Señor Director:
Transcribo una cita del premio Nobel de Medicina Jérôme Lejeune, muy oportuna para nuestros legisladores en la actualidad:"Decid que ese hombrecito os molesta y que preferís matarlo, pero decid la verdad. Se trata de un hombrecito, no de una amalgama de células, o de un pequeño chimpancé, o de una persona en potencia. Ese hombrecito se llama Pulgarcito (el hombre más pequeño que un pulgar, y todos hemos sido alguna vez Pulgarcito en el vientre de nuestras madres."(Cfr. Lejeune, Clara, Doctor Lejeune-El amor a la vida-, Madrid 1999,pp.77-80).
Creo que vale la pena reflexionar sobre estas palabras sin prejuicios ideológicos o de conveniencia política.
Matías Amat Lacroix
DNI 14865755
Ciudad de Salta
suscribo a lo que dice la nota, pero hay que recordar que el doctor no fue premio nobel. Esa afirmación recorre los círculos católicos y es equivocada, hay que desterrarla.
ResponderEliminaraca una pequeña biografia:
Jerôme Lejeune nació en 1926 en Montrouge, cerca de París. Hizo estudios de medicina, y fue investigador en el Centro Nacional de Investigación Francesa en 1952 (CRNS). En julio de 1958, con 32 años, descubrió en un niño con Síndrome de Down (“mongolismo”) que su enfermedad se debía a una malformación en los genes, la presencia de tres cromosomas 21. En 1964 fue el primer profesor de Genética Fundamental de la Facultad de Medicina de París. Con otros colaboradores, descubrió el mecanismo genético de otras enfermedades cromosómicas. Su máxima preocupación era poder curar un día a sus pequeños enfermos. Sin embargo, cuando vio que parte de los profesionales de la medicina, en lugar de esforzarse por tratar a los niños con Síndrome de Down, proponían simplemente matarlos, decidió dedicarse completamente a luchar por la dignidad de estos enfermos, y por la defensa de la vida humana. no nacida. Lejeune nunca tuvo dudas de que la vida humana comenzaba en el momento mismo de la concepción, de la unión del espermatozoide paterno con el óvulo materno.
Fue nombrado miembro de varias academias: Pontificia Academia de la Ciencias (1974), Academia de las Ciencias Morales y Políticas (1981), Academia Nacional de Medicina (1983), Pontificia Academia de la Vida (1994). Y recibió varios premios: Premio Kennedy (1962), William Allen Memorial Award (1969), Premio Griffuel (1993), por sus investigaciones sobre el cáncer. El 3 de abril de 1994 murió, con el triste sentimiento de no haber terminado su misión: “Yo era un médico que debía haberles curado, y me voy. Tengo la impresión de que les he abandonado”.