martes, 10 de agosto de 2010

INSEGURIDAD RURAL EN SAN LUIS, CON 3 CASOS

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En la foto: robos cargados de violencia en la provincia de San Luis

 

Quienes debían investigar los asaltos a la Estancia "Ruiseñor" siguen presos. En el primer asalto se hicieron pasar por policías, y en el segundo habría actuado un inspector.

BANDA DELICTIVA

Una banda con armas, uniformes y balizas policiales asaltó la estancia de Roberto Ruiz la noche del 28 de mayo de 2010. La asociación ilícita sabía que el estanciero guardaba dinero en la Estancia “El Ruiseñor”, y 26 días después volvieron a robarle la noche del 23 de junio.

Roberto Ruiz, de 59 años, se estaba bañando en su Estancia ubicada a 12 km de Justo Daract, a las 23 hs del viernes 28 de mayo. Su esposa, María del Carmen Muñoz, le advirtió: “Roberto, ahí viene la Policía”, advirtiendo por la ventana delantera de la casa, que da al norte, que se acercaba un vehículo que “tenía balizas de color azul que giraban”. Ruiz le dijo que no abriera la puerta, que esperara a que saliera del baño.

Cuatro hombres bajaron del vehículo y uno quedó al volante. "Vestían indumentaria policial y dos portaban armas de fuego de caño largo". Uno de los supuestos policías le preguntó si estaba el esposo, y le dijo que había pasado algo grave.

- ¿Qué pasó, muchachos? - les preguntó Ruiz.

El recién llegado, en vez de contestarle, le preguntó si estaban solos en la casa y si tenían empleados. El dueño les dijo que estaban solos y no tenían empleados.

- En la entrada al campo hay una mujer y un hombre ahorcados -le mintió el desconocido.

Ruiz fue a sacar su camioneta Ford F 100 de la cochera, pero no pudo.

- Quedate quieto, no te va a pasar nada -le anunció el supuesto policía, mientras le tomaba el cuello con el brazo izquierdo y le pegaba una trompada en la cara con la derecha.

TORTURADOS

Ruiz fue llevado nuevamente a la casa, obligaron al matrimonio a tirarse en el suelo y le ataron las manos a la espalda con precintos negros. Después a Ruiz lo llevaron al baño, con la cara tapada con una toalla y un pañuelo. Lo sentaron en el inodoro, le precintaron los pies y le preguntaron:

- ¿Dónde tenés la plata?

Ruiz les indicó, fueron a buscar el dinero y cuando regresaron le pegaron trompadas en el estómago. "Al mismo tiempo escuchaba los gritos de mi esposa que también la estaban golpeando", evocó el estanciero.

Lo obligaron a sacarse las zapatillas, y uno de los malandras calzado con borceguí le reventó de un pisotón el dedo gordo del pie izquierdo.

- ¿Dónde tenés más plata? –insistían mientras lo torturaban.

- ¡No tengo más! –les respondía la víctima.

Igualmente revolvieron la casa, y con un atizador de la estufa le quemaron el estómago dos veces, y una en la planta del pie derecho. Le pegaron con un palo en las rodillas, lo llevaron al dormitorio y lo sujetaron al espaldar con precintos, y también a su esposa, a quien también quemaron en la planta de los pies y las piernas.

Los delincuentes se escaparon en la F 100 de Ruiz, el cual más tarde abandonaron.

OTRA VEZ

Después, el miércoles 23 de junio, cuatro o cinco delincuentes entraron a la vivienda rompiendo los vidrios de las ventanas. También actuaron con violencia, y dispararon contra un hijo de Ruiz, robando dinero y una camioneta.

En momentos en que estaba con su familia haciendo el recuento de dinero para pagar servicios “escuchan ladridos de perros e inmediatamente una persona rompe el vidrio de una ventana e ingresa, mientras, dos o tres sujetos más hicieron lo mismo en otros sectores de la vivienda”.
Los Ruiz se refugiaron en una de las habitaciones, pero uno de los hijos del matrimonio quedó al descubierto y a merced de los delincuentes. Fue encañonado y golpeado. Los asaltantes se llevaron dinero y una camioneta. 
Antes de escaparse, los delincuentes dispararon contra uno de los hijos del matrimonio, uno de los proyectiles le rozó la cabeza provocándole una herida.
“Hubo dos disparos más supuestamente para amedrentar a los perros. La camioneta Ford F 100 fue abandonada a 2 mil metros con manchas de sangre. Uno de los sospechosos presentaría un profundo corte con los vidrios”, informó la policía.

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En la foto: Miguel Piñera con Belén Hidalgo

LA CUÑADA PUNTANA

Un empleado de un predio rural de la novia del hermano de Sebastián Piñera, presidente de Chile, resultó herido de un balazo en el pecho al ser asaltado por cinco delincuentes que maniataron a siete personas y robaron dinero, joyas y una camioneta, en la ciudad puntana de Justo Daract.
El hecho ocurrió el 7 de agosto pasado, en la estancia "Los Cardales", en dicha ciudad ubicada 130 kilómetros al este de la capital de San Luis, donde viven Norma y Manuel Hidalgo, padres de Belén Hidalgo, la novia de Miguel Piñera, hermano del primer mandatario chileno.
El comisario mayor Vicente Tula, jefe de la Unidad Regional 2 de la policía de San Luis, indicó que todo comenzó cuando cinco delincuentes encapuchados y armados irrumpieron en el establecimiento con fines de robo.
Los asaltantes redujeron al matrimonio Hidalgo y a cinco empleados, a los que ataron, tras lo cual se apoderaron de 2.500 dólares, 5.000 pesos y algunas joyas de oro.
Según las fuentes, durante el asalto, Juan Carlos Chirino, uno de los empleados del establecimiento, fue herido de un disparo en el pecho por uno de los delincuentes, que huyeron en una camioneta propiedad de la familia Hidalgo.
Tras el hecho, el herido fue auxiliado por las otras víctimas que luego de zafar de sus ataduras lo trasladaron al sanatorio La Merced en la ciudad de Villa Mercedes.
Chirino se encuentra estable y el proyectil no afectó ningún órgano vital, informaron los médicos del sanatorio.
Belén Hidalgo, la novia del hermano del presidente de Chile, también es oriunda de la ciudad de Justo Daract donde viven sus padres.

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