martes, 9 de agosto de 2011

AL GARETE



Por Carlos Manuel Acuña

La situación argentina es tan endeble y carente de importancia para los demás, que a nadie le interesa qué papel puede jugar nuestra ex República en el incierto mundo de mañana.
Las noticias llegan cargadas con todo su vértigo y en cierta medida reemplazan la atención pública de nuestro drama.
Cuando vemos las imágenes de los incendios en Londres, de las manifestaciones en Europa, las inquietudes inocultables en los Estados Unidos y la evidente cara de preocupación del presidente Obama al referirse varias veces en el día de ayer a la caída de las bolsas y del posible default de su país, los argentinos aplicamos nuestra cansada experiencia en estos asuntos y salvando las distancias, hacemos el papel de observadores que nada tienen que hacer en esta encrucijada.
Sin embargo, quienes entienden de estos asuntos tienen la certidumbre que los acontecimientos que sacuden a las economías mundiales nos afectarán irremediablemente según evolucionen.
Pensamos en la soja, en el campo que será convocado una vez más a salvar la situación futura, todo un tema que es ajeno a las reflexiones de la mayor parte de nuestros políticos y por supuesto, del gobierno kirchnerista.
Anoche, el sonriente guitarrista que ocupa la cartera de Economía, recorría subido a un camión las calles de La Matanza vestido con una camiseta verde militar y una gran estrella colorada en medio del pecho, mientras tiraba besos proselitistas.
A Amado (Boudou) sólo le faltaba la guitarra para completar la demostración de su alejamiento de la realidad, alejamiento que le impide entender la responsabilidad que hipotéticamente le espera hasta fin de año cuando se produzca el recambio presidencial en medio de la pesadez ingobernable que puede depararle la derrota.

Como Cristina, Amado todavía cree que el resultado de las urnas le resultará favorable y no sabe que cualquiera fuese éste, el mundo que hemos conocido hasta ahora será distinto, nuevas y difíciles circunstancias sacudirán a las sociedades y a un cambiante escenario estratégico, en tanto otras fuerzas pugnarán por hacerse del poder. Entre ellas, está el grupo llamado "TeaParty" que con éxito presiona internamente en el Partido Republicano y ha contribuído con firmeza a montar el actual estado de cosas.
Esto obedecerá a diveros factores y entre ellos, el que nos lleva a los intereses de las llamadas "fuentes energéticas alternativas" que respaldarían la ultraortodoxia de su posición ideológica que podrá influir en el tradicional poder de la industria petrolera y nuclear. Un encontronazo fuerte, en verdad.

Por cierto, todo esto no forma parte del pensamiento de la mayor parte de los jefes políticos locales, abocados ahora a unas elecciones que tienen a mal traer a este gobierno que el próximo Domingo volverá a jugar su suerte en una semifinal que ya carga con tres derrotas sonoras - Capital Federal, Santa Fe y Córdoba, en ese orden cronológico - y que según los pocos vaticinios serios que se barajan en medio de una total reserva, dejarían al kirchnerismo en un oscilante 30 por ciento lo que sería, de darse así, un anticipo de la derrota en octubre.
Sin embargo, debemos reconocer que la Argentina es el país de los imprevistos y mientras todos barajan los otros dos nombres de posibles ganadores - Alfonsín o Duhalde, según las preferencias - están quienes imaginan que el cristinismo podrá cosechar los votos necesarios entre los miles de beneficiarios que gozan de subsidios y otras prebendas y no sospechan que el nuevo escenario mundial se los suprimirá muy pronto, tal vez de un solo tajo.
Tampoco saben que crece en el horizonte económico -y social ¿porqué no decirlo...?- un tremendo ajuste tal como lo comentamos hace muy poco, ajuste que se trasladará a los salarios y a un manejo del valor de la moneda que carece del necesario respaldo del Banco Central y que se someterá a los vaivenes del nuevo ordenamiento mundial que se avecina.

Es difícil apartarse del tema económico y así vamos a agregar que entre los sectores que sobrevivirán en los primeros tiempos más difíciles está, por obvias razones, el del narcotráfico que adquirió entre nosotros tanta audacia que ahora se entretiene a costa de su propio riesgo, en derribar a los helicópteros de nuestra Gendarmería a la que le está vedado, a igual que la Fuerza Aérea, a aplicar la "ley del derribo".
Así lo hacen los brasileños, los norteamericanos y todos aquellos gobiernos que realmente están interesados en enfrentar al fabuloso negocio de la droga que hace estragos entre los chicos, los jóvenes y personas maduras, con exclusión de los muy mayores que no llegan a viejos por obra de este flagelo.
Ayer subió el promedio diario de capitales que dejan la Argentina con la salida de unos 240 millones de dólares, en tanto el Banco Central debió vender decenas de millones para mantener su valor en el mercado interno.
El público, con buen olfato, quiere guarecerse con moneda extranjera que, dato curioso, corre el riesgo de depreciarse en otras partes en tanto, una vez más, ofrece una cierta seguridad a los argentinos que pueden comprarla y están acostumbrados a estos avatares.
Los mejores informados adquieren barritas de oro que ya dieron dividendos nunca vistos, y prometen mejorar con el correr de los días.

Mientras de la Sota tomó una distancia definitiva de la Casa Rosada - una actitud que arranca sonrisas a su amigo Reutemann -  las miradas giran hacia La Plata donde el gobernador de Buenos Aires hace amagos que no terminan de definirlo, un asunto que ya se convirtió en una costumbre pese a que en los hechos Daniel Scioli se ha transformado en una suerte de gran elector.
¿Le dará la espalda al kirchnerismo prácticamente hundido con su fantasmagórico modelo? ¿Lo empujará más hacia abajo o tratará de salvarlo?
Como se mencionó ayer en esta Hoja, ya los medios extranjeros alertan a sus ciudadanos sobre los peligros que pueden correr si visitan a la Argentina donde la inseguridad se potenció con el asesinato de las turistas francesas.
Ha sido necesario que la tragedia cayera sobre estas dos jóvenes para que nos preguntemos por qué no hay reacciones siquiera parecidas con los jubilados, padres de familia, jóvenes o policías que caen todos los días bajo la furia de la delincuencia.
Pareciera que la defensa del setentismo, de la homosexualidad que también está sentada en la Suprema Corte de Justicia, y la instalación y fomento del pensamiento "progre", promueve el ocultamiento de las muertes dramáticas, de los secuestros y asaltos que nos recuerdan esa época hoy defendida mediante la prevaricación judicial y política.
Sin embargo, hay una leve excepción que sale a la luz gracias al periodismo que no se somete a las presiones: nos referimos a los descontrolados sucesos que se registran en el Noroeste Argentino sobre los cuales el gobierno mantiene un silencio con el que pretende superarlos.
Hay que repetirlo con todas las letras: Jujuy vive una verdadera anarquía que se extiende a Tucumán con focos que surgen y crecen hora tras hora.
Como se sabe, Cristina pidió a su amiga Milagro Sala -"la gobernadora"- que tercie en la violenta crisis que hasta ayer había movilizado a unas diez mil personas que cortan rutas, aíslan localidades, se instalan en predios públicos y privados.
La Cámpora incursiona en ese escenario que según se comporte políticamente Scioli, podrá repetirse en el Gran Buenos Aires.
Aunque es tarde por el resultado electoral, los rumores se acercan a Córdoba y Santiago del Estero.
En medio de la incertidumbre, aumenta la certeza que no es una sensación: la ex República marcha al garete y, como sucede en estos casos, con rumbo desconocido.
           
Carlos Manuel Acuña 
infotabano@carlosmanuelacuna.com.ar

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