Por el Dr. Cosme Beccar Varela
17 de Diciembre del año 2013 – 1215
El Sábado 14 de Diciembre, en su
sermón de la misa de las 7 pm en la capilla de las Esclavas del Santísimo
Sacramento, el celebrante Padre Manuel
Fernandez, juez del Tribunal Eclesiástico del Arzobispado de Buenos Aires,
profesor de no me acuerdo cuántas ni cuales cátedras (que él recuerda cada tanto),
capellán del Sanatorio Otamendi y sumamente admirado por muchas de las personas
que asisten a esa Misa que hasta lo aplauden al terminar algunos de sus
sermones, en el del día y hora que menciono nos criticó duramente a todos los
feligreses por haber sido solamente 2.300 (más o menos) los que firmaron
(firmamos) un pedido a la vice-Intendente, Sra. de Vidal para que suprima el sitio que abrió en Internet, con la
colaboración del secretario de "educación" Esteban Bullrich, denominado "Chau Tabú".
El Padre parecía indignado y fue sumamente duro con sus oyentes, resignados asistentes a la Misa y obligados a un respetuoso silencio que excluye el derecho de réplica. Como el sermón no le pareció suficiente, insistió en el mismo tema antes de dar la bendición final.
Debo confesar que la andanada me pareció poco sincera. Es obvio que el Padre Fernández no dice sermones sino que los actúa, pero a veces "se la va la mano". Por lo pronto, pone los parlantes a pleno volumen para que no se pierdan los bajos de sus ondulaciones sonoras ni dejen de tener un impacto avasallador sus períodos "con brío".
Siempre sale a recibir los beneplácitos de sus seguidores en la puerta de la iglesia y ahí esperaba poder decirle lo que ahora debo decir por este medio ya que en esa ocasión se metió en la Sacristía y no volvió a aparecer.
Lo que quería decirle era lo siguiente:
1) Que tiene toda la razón al criticar la falta de reacción de los piadosos cumplidores del precepto dominical porque, realmente, el citado sitio "Chau Tabú" es una porquería inaceptable, destinada a corromper a los adolescentes. Ese sitio, además de su contenido erótico, da lecciones prácticas de qué "hacer ante un preservativo roto y cómo evitar embarazos" ("Clarín", 3/12/2013, pág. 33), entre otras recomendaciones para fornicar sin inconvenientes patológicos (entre los cuales se cuenta, es claro, el embarazo). Además en el sitio hay un "sexólogo" de guardia para contestar cualquier pregunta (y tal vez iniciar una relación deleitable) de las niñas y niños que se prevé comienzan su "vida sexual" a los 12 ellas y a los 14 ellos.
2) Que es incomprensible, intolerable e imperdonable que en esa diatriba contra los bobos que lo oíamos, no hubiera incluido ni un sola mención al escandaloso silencio del Arzobispo de Buenos Aires, Mons. Poli, recientemente designado por el Papa e íntimo amigo de él, que es quien debe en primer lugar condenar ese repugnante atentado contra la castidad y la pureza.
Por cierto que el Padre Fernández no se quejó NI UNA SOLA VEZ de que este asunto ofenda la castidad y la pureza, sino que basó su diatriba en la defensa de la "dignidad humana".
3) Que si hubiera querido realmente hacer algo para que el canallesco programa del gobierno de Macri cesara, debió, por lo menos, invitar a los concurrentes a firmar una carta dirigida al Sr. Arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Poli, en la que se le rogara que condenara el infame sitio de la Intendencia mediante una Pastoral fundada y una amenaza de excomunión. ¡Esa es la única cosa que hubiera hecho temblar al cínico Macri y a su banda y no el agregado de unos cuantos miles de firmas a un petitorio de ciudadanos rasos que los políticos desprecian con todo su poder despectivo, sólo menos intenso que su descarada ambición de robar desde el poder!
4) Que siendo tan grave la ofensa a Dios cometida por estos descarados, no correspondía elogiar al gobierno de Macri, como lo hizo, como si esta atrocidad fuera separable de una supuesta "buena administración" que, por otro lado, no existe. Debe ser que el Padre Fernández espera algún regalito de Macri y no quiere enemistarse con él.
Resumiendo: en todo este episodio, los "malos de la película" no son sólo los inertes feligreses que se aguantan el sermón y después salen y siguen siendo tan tontos como siempre, sino Mons. Poli, Arzobispo de Buenos Aires que tiene el poder de parar esto en seco, y no lo hace.
Y el Padre Fernández que hizo todo un "show" de su celo por la "dignidad humana" ofendida por el sitio "Chau Tabú", pero omitió cuidadosamente romper lanzas por la castidad y la pureza, no reprochó respetuosamente al nuevo Arzobispo la escandalosa omisión de sus deberes y no tomó la obvia iniciativa (ya que estaba tan enojado por la inacción de los laicos) de pedir firmas a la salida de la iglesia para una carta dirigida al Prelado en cuestión rogando que hiciera lo que debió haber hecho desde el primer día, sin que nadie se lo recordara.
Yo la hubiera firmado y hasta le hubiera perdonado al Padre Fernández sus interminables actuaciones, en las que no faltan citas elogiosas de autores ateos varios, (el último, y ese mismo día, fue Saramago, ateo y comunista).
Lo que no le puedo excusar es que todos sus sermones están teñidos de modernismo. Permanentemente presenta la Fe sólo como una vivencia y, por supuesto, nos acusa a todos los oyentes de no tenerla, con lo cual sugiere que él sí la tiene. Pero no sirve, porque esa no es la Fe Católica.
Le sugiero que lea la Encíclica "Pascendi" en la que San Pío X condenó el modernismo y si quiere darse una idea del asunto, puede ver un comentario de ella en los números 1162 al 1167 de este periódico.
Cosme Beccar Varela
e-mail: correo@labotellaalmar.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los mensajes son moderados antes de su publicación. No se publican improperios. Escriba con respeto, aunque disienta, y será publicado y respondido su comentario. Modérese Usted mismo, y su aporte será publicado.