego se lava las manos, y el pueblo, influenciado y presionado por los que no reconocieron a la Verdad misma, gritó “¡crucifícalo…crucifícalo!. Y luego ha sucedido lo mismo con hombres destacados en el ámbito de la religión, la política y el periodismo, que fueron “quitados” del medio por decir las cosas tal cual son. Podríamos deducir y decir, entonces, que nos encontramos en el reino de la mentira.
Alguna vez se habló, o cantó, sobre el reino del revés, pues bien, eso también, como el tango Cambalache, tiene vigencia. Estamos, aunque nos cueste creer, en el reino del revés, en el reino de la mentira: “¡Qué falta de respeto, qué atropello a la razón! ¡Cualquiera es un señor! ¡Cualquiera es un ladrón! Mezclao con Stravisky va Don Bosco y “La Mignón”, Don Chicho y Napoleón, Carrera y San Martín. Igual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches se ha mezclao la vida, y herida por un sable sin remache, ves llorar la Biblia junto a un calefón”.
“¡Siglo veinte cambalache, problemático y febril, el que no llora no mama y el que no afana es un gil !” . . . calificativo, este último, no atribuible a nuestroS gobiernoS, porque, cuidado, no sólo este gobierno a procedido al enriquecimiento ilícito desmentido y negado por algún que otro juez; hubo otros muchos, a lo largo de nuestra compleja historia política que tampoco fueron giles.
Y, por último, concluyamos con el análisis de este increible tango de actualidad, reflexionando sobre sus últimos versos: “¡No pienses más, sentate a un lao, que a nadie importa si naciste honrao! Es lo mismo el que labura noche y dia como un buey, que el que vive de los otros, que el que mata, que el que cura o está fuera de la ley”.
Sin más palabras, está todo dicho, sólo queda apagar la luz y cerrar la puerta. Esto fue escrito en el siglo XX y seguirá así por muchos siglos salvo que, haya una natural y sana reacción de todo un pueblo que diga basta a tanta impostura.
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