LA ASOCIACIÓN DE ABOGADOS POR LA JUSTICIA Y LA CONCORDIA
INVITA AL ACTO PÚBLICO QUE REALIZARÁ EN HOMENAJE AL DR. JORGE V. QUIROGA
ASESINADO POR EL ERP EL 28 DE ABRIL DE 1974
Al cumplirse un nuevo aniversario del criminal atentado que provocó la muerte del Juez Quiroga, recordaremos su ejemplar trayectoria en la Justicia y exigiremos que su legado inspire a quienes hoy tienen el deber de juzgar.
El homenaje se llevará a cabo en la ciudad de Buenos Aires, el 28 de abril próximo, a las 11.00, sobre las escalinatas de la puerta principal de acceso al Palacio de Justicia (Talcahuano 550).
En la oportunidad hará uso de la palabra el Dr. Gerardo Palacios Hardy.
Estar presente es un compromiso de honor para jueces y abogados, y para los argentinos de bien.
Mariano Gradín Alberto Solanet
Secretario Presidente
UN ANIVERSARIO PARA ESTOS TIEMPOS
Por María Lilia Genta
Nota del 25 de Abril de 2007
El próximo 28 de abril se cumplirá un aniversario muy significativo para estos tiempos que corren: el del asesinato del Dr. Jorge Vicente Quiroga, en 1974, a manos de los terroristas Marino Amador Fernández y Raúl Argemi.
El Dr. Quiroga había integrado, como juez, la Cámara Federal en lo Penal desde 1971 hasta su disolución, decidida por el Presidente Cámpora, su Ministro del Interior y el Congreso de la Nación, el 26 de mayo de 1973. Este tribunal había condenado a casi mil terroristas, todos debidamente amnistiados el día anterior. Además de los condenados fueron puestos en libertad los terroristas procesados.
El entonces Ministro del Interior, Esteban Righi, es hoy el Procurador General de la Nación. ¿No era ese el puesto ofrecido al hijo del asesinado General Sánchez, en los primeros días del Gobierno, antes de su giro a la extrema izquierda?
Decimos que es un aniversario para estos tiempos. Por estos tiempos, precisamente, la Justicia es la que recibe los ataques y las presiones del Poder Ejecutivo, de las “madres” y de las “abuelas” (que vienen a ser lo mismo). El ataque a la Cámara de Casación, la presión sobre el Consejo de la Magistratura (hecho a medida), el mantenimiento en la situación de subrogantes de doscientos jueces (la inestabilidad de su condición de subrogantes los hace más fácilmente presionables), la débil y vergonzante declaración de la Corte ante el ataque a la Cámara de Casación, todo esto aumenta el aire enrarecido que se respira en los distintos tribunales.
Entonces recordamos al Dr. Quiroga quien cumplió con su deber de Juez: ¡administró justicia! Expuso su vida en cada sentencia, aplicando la ley. Nada más y nada menos.
El 28 de abril de 1974, este hombre de cuarenta y ocho años se dirigía a buscar a un amigo para asistir con él a un partido de fútbol. Los “jóvenes idealistas” que lo “ajusticiaron” llegaron en una moto frente al número 1506 de la calle Viamonte y le impactaron catorce balazos a quemarropa.
No fue este el único atentado contra los integrantes de esa Cámara Federal. Alguno pudo escapar a la venganza; pero lo cierto es que quienes dieron la amnistía del 73, quienes disolvieron dicha Cámara son tan o más culpables que los autores materiales. Todos ellos apretaron el gatillo contra los jueces probos. En realidad son mucho más culpables que los mismos ejecutores. Ahora nos gobiernan y día a día, de modo incruento, por ahora, vuelven a asesinar a la Justicia.
Juez Federal Quiroga, en nombre de la Justicia, sencillamente gracias.
Proyecto de resolución
La Cámara de Diputados de la Nación
Resuelve
Rendir homenaje al juez de cámara doctor Jorge Vicente Quiroga, al cumplirse el 31er. Aniversario de su asesinato por parte de terroristas del ERP 22 de Agosto
Guillermo M. Cantini
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El 28 de abril de 1974, a las 14.30, el camarista Jorge Vicente Quiroga fue baleado en la calle desde una motocicleta por los terroristas Marino Amador Fernández y Raúl Argemi, de la organización terrorista ERP 22 de Agosto. Posteriormente, el juez Quiroga murió en un hospital.
No hablamos de ejecutar a militares, a quienes los subversivos siempre entendieron como parte del “combate armado”, aunque nunca aceptaron el concepto de haber participado de una “guerra formal”. Nos referimos a la matanza de civiles como Oberdam Sallustro (1972), el sindicalista Rucci (1973), el radical Mor Roig (1974), Alberto Bosch (durante el secuestro de los hermanos Born), el cónsul de EE.UU. John Patric Egan (1975) o el empresario Héctor Minetti (1976), por citar algunos ejemplos de una siniestra nómina.
Como se verá, en muy pocas palabras puede resumirse un claro ejemplo de aniquilamiento de seres humanos llevado a cabo por sediciosos en la Argentina de los 70 contra opositores a su ideología, y en este caso con el agravante de ser un magistrado de la Nación que sólo anhelaba cumplir con su deber.
Con Quiroga, mataron a un juez incorruptible, a un estudioso de la carrera judicial, un profesor de 48 años, que llegó a miembro de la Sala III de la Cámara Federal en lo Penal de la Nación, y desde ahí se hizo cargo del sumario por la fuga de veinticinco terroristas de la cárcel de Rawson.
Esa fue la motivación tangible del crimen del juez probo.
Quizá valdría ironizar que Quiroga fue asesinado por la osadía de pretender usar el estrado judicial para condenar a sediciosos.
“Actos de esta naturaleza tienen como claro objetivo intimidar a los magistrados en el desempeño de sus cargos”, conceptuó en ese entonces el Colegio de Abogados de Buenos Aires en un comunicado.
El 10 de junio de 1980, los asesinos del juez Quiroga fueron condenados a 18 años de prisión e inhabilitación absoluta por igual tiempo, como autores responsables del homicidio calificado por alevosía.
Los sicarios Fernández y Argemi fueron juzgados y encarcelados desde 1971 hasta el 25 de mayo de 1973, cuando el ex presidente Héctor Cámpora, a preces del entonces ministro del Interior Esteban Righi –actual procurador de la Nación–, suscribió el aciago decreto de amnistía total para terroristas y delincuentes.
Desde sus fallos, Quiroga –con la pluma y sin armas de fuego– luchó contra el terrorismo soberbio, que deliró con la toma del poder para instaurar una dictadura marxista que reemplazara al sistema democrático, asumiendo per se la representación de un pueblo que siempre lo ignoró.
Esta aseveración no parte de un artificio imaginativo sino que se desprende de la propia literatura del ERP 22 de Agosto, estructura generadora de violencia política, que fue derrotada en el Operativo Independencia, al pretender crear una zona franca en Tucumán, en 1975, durante el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón.
Procuremos no olvidar a los ciudadanos como Quiroga, que dieron su vida por ejercer la judicatura desde la virtud. Un principio que parece tan olvidado en el actual contexto. No me cabe duda de que, de seguirse su ejemplo, los organismos dedicados al enjuiciamiento de magistrados habrían cesado por falta de trabajo.
Guillermo M. Cantini
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