Por Silvio H. Coppola
Como seguramente se recordará, cuando el año pasado el gobierno nacional se hizo cargo de las transmisiones televisivas del fútbol profesional, para que todo el mundo pudiera disfrutar de ellas, se aclaró específicamente, que los seiscientos millones de pesos que se pagaban a la Asociación del Fútbol Argentino para permitirlas (no conozco el precio de las de este año), no le iba a salir ni un centavo al gobierno o sea a los contribuyentes, pues se iban a pagar solos con la propaganda a contratar.
Vemos que eso no fue verdad y que desde entonces, salvo algunas aisladas, toda la propaganda que se pasa durante los partidos, corresponde a hechos y actos del gobierno nacional. Hechos y actos que se pueden o no creer, pero que tratan de conquistar el cerebro de los espectadores, haciéndoles considerar que estamos en un país ideal, con gobernantes ideales, que progresa continuamente y que los datos estadísticos que hace conocer de los progresos realizados, son los más confiables del mundo.
Y mucha gente ve fútbol.
Pero hay otras cosas. Ayer domingo 12 en horas de la tarde y después del primer tiempo del partido entre Huracán y Vélez Sársfield (repitiéndose más tarde), se pasó un mensaje de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, donde se invitaba a ex soldados conscriptos que cumplieron su servicio militar entre l975 y l983, a relatar hechos que no pudiste contar entonces, y que ahora sí se podría hacer, dado el estado de libertad del país, etc.etc. Primero se siente estupor y después se analiza.
Se sabe muy bien, que el enemigo dos del gobierno montoneril kichnerista, son las fuerzas armadas. A ellas se las ha dejado en total inutilidad, sin considerar que son parte misma de la existencia del país. Se quiso ir contra los militares que incurrieron en delitos en la represión, pero su afán de venganza, los llevó y los lleva más lejos. Lo que era justo, pasa a ser ridículo, por la misma organización del país.
¿Qué esperan que lleguen a decir gente de más de cincuenta años, en desmedro de las fuerzas armadas? ¿O se busca acaso un nuevo tema de enfrentamiento de todos contra todos? ¿O no tienen nada que hacer y entonces buscan algún nuevo motivo para hacerse notar y de paso recrear viejos odios?
Es difícil precisar exactamente el propósito, aunque se podría decir que es bueno siempre tener a mano a alguien eternamente culpable y sobre todo por parte de aquellos que no tienen precisamente limpia la conciencia.
Y también es sintomático el mencionado año 1975. ¿Porqué no 1973, 1974 ó 1976? Supuestamente se debe pensar, que 1973 no, porque en ese entonces regía el gobierno de Cámpora, que alentaba y prohijaba a todos los grupos de la subversión elitista y en lo que hace al lapso de Perón hasta su muerte, ya les amenazó el negro Moyano, al decir con Perón no se metan y creo que desde entonces se cuidan de hacerlo, aunque no sea por falta de ganas. Claro, 1975 es el más fácil de atacar, más que 1976, porque ahí se encuentra la figura patética y denostada de Isabel.
¿Se buscará un día la paz entre los argentinos o los odios serán eternos, como en alguna oportunidad afirmara el general Mitre? La justicia para ser verdadera y eficaz, tiene que ser igualitaria y no dejar nunca de echar un vistazo sobre todos los protagonistas de la historia en un mismo pié de igualdad.
LA PLATA, junio 13 de 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los mensajes son moderados antes de su publicación. No se publican improperios. Escriba con respeto, aunque disienta, y será publicado y respondido su comentario. Modérese Usted mismo, y su aporte será publicado.