por Mónica del Río
Con 55 votos a favor, en la sesión del día de
la fecha (9 de mayo de 2012) el Senado de la Nación le dio sanción definitiva a la modificación de
la ley de Derechos del Paciente que permitirá al “paciente que presente una enfermedad
irreversible, incurable o se
encuentre en estadio terminal, o
haya sufrido lesiones que lo coloquen en igual situación … rechazar
procedimientos de hidratación o alimentación”.
El presidente de la
Comisión de Salud, el tucumano José Manuel Cano, que comenzó defendiendo el
proyecto enfáticamente terminó admitiendo sus errores y advirtiendo que desde la
Comisión que encabeza van a seguir el proceso de reglamentación de la ley.
El
debate
José Manuel Cano (UCR, Tucumán): actuó como
miembro informante, destacó que estaban atendiendo un reclamo social y
adecuándose a recomendaciones de Naciones Unidas. Mencionó la definición que da
la Evangelium Vitae de eutanasia y ercanizamiento terapéutico y se refirió luego
a algunas opiniones recibidas en las audiencias del Senado. Destacó la del Dr
Carlos Camilo Castrillón, de la Facultad de Medicina de la UBA, que criticó “el
mandato colectivo de que la vida es siempre preferible a la muerte”, describió
la soledad de las terapias intensivas y dijo “que no siempre debemos hacer todo
lo que podemos hacer, la tecnología bien empleada es la que permite la
continuación de la vida en cantidad y en calidad”. Citó a continuación palabras
del Pbro. Rubén Revello, Director del Instituto de Bioética de la Universidad
Católica Argentina, “el carácter
proporcionado o desproporcionado, por ser estrictamente técnico no puede ser
valorado por el legislador ni por el juez; debe combinarse con una segunda
característica, que es, por ejemplo, el grado de ordinario o de extraordinario
que tiene un determinado tratamiento”. “Tiene que ver con qué tan ordinario o
extraordinario es para el paciente, para su entorno familiar o para quienes
tengan que tomar la decisión al respecto. La combinación de estos aspectos
proporcionados o desproporcionados, bien técnicos, bien médicos, constituyen un
factor más que objetivo, como lo es la ciencia, y una valoración de tipo
subjetiva, vinculada con la historia de vida del paciente”. Se refirió
también a la exposición del Dr. Carlos Caramuti, Presidente de
la Asociación Argentina de Profesores de Derecho Penal, sobre la responsabilidad
penal de los médicos, “este proyecto al no imponer el deber de encarnizamiento
terapéutico, de seguir actuando cuando el esfuerzo es fútil, le está dando una
garantía al médico de que no va a ser responsabilizado por estos hechos”.
Destacó finalmente 5 puntos que su bloque consideró fundamentales en el
proyecto: 1 Evitar el encarnizamiento terapéutico, 2 Humanizar la medicina, 3
Respetar la autonomía de la voluntad del paciente en decisiones que tiene que
ver con su propia calidad de vida, 4 Evitar la judicialización de las decisiones
de los pacientes o sus familiares, 5 Salvar la responsabilidad civil y penal de
los médicos.
Aníbal Fernández (FpV, BsAs): “Algunos mezclan la muerte digna con
la eutanasia con un profundo desconocimiento”. “Todos tenemos respeto por la
vida”. Afirmó que estos conceptos son aceptados por todas las religiones. Dijo
que la Encíclica Evangelium Vitae es más que clara sobre “la expresión de un
enorme hombre para los católicos, como fue Juan Pablo II, respecto de terminar
con aquella vieja concepción del autoflagelamiento o del dolor para conquistar
el cielo”.
Horacio
Lores (MNP): adelantó su voto positivo pero aclaró que la ley de Derechos
del paciente ya daba un marco suficiente para estas cosas. Afirmó que habían
llegado a estas cuestiones legales por los cambios en los perfiles demográficos
que han conducido al envejecimiento de la población, mencionó los cambios en las
expectativas de vida, lo que aneja cambios en las causas de mortalidad, hoy
prevalece el cáncer y las enfermedades degenerativas y crónicas con daños
multisistémicos, dijo Lores. Confesó que había tenido un dilema bioético con el
tema de la alimentación e hidratación, pero que consultó y se asesoró, y arribó
a la conclusión de que en algunas situaciones la alimentación e hidratación
dejan de ser un derecho básico para transformarse en un soporte vital.
Roxana Latorre (Alianza Federal Sta.Fe): repitió palabras del Dr.
Pablo Simón Lorda, pronunciadas en España cuando se votó una ley similar: “morir
en combate defendiendo la patria, el rey, la religión o la ley, pudo ser el ideal de muerte digna hace
siglos, morir asumiendo el dolor como imagen del Cristo sufriente lo fue hace no
tanto, pero en nuestra sociedad rica y moderna, asediada por la ambivalencia de
la tecnología médica, morir dignamente tiene otros matices hoy sabemos que
significa morir con el mínimo sufrimiento físico, psíquico o espiritual, morir
sin dolor, acompañado de los seres queridos, informados si se desea y no en la
mentira falsamente compasiva, morir pudiendo rechazar los tratamientos que uno
no quiere…”.
Sonia Escudero (PJ, Salta): ponderó que la ley permita el
desarrollo de la autonomía de la voluntad y evite la judicialización. Pero
fustigó la posibilidad de suspender la alimentación e hidratación, “como si esto
fuera un ensañamiento terapéutico”. Dijo que el rechazo voluntario de la
alimentación e hidratación era eutanasia pasiva, porque la eutanasia es la
“acción u omisión que por sí misma o por intención causa la muerte”. Pidió que
esa posibilidad se quite del texto. Afirmó finalmente que si un proyecto llegaba
mal de Diputados y generaba dudas éticas era mejor corregirlo que sacarlo
apurado.
Jaime
Linares (FAP, BsAs): reconoció que el punto de mayor controversia es el
retiro de la hidratación y la alimentación, que “muchos describen como eutanasia
y es un tema opinable” y agregó “es un error considerar eutanasia a todo aquello
que termine con la vida del paciente”. Contó que había conversado con oncólogos
y que se quedó con la tranquilidad de que no hacían nada que pudiera perjudicar
a alguien. “En cuanto a los aspectos religiosos, para los que son creyentes, ya
se señaló a Juan Pablo II, un ejemplo de muerte digna, porque rechazó los
tratamientos y decidió morir en su cama”. Terminó citando a Sta Teresa, que,
aunque no lo decía porque estuviera enferma, escribió: “Vivo sin vivir en mí, y de tal
manera espero, que muero porque no muero” y aseguró que hoy hay mucha gente que
está esperando esto.
Ada Iturrez de Cappellini (Frente Cívico por Santiago): afirmó que
ella también tenía dudas y preconceptos pero que al trabajar en la norma
descartó algunos estereotipos. “Estamos protegiendo la vida”, “es un derecho más
que se debe otorgar, el derecho de cada persona a ejercer la autonomía de su
voluntad”. “Toda persona tiene derecho a una muerte digna porque es el último
acontecimiento importante de la vida”.
Graciela
Di Perna (Frente por al Integración, Chubut): recordó las enseñanzas del
pediatra Carlos Gianantonio,
que -según sostuvo- se ven reflejadas en el proyecto: “cuando no podemos hacer
más por la vida de un niño tenemos que ayudarlo a bien
morir”.
Osvaldo López (ARI, T.del Fuego): “la vida vale
porque existe la muerte, por la conciencia de la finitud y la mortalidad”. “El derecho a la vida es inescindible de
la condición de dignidad, hay derecho a una vida digna” y eso “nos impone
reconocer el derecho a la muerte digna”. “Permitir que cada persona pueda eligir
las condiciones en que quiere vivir, significa permitir que cada persona pueda
elegir las condiciones en las que no quiere vivir”. “Elegir en las condiciones
en que se quiere morir es el acto libertario por excelencia”.
Liliana Fellner (FpV, Jujuy): dijo que el
proyecto que llegó de Diputados tiene “imprecisiones, contradicciones”. Dice
“el paciente que presente una enfermedad
irreversible, incurable o se
encuentre en estadio terminal” esta disyuntiva, esta “o” me crea el problema,
“me da tres o dos opciones”. Señaló que hay mucha diferencia entre un nexo
coordinante como es la “y” y una conjunción disyuntiva como la “o”. Fellner
prosiguió con las críticas: “¿Dónde quedan registradas las directivas
anticipadas? Voy a un escribano con dos testigos y me llevo el papel a mi casa,
me pasa algo ¿quién va a decir lo que yo quería si no está registrado”. “El
texto no habla de los comités de bioética y son situaciones sumamente delicadas,
se entremezcla lo científico, lo moral, lo filosófico, lo jurídico, lo
religioso, etc” “¿No tendría que estar prevista la asistencia psicológica en el
momento de tomar la decisión?” “Cuando hablo de la hidratación con una enfermera
me dice: eso está dentro de lo que
tenemos que hacer con un paciente, si no lo hacemos es abandono de persona”.
“La hidratación, la limpieza, el darlo vuelta por las escaras, es atención del
paciente”. “Entonces estaríamos hablando de abandono de persona o de
eutanasia”. “En un lugar dice que
se pueden rechazar los cuidados paliativos y en otro que no se pueden rechazar”.
Cano replicó, “No hay una enfermedad
incurable que no sea irreversible”, las características que señaló Fellner con
el “o” “forman una unidad”. Sorprendió la acotación de Cano porque se conocen
múltiples enfermedades incurables e irreversibles, por las que se medica a un
paciente de por vida, que no son terminales. Reconoció después el presidente de
la Comisión de Salud que lo de la hidratación también a él le “genera alguna
duda”.
Marta Borello (UCR, Cba): “es un tema muy
importante y hemos tenido en cuenta la opinión de muchos profesionales y la de
familiares de enfermos terminales”. “Morir dignamente es un derecho que tiene
toda persona”. “La ley da un marco legal que protege a los profesionales de la
salud”. “Esta ley es necesaria pero insuficiente, son muy necesarios los
cuidados paliativos, a pesar de todo vamos a votar
positivamente”.
Samuel Cabanchik (CC, Cap.Fed.): “Hemos
desnaturalizado en el mejor sentido de la palabra la concepción del matrimonio”.
“A partir de la modernidad el ser humano toma en sus manos la vida y la muerte;
la generación, lo infértil se vuelve fértil, el hombre se vuelve mujer, lo
heterogéneo se vuelve homogéneo, lo autónomo heterónomo y viceversa, en ese
contexto estamos discutiendo esta nueva situación”. “Hemos desarrollado
legislación realmente progresista”.
Nanci Parrilli (FpV, Neuquén): me quiero
hacer eco del pedido de los familiares de un joven que está en estado vegetativo en
Neuquén. “Las familias y particularmente las mujeres se hacen cargo de estas
situaciones”. “Hoy estamos ampliando derechos”. “Respetar la vida es también
respetar la muerte”.
Juan Carlos Romero (PJ, Salta): “este tema lo
valoro en positivo, no quiero entrar en detalles, encontrarle defectos, mirar la
sintaxis”. “No vamos a pedir un comité de ética en un paraje”. “Esto no puede
traer un abuso criminal”. “Hay que confiar en los médicos”.
José Manuel Cano: “es fundamental lo que plantea
Romero “uno recibe mensajes”, “hay enfermedades como la artritis que son
incurables e irreversibles pero no son terminales, pero bajo ningún punto de
vista con la sanción de la norma vamos a permitir que el equipo médico tome
decisiones que tengan que ver con un hecho criminal”. A esa altura Cano parecía
preocupado por la ley que la comisión que preside había llevado al recinto.
Aníbal Fernández: “no voy a defender una ley
en términos principistas contamos con una buena herramienta absolutamente
salvable en términos reglamentarios”, “se puede agregar un registro que lleve el
Ministerio de Salud”.
Ma. Rosa Díaz (ARI, T.del Fuego): “Los seres
humanos tenemos pocas certezas, una es que nos vamos a morir y como legisladores
tenemos que garantizar derechos que nos permitan un buen vivir y buen morir”.
“La ley es perfectible”.
Elena Corregido (Frente Justicialista,
Chaco): “la vida es un derecho y no una obligación”. “La Ley de derechos del
paciente puso el foco en la autonomía de las personas y le quitó poder al médico
y al juez”. “El Código Penal nos da indicios de que la vida no siempre vale lo
mismo”. Señaló entonces que el aborto y el homicidio tienen distinta pena.
“Tenemos la posibilidad de las directivas anticipadas porque después podemos
tener alzheimer y no tener capacidad de decidir”. “La autonomía de las personas
tiene un valor importantísimo y no me parece que un comité de bioética pueda
decidir por mí o por los míos”.
Alfredo Martínez (UCR, Sta. Cruz): “Como
anticipó el senador Cano que ha hablado como miembro informante y por nuestro
bloque, vamos a acompañar este proyecto sin cortapisas”. “No se avanza sobre la
eutanasia ni mucho menos, al contrario, lo que hacemos es respetar la última
etapa de la vida”. “Cuando uno lee lo que manifestaron los representantes del Comité
de Bioética de la Universidad Católica o algunos otros que vinieron, así como
las encíclicas papales, advierte que hay un respeto total y absoluto respecto de
estas cuestiones que constituyen las deudas pendientes sobre un tema tabú, que
no nos animábamos a tocar”. “En el tema de la
hidratación y la alimentación está el criterio médico y el criterio de la
familia, no me parece mal que esté”.
Marcelo Guinle (Frente por la Integración,
Chubut): “El proyecto avanza para garantizar la libertad, la dignidad, la
autonomía de la voluntad, la autodeterminación”. “Esta legislación avanza sobre
lo que fue un puntapié inicial en el año 2009, consolidando aspectos cardinales
que tienen que ver con los principios propios de la persona: la libertad, la
dignidad y la autodeterminación de la voluntad, y hacen operativos estos
derechos. No tengo ninguna duda que esta iniciativa representa un avance
importante. La legislación siempre puede ser
mejorada”.
Emilio Rached (Frente Cívico, Sgo.del Estero):
“En nuestra cultura, en nuestro léxico, en nuestra lengua, inseparablemente, el
término vida va acompañado del término muerte. A vivir dignamente le corresponde
el morir con dignidad. Esto es lo que estamos tratando hoy”. “El tema central es
esta autonomía de voluntad, el reconocimiento a ese
derecho”.
Sandra Giménez
(Frente Renovador de la Concordia, Misiones): la vicepresidente de la
Comisión de Salud dijo que se ofrecían
“al Poder Ejecutivo nacional trabajar todos juntos en la reglamentación de la
ley con la senadora Fellner, el senador Fernández, el senador Cano y con todos
los que así lo deseen”. “Es importante definir allí qué significa la
dosificación de la sedación y en qué patología y en qué momento
corresponden”.
José Manuel Cano: “me parece que ha quedado
absolutamente claro en el espíritu de todos los que han hecho uso de la palabra
la voluntad de acompañar la reglamentación. En ese sentido, desde la Comisión
de Salud vamos a hacer un seguimiento de dicha reglamentación tal como
hicimos con la de la ley de prepagas en su momento, oportunidad en que el Poder
Ejecutivo demostró su predisposición para que estemos al tanto de la manera en
que se reglamentaba esa norma. Este proyecto de ley que estamos por aprobar hoy
tiene que ver con lo que denominamos enfermedades amenazantes para la vida. Es
decir, aquellas enfermedades que son incurables y que, quienes las padecen, no
tienen expectativa de curación: por lo tanto, su pronóstico es letal.
Independientemente de la redacción, queda claro que estamos legislando
respecto de las enfermedades incurables, irreversibles y terminales. O sea que
tienen que darse las tres condiciones”.
Rubén Giustiniani (PS, Sta Fe): “con la
aprobación de este proyecto de ley de muerte digna estamos dando un paso muy
importante ya que los argentinos tendrán más derechos”. “El tema de la muerte
digna está vinculado con los derechos individuales, los derechos personalísimos
y la autonomía de las personas en su relación con el sistema de atención de la
salud”.
Luis Petcoff Naidenoff (UCR, Formosa): “Este
proyecto tiene que ver, más que con la muerte digna, con una vida digna. Este
proyecto tiene que ver con aquellas herramientas que deben necesariamente
utilizarse para evitar el encarnizamiento terapéutico que prolongue un estado
terminal de forma artificial, que provoca nada más ni nada menos que dolor y
sufrimiento en los pacientes y en los familiares de los pacientes. Esta
propuesta legislativa no contempla ni la eutanasia ni el suicidio asistido
porque están prohibidos expresamente”.
Miguel Ángel Pichetto (FpV, Río Negro): “Creemos que
el ser humano tiene derecho a morir con dignidad, creemos en la autonomía de la
voluntad y creemos que muchas veces hay que terminar con el sufrimiento del
propio paciente y también de la familia”.
_________________________________________
NOTIVIDA,
Año XI, Nº 824, 9 de mayo de 2012
Editores: Lic. Mónica del Río y Pbro. Dr. Juan C. Sanahuja
Página web: www.notivida.org
Email: notivida@hotmail.com
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