Comienzan a gestarse movimientos
de control de contenidos en Internet. Bajo cualquier pretexto, podrían ser
cerrados los blogs y sitios de Internet que han permitido el contacto de
numerosas personas, y que muchos pudieran conocerse a raíz de sus ideas afines.
El obstáculo actual es que se trata de millones y millones de personas en todo
el mundo que acceden a la red virtual, pero la tecnología siempre halla el modo
de dirigirse uno a uno a esas personas, determinando su identidad e incluso el
control de las posibilidades del mismo en la red.
El círculo de Internet comienza a
cerrarse. Así se percibe en la nota que a continuación transcribimos, citando
al final la fuente:
NUEVAS INICIATIVAS ANTIPIRATERÍA,
¿ES EL FIN DE LA LIBERTAD EN INTERNET?
La piratería en Internet es uno
de los problemas más agudos de nuestros días, para muchos se ha convertido en
una amenaza a sus derechos básicos, como la privacidad y la seguridad.
En Estados Unidos tanto autores
como propietarios de derechos de propiedad sobre una obra, además de los
legisladores y expertos siguen buscando nuevas herramientas legales que
permitan garantizar los derechos de autor en el ciberespacio. Sin embargo,
imponer medidas de mano 'dura' contra los delincuentes podría impactar también
los principios básicos de libertad y democracia con los que nació Internet.
Los productores buscan proteger
su propiedad intelectual y exhortan al Congreso de EE. UU. tomar medidas
radicales para frenar los 'atentados' de ladrones y estafadores virtuales, que
desde otros países dañan las ganancias de su negocio. Argumentan que la
piratería anualmente causa a la economía estadounidense la pérdida de miles de
millones de dólares.
Los que están a favor de los
cambios legislativos creen que la ley Digital Millenium Copyright Act (DMCA),
una norma de derechos de reproducción que está actualmente vigente en EE. UU.,
necesita ser reemplazada por nuevas disposiciones más concretas y efectivas
contra la delincuencia en la red global.
La censura mundial de internet desde EE. UU.
Actualmente, el Congreso
estadounidense examina un nuevo proyecto de ley que es más estricto que nunca.
La propuesta tiene dos versiones, una es discutida en la Cámara de
Representantes, otra en el Senado: el Acta para Frenar la Piratería Online
(Stop Online Piracy Act, SOPA por sus siglas en inglés) y la norma Previniendo
Amenazas Online a la Creatividad Económica y al Robo de Propiedad Intelectual
(Protect IP). La última abre la posibilidad para que las operadoras rastreen
las actividades de sus clientes y su acceso a determinados sitios.
Si la ley se aprueba, terceras
personas podrán sin la necesidad de una orden judicial bloquear los sitios web,
tanto de Estados Unidos como del resto del mundo, al sospechar que publican o
difunden contenidos sin licencia. A su vez, los buscadores estarán obligados a
excluir la página en cuestión de los resultados de búsqueda.
Incluso el documento abre la
posibilidad de bloquear los recursos económicos para las webs sospechosas,
impidiéndoles todos los pagos en línea que las mantienen. Esta es una
estrategia que ya fue aplicada para minar la potencia de páginas como
WikiLeaks. También podrían ser penalizadas las empresas a través de las cuales
se hacen los pagos y el acceso de usuarios a las webs “peligrosas”.
Un freno al desarrollo de Internet
Los que apoyan la iniciativa son
la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos y la Asociación de la Industria
Discográfica de Estados Unidos, así como el lobby de la industria farmacéutica
en el Congreso, que obtendrían un arma potente contra los sitios web de
comercio electrónico.
Las perspectivas del uso de esta
'arma pesada' contra las webs sospechosas de publicar textos, música, video o
software piratas causó fuerte polémica. Por ejemplo, el proveedor de Internet
estadounidense Verizon advirtió el Senado del peligro potencial de que las
compañías estadounidenses se involucren en litigios con otras extranjeras.
A su vez, representantes del
sistema global de pagos Visa indicaron que no tienen la posibilidad de
controlar a todos sus usuarios. Y las redes sociales globales como Facebook,
que cuenta con más de 800 millones de usuarios, tampoco puede controlar a todo
su auditorio. Así puede ocurrir que con esta ley vigente por culpa de una
persona se bloquee el acceso a todo el recurso.
Muchos expertos también indican
que las medidas drásticas que implica la ley podrían frenar el desarrollo de Internet
como un motor del crecimiento económico en EE. UU. y un creador de puestos de
trabajo. Por ejemplo, si una ley semejante hubiese sido vigente desde hace años
los gigantes del ciberespacio no podrían haber crecido hasta el tamaño y poder
actuales. También se expresan recelos por la fuerte regulación que hará que los
usuarios busquen proveedores en el extranjero, lo que aumentaría el riesgo de
fraudes electrónicos y de esparcimiento de programas nocivos.
Amenazas a la libertad de la red global
Según indicó Timothy Karr, director de los portales Freepress.net y
SavetheInternet.com, la nueva ley podría permitir a los propietarios de estos
derechos convertirse en “juez, jurado y verdugo de Internet”, socavando de esa
manera los fundamentos de transparencia, dijo a la revista PCWorld.
Los primeros en sufrir la dureza
de la nueva ley serían los almacenadores de archivos y los sitios web cuya
prosperidad depende del contenido que suben sus usuarios.
La controvertida medida ya ha
encontrado opositores en los gigantes como Internet Google, Facebook, Twitter y
Zynga, entre otras cibercompañías. Además, en contra se han manifestado también
la Asociación de consumidores de productos electrónicos (Consumer Electronics
Association) y el grupo de defensores de derechos humanos NetCoalition, que
representa los intereses de diversas compañías en internet. Este último
argumenta que el SOPA se convirtió de repente en un ataque contra compañías
legítimas de Internet.
Y si inicialmente la Business
Software Alliance (BSA, por sus siglas en inglés), organización que agrupa a
empresas tecnológicas como Apple, Microsoft, Adobe, Intel, Symantec, Dell,
entre otros., apoyaba el Protect IP, ahora ha dado un paso atrás y asegura que
la inicitiva va demsiado lejos.
Varios grupos de defensa de
derechos civiles de todo el mundo han dirigido una carta al Senado en la que
piden rechazar el SOPA. A su vez, comunidades de activistas 'on line', como por
ejemplo el grupo Avaaz, hacen llamamientos para “frenar la censura en la red” y
"salvar el Internet" ante la posible adopción de la nueva ley
antipirata. Para salvaguardar el pilar de democracia que es Internet, la carta
abierta Salvemos Internet dirigida a congresistas el grupo ya ha recolectado
suscripciones de poco menos de 800.000 internautas de todas partes del mundo.
Proveedores europeos no controlarán a los usuarios
Mientras el SOPA sigue su trámite
en el Congreso de los EE. UU. (podría ser aprobado hacia el 2012), el Tribunal de Justicia de la
Unión Europea (UE) dictaminó esta semana que un juez no puede obligar a una
empresa proveedora de Internet a controlar de forma masiva las comunicaciones
electrónicas de sus clientes para proteger los derechos de autor.
Según la Corte con sede en
Luxemburgo, un requerimiento de ese tipo violaría la legislación comunitaria y
el "justo equilibrio" entre "el derecho de propiedad
intelectual" y "la libertad de empresa, el derecho a la protección de
datos de carácter personal y la libertad de recibir o comunicar
informaciones".
Fuente: http://actualidad.rt.com/
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