En la foto: Dr. Carlos Lionel Traboulsi, presidente del Partido Demócrata Cristiano de la República Argentina .
El 15 de julio de 2010 fue aprobada la ley homosexual en la Cámara de Senadores de la Argentina, y luego promulgada por la presidente Cristina Kirchner. La aplicación de la Ley debía comenzar el día 2 de agosto de 2010, y a pesar de ello comenzaron a realizarse “matrimonios homosexuales” en jornadas previas a fin de lograr efectos mediáticos.
En el marco descripto, el Partido Demócrata Cristiano de la República Argentina comienza ahora a desarrollar una acción al respecto. Sin embargo, el PDC en su oportunidad se pronunció en favor de la denominada unión civil, una institución inventada que igualmente pretende legalizar un derecho inexistente (excluyendo además de sus “beneficios” a todos los que conviven sin vinculación sexual).
El presidente del Partido Demócrata Cristiano de la República Argentina, doctor Carlos Lionel Traboulsi, convocó a la realización de un Plenario Nacional de dirigentes, militantes, afiliados, simpatizantes y profesionales demócratas-cristianos, de diversas disciplinas, para analizar la posibilidad de impulsar la derogación de la Ley, recientemente aprobada por el Congreso Nacional y promulgada por el Poder Ejecutivo Nacional, que equipara el matrimonio natural de un hombre con una mujer, con la convivencia antinatural de personas del mismo sexo.
Este Plenario Nacional de la Democracia Cristiana se efectuará el próximo sábado 14 de agosto, a partir de las 10, en la sede nacional del Partido Demócrata Cristiano, ubicada en la calle Combate de los Pozos 1055, primer piso, de la ciudad de Buenos Aires.
Por otra parte, en el mismo encuentro, se impulsará también la total oposición de los dirigentes demócratas-cristianos a los diversos proyectos de ley que ya están recorriendo los despachos del Congreso Nacional, que buscan despenalizar por completo el crimen del aborto, manteniendo uno de los principios básicos de la doctrina social-cristiana, como lo es la defensa del niño por nacer, y la defensa de la vida en su total extensión, desde la concepción hasta su muerte natural.
Traboulsi recordó que “la Democracia Cristiana Argentina se ha expresado en muchas ocasiones en contra de esta Ley (de matrimonio homosexual) que fue aprobada…, y sus dirigentes, militantes, afiliados y simpatizantes de todo el país han participado de encuentros y proyectos que convergían en el denominado Proyecto de Unión Civil para personas del mismo sexo, para reconocer esos derechos de la minoría homosexual que vive en la Argentina, pero siempre nos opusimos, y de hecho lo seguimos haciendo, a la posibilidad de adopción de niños y niñas por parte de parejas de homosexuales, porque eso viola cualquier expresión de libertad natural en el orden de la vida, y siempre sosteniendo la idea del matrimonio integrado por un hombre y una mujer, con sentido de procreación, y pretendiendo evitar que en un futuro los niños y niñas que sean adoptados por parte de parejas de homosexuales, sufran un grave daño en su psiquis, y sean objeto de discriminación o algún tipo de violencia en su futuro”.
Jorge Horacio Gentile es profesor de Derecho Constitucional de las Universidades Nacional y Católica de Córdoba, Académico correspondiente de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas y fue diputado de la Nación. Blog: jorgegentile.com/.
La web de la Democracia Cristiana reproduce el informe de Gentile ante la Comisión de Legislación General del Senado de la Nación, quien lo siguiente avalando la unión civil:
Unión Civil
Si tenemos en cuenta que en nuestra sociedad hay personas del mismo sexo, homosexuales o no, que voluntariamente quieren convivir y asistirse mutuamente, en forma permanente; es que, sin modificar la legislación sobre el matrimonio y sin reformar la Constitución, se podría crear por ley un tipo de sociedad o unión civil, que las comprenda, a los efectos de regular las cuestiones patrimoniales, de habitación, de obra social y de herencia que se den entre los que la integran.
El régimen de adopción, que se rige por el principio del interés superior del niño, no es necesario cambiarlo ya que el actual permite adoptar a personas que no están unidas en matrimonio.
Fernando Savater ha escrito que “Suele decirse que todas las culturas son igualmente válidas y que no hay unas mejores que otras. Creo que no es verdad. La cultura que incluye es superior a la que excluye; la cultura que respeta y comprende me parece más elevada que la que siente hostilidad ante lo diferente; la cultura en la que conviven formas plurales de amar, rezar, razonar o cantar tiene primacía sobre la que se atrinchera en lo unánime y confunde armonía con uniformidad”.
El artículo 11 de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ha bien declarado el “derecho a ser diferentes, no admitiéndose discriminaciones que tiendan a la segregación por razones o con pretexto de (…), orientación sexual,(…)” con el propósito de reconocer, entre otros, los derechos de los homosexuales – a quienes socialmente se los ha discriminado injustamente duramente mucho tiempo -, remarcando aquella interpretación del principio de igualdad ante la ley que proclama: “la igualdad entre los iguales en iguales circunstancias”. Pero en el proyecto en debate cuando se intenta regular la unión entre personas del mismos sexo se vulnera este derecho al equipar, lo que es distinto y diferente, como: el matrimonio con la unión civil de los del mismo sexo, y sustituir la condición natural y jurídica de padre o madre, de esposo o esposa, con la de simple “contrayente”. La ley que se pretende sancionar, entonces, atenta también contra este derecho a ser diferentes.
Bidart Campos ha dicho al respecto que: “(…) para sostener que la unión homosexual no es igual a la unión conyugal del varón y la mujer, no estamos pensando en lo que pueden o no pueden hacer sexualmente entre sí las personas del mismo sexo y de sexo distinto. Esa distinción no nos interesa, porque hace a la intimidad de cada quien. Pero que la diferencia biológica y orgánica – y también convivencial – entre hombres y mujeres aleja sobre manera lo que de parecido pueda haber entre el matrimonio y la unión homosexual va más allá del sexo, porque se extiende a los ya citados roles personales, al modo de ser y de vivir, y a la identidad también personal que les da sustento y que tiene la impronta del sexo personal de cada uno.”
Por lo antes expresado pienso y solicito que el proyecto, como está a probado por Diputados, debe ser rechazado por el Senado.
Córdoba, junio de 2010.
Esta es la posición de la Democracia Cristiana de Argentina en una cuestión tan delicada y que ofende a la enseñanza del Nuevo Testamento y del Magisterio de la Iglesia Católica, y en particular el Catecismo.
Informes:
Doctor. Carlos Lionel Traboulsi,
tel. (011) 15.5007-9821
correo electrónico: carlosltraboulsi@gmail.com carlostraboulsi@fibertel.com.ar ;
página web: www.democraciacristiana.org.ar
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