El Dr. Carlos Manfroni presentó su libro "Montoneros: soldados de
Massera" en la Fundación Libertad de la Ciudad de Rosario.
El libro es el resultado de una
investigación periodística sin precedentes.
Carlos Manfroni ha logrado armar un rompecabezas en base a entrevistas
a Jorge Rafael Videla, Jorge Eduardo
"el Tigre" Acosta, José Alfredo Martínez de Hoz, Antonio Pernías,
Gregorio Dupont, la familia Holmberg,
Tomás de Anchorena, entre otros. Y
en base también al más riguroso análisis que se haya realizado de cables de la
embajada de los Estados Unidos, de expedientes judiciales que reposaron durante
años y de todos los libros publicados sobre los setenta, muchos escritos por ex
montoneros. Las pruebas son ciertamente inobjetables.
Montoneros: Soldados de Massera demuestra que la contraofensiva no
sólo resultó funcional a las aspiraciones políticas del almirante Emilio Eduardo Massera y de la logia
Propaganda Due, sino que además existió un pacto entre la cúpula montonera y el
ex comandante naval; un acuerdo secreto que llevó a la muerte a la mayoría de
quienes desconocían esta mesiánica empresa.
Las versiones, nunca confirmadas
ni documentadas, sobre un acuerdo entre Emilio
Eduardo Massera, miembro de la primera junta que gobernó al país en la
última dictadura militar, y Mario
Eduardo Firmenich, número uno de la organización Montoneros, vuelven a
cobrar vida y parecen convertirse en realidad con el aporte de una nueva
publicación sobre los años de plomo.
El libro precisa los lugares y
las fechas de las reuniones que el Almirante habría mantenido con los ex
líderes guerrilleros. Massera armaba
por ese entonces un proyecto político propio con la intención de heredar al
Proceso y quería sumar el aporte que podían darle los montoneros, que desde el
exilio buscaban no pasar al olvido.
Según el autor, en el marco de
este acercamiento entre Massera y la
guerrilla peronista se decidió lanzar la contraofensiva montonera. Se trató de
ataques contra integrantes del equipo económico del por entonces ministro de
Economía, José Alfredo Martínez de Hoz.
La caída del influyente funcionario, cercano a Jorge Rafael Videla, y la desarticulación de su plan económico,
habría sido un objetivo compartido por el marino y los montoneros.
Siempre se habló de un supuesto
encuentro de Massera con Firmenich en París, donde funcionaba el
Centro Piloto, que dependía de la Armada y buscaba levantar la imagen del
gobierno de facto ante la ola de denuncias por las violaciones a los derechos
humanos. Manfroni asegura que la
capital francesa no fue el único lugar que sirvió como marco de las
conversaciones. En su libro, publicado por Editorial Sudamericana, el autor
ubica otros encuentros en Venezuela e Italia. Afirmó en declaraciones periodísticas
el autor que el libro “presenta los acuerdos entre Montoneros y Massera en París y en la Isla Margarita
(Venezuela), con la presencia de Muamar
Gadafi y Nicolae Ceaucescu. Los
montoneros entrenaron para la contraofensiva en Libia. Siempre reconocieron que
lo hicieron en Líbano y Siria. Callaron ese destino porque Massera, López Rega y Gadafi tenían negocios en común”.
Aseveró además el autor que “Hubo
otra reunión en casa de Licio Gelli,
jefe de la Propaganda Due, en Roma. Precisamente, la Esma mató a Elena Holmberg. La asesinaron por ser
testigo de esos acuerdos, al igual que matan a los periodistas Héctor Agulla y Rodolfo Fernández Condal, y al diplomático argentino en Venezuela Hidalgo Solá. Finalmente, asesinan a Marcelo Dupont, confundiéndolo con Gregorio Dupont, que había conversado
con Holmberg”.
Manfroni aseguró que “todos los que supieron del acuerdo, fueron
asesinados”. “Todos los atentados ejecutados durante la contraofensiva los
realizaron con zonas liberadas y con absoluta impunidad, sin que se atrapara a
ninguno. El ataque a la casa de la familia Klein
reunió a 25 montoneros son que apareciera la Policía durante 25 minutos.
Dinamitaron la casa y los bomberos demoraron una hora y media. La zona estaba
controlada por Suárez Mason, socio
de Massera", concluyó
Manfroni hace también un detallado repaso por la influencia de la
Logia Propaganda Due, comandada por el italiano Liccio Gelli, y su injerencia en la vida política argentina de los
años 70. En el libro describe el papel que jugó esa organización en el acuerdo
que habría concretado Massera con
los guerrilleros peronistas.
Según declaraciones efectuadas a
la prensa, mientras el autor del libro revisaba un expediente sobre el
secuestro del empresario de Mercedes Benz Henrich
Franz Metz, descubrió que el tesorero de Montoneros había sido liberado,
mientras muchos de sus compañeros murieron en la ESMA o fueron arrojados al
mar. Inmediatamente, supuso correctamente que hubo un arreglo de dinero. Así
comenzó su inquietud para redactar el libro.
La hipótesis central de la obra
publicada, afirma el autor en la entrevista periodística, “es que la contraofensiva
montonera fue impulsada de común acuerdo entre Montoneros y Massera, pero hay hipótesis secundarias
insinuadas, como la que se refiere al asesinato de Aramburu, misteriosamente en el momento en el que dialogaba con Perón para su regreso, y la propia
muerte de Perón, acelerada por un
personaje de Propaganda Due, que fue López
Rega. Massera -también miembro de Propaganda Due, igual que José López Rega y el general Guillermo Suárez Mason- estaba llamado
a ser el sucesor y está probado, por los telegramas de la Embajada de los
Estados Unidos, que desde el primer minuto del golpe conspiró contra Videla para ser presidente.”
La mencionada entrevista,
concluye con las siguientes palabras dichas por el autor: “Un ex militar me
dijo: "La mayoría reivindica a las víctimas producidas por la represión
del gobierno militar; nosotros (por la familia militar) reivindicamos a las
víctimas del terrorismo; pero vos reivindicaste a las víctimas olvidadas por
todos, como Elena Holmberg, Marcelo
Dupont, Horacio Agulla o Rodolfo
Fernández Pondal.”
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