sábado, 25 de febrero de 2012

LA ARGENTINA QUE QUIERO





Por Enrique Guillermo Avogadro
Buenos Aires, 21 de Febrero de 2012


“No te rindas, aún estás a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo”
Mario Benedetti



Las ideas que se incluirán en esta nota no tienen más pretensión que ser los títulos de los grandes temas, para que, en conjunto y con la mayor cantidad de ciudadanos posibles, discutamos una alternativa para el futuro de nuestro país, después de décadas de retroceso y decadencia.
Creo que, hoy, las mayores preocupaciones de la gente en general están vinculadas a la economía, a la seguridad y a la corrupción, pero que debería priorizarse la educación, como principal causa del progreso y del desarrollo.
La enumeración que sigue no tiene un orden específico de importancia, toda vez que, estimo, debe tratarse de acciones a realizar simultánea y rápidamente, porque se trata de recuperar la República. Pido anticipadas disculpas por tanto por la extensión de esta nota -sintetizarla más me resultó imposible- cuando por el cierto desorden que en ella impera.

1. Volver al sistema de división estricta de poderes establecido por la Constitución Nacional.

2. Prohibir la reelección por más de una renovación de mandato en toda la Administración pública y en los organismos públicos no estatales, estableciendo la necesidad de una muy fuerte mayoría especial para la modificación de estas normas.

3. Desterrar la “lista sábana” y establecer la boleta única, hasta llegar al voto electrónico, en todos los niveles del Estado.

4. Transparentar la financiación de la actividad política, con estricto control de los ingresos y egresos de los partidos, sindicatos y organizaciones empresariales.

5. Crear un registro permanente y público de la actividad parlamentaria en la Nación, las provincias y los municipios, que incluya la asistencia de cada legislador, qué proyectos presentó y el modo en que votó cada iniciativa.

6. Anular la modificación en la composición del Consejo de la Magistratura, volviendo a la original.

7. Juzgar, en ese Consejo, la actividad de todos los magistrados actuales, nacionales y federales, incluidos los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con criterios estrictamente jurídicos, para garantizar que los magistrados que permanezcan en funciones desempeñarán su labor con seriedad, con honestidad, con recato, con sapiencia, con eficiencia, con independencia y con celeridad.

8. Restablecer la Justicia de menor cuantía, con gran dispersión territorial; los jueces, fiscales y defensores a cargo de la misma serán elegidos por el voto popular, por tiempo determinado, y deberán estar domiciliados en su misma jurisdicción.

9. Exigir a los jueces el estricto respeto a los principios de legalidad, de juez natural, de ley anterior al hecho del proceso y de inocencia.

10. Restablecer la vigencia de los derechos a comerciar, a transitar y a expresar opiniones libremente.

11. Crear el cargo electivo de delegado policial en cada barrio y localidad de menor tamaño, con mandato temporal y una sola reelección, con la obligación de residir en la jurisdicción, y con mando sobre las fuerzas policiales del lugar.

12. Dejar en manos de la Nación y de las provincias la centralización de la información criminal, poniéndola al servicio de la investigación y de la prevención.

13. Recuperar, para cada una de las fuerzas de seguridad, su rol original, y rotar permanentemente a sus jefes locales.

14. Establecer un efectivo control de nuestras fronteras, con todos los adelantos técnicos del caso, y sancionar la “ley de derribo” para las embarcaciones y aeronaves no identificadas.

15. Endurecer fuertemente las penas por delitos relacionados con el tráfico de drogas y de personas.

16. Mejorar la capacidad y la calidad del sistema carcelario, dando acceso al mismo a la inversión privada en materia de “hotelería”.

17. Recrear el respeto absoluto e irrestricto de los contratos y de la palabra empeñada, especialmente en aquéllos vinculados a la infraestructura y a los servicios públicos.

18. Renegociar rápidamente con el Club de París y con los holdouts, para recuperar la confianza de los mercados internacionales.

19. Cumplir las sentencias del CIADI.

20. Impulsar definitivamente el Mercosur y los tratados de libre comercio del mismo con el mundo entero.

21. Asumir, como política de estado, una visión geopolítica permanente, de modo de dar previsibilidad a nuestro comportamiento internacional.

22. Establecer, como política de estado, los caminos diplomáticos tendientes a la recuperación de las Malvinas, e incentivar la vinculación permanente entre el continente y los habitantes de las islas, descartando toda iniciativa militar, prohibiendo los discursos agresivos en tal sentido.

23. Encomendar al Ministerio de Planificación la confección de planes de desarrollo a treinta años, con ajustes finos anuales, de modo de dar previsibilidad a la economía y de permitir orientar la producción de bienes y servicios.

24. Recrear el respeto a la propiedad privada, en todas sus formas.

25. Crear reglas claras, transparentes e inamovibles para la actividad económica, que permitan dar previsibilidad a todos los proyectos y a todas las inversiones, más allá de los riesgos propios de cada actividad.

26. Salir al mundo a buscar las indispensables inversiones, exhibiendo una irreprochable seguridad jurídica, especialmente en lo que a la obra pública y a la exploración y la producción de hidrocarburos y minerales se refiere, orientando su aplicación en función de las necesidades del país.

27. Crear un organismo de control ambiental inobjetable e insospechable, que incluya la participación de expertos internacionales en cada materia.

28. Ejercer un control efectivo y eficiente de los fondos provenientes de actividades ilícitas o de la evasión, y reprimir fuertemente el lavado de dinero.

29. Establecer el “juicio de residencia” y de responsabilidad, de modo tal que todos los funcionarios que ejerzan cargos públicos a partir de determinado nivel de responsabilidad sean juzgados por un tribunal especial al dejar sus funciones, poniendo especial énfasis en los aspectos patrimoniales.

30. Revitalizar y garantizar la independencia, dotándolos de los recursos necesarios, de organismos de control tales como la Oficina Anticorrupción, la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, la Auditoría General de la Nación, la Administración Federal de Ingresos Públicos –con la Dirección General Impositiva y con la Administración Nacional de Aduanas-, la Defensoría del Pueblo de la Nación y la Unidad de Administración Financiera.

31. Crear la Carrera y la Escuela de Administración Pública, para lograr que, en un tiempo prudencial, todos los funcionarios hasta el nivel de director general o equivalente, sean obligatoriamente graduados en la misma.

32. Crear organismos de evaluación permanente de los docentes, para lograr que éstos, en todos los niveles de enseñanza, mantengan la actualización de sus conocimientos, acompañando la evolución tecnológica, y retribuir suficientemente su labor; establecer normas claras que repriman el ausentismo injustificado.

33. Recrear el principio de autoridad de los docentes de todos los niveles, y exigir su respeto por parte de estudiantes y familias.

34. Establecer exámenes de ingreso, de gran exigencia, a las universidades públicas, y mantener esa excelencia durante toda la carrera de los estudiantes.

35. Crear un organismo independiente para determinar las necesidades que tendrá el país de profesionales de cada especialidad en los siguientes cinco a&˜os, y becar, incluyendo el pago de un sueldo, a los mejores estudiantes de esas carreras.

36. Arancelar el estudio, en las universidades públicas, de todos aquellos estudiantes que el país no requerirá, de acuerdo con el análisis al que se refiere el punto anterior.

37. Establecer a la universidad pública como consultoría obligatoria, rentada, para todas las empresas y emprendimientos del Estado.

38. Establecer, como política de estado, el respeto por todos los derechos humanos, condenando las violaciones a los mismos, cualquiera sea el signo político de quien los desconozca.

39. Modificar la coparticipación impositiva, recuperando para las provincias y los municipios la independencia económica, fuente de la libertad política.

40. Realizar una profunda reforma impositiva, simplificando y universalizando el cobro de impuestos, con graves y severas penas para los evasores, y suprimir aquéllos que –como el impuesto al cheque- resultan recesivos.

41. Suprimir el cobro del IVA en los artículos que componen la canasta básica familiar.

42. Destinar el producto de la percepción de tasas específicas a los fines establecidos en su sanción.

43. Restablecer la credibilidad y el profesionalismo en el Indec, de modo de permitir a nacionales y extranjeros disponer de estadísticas confiables y seguras.

44. Incentivar el progreso tecnológico, de modo tal de incrementar la exportación argentina a mercados internacionales de altos precios y de calidad, y abrir, muy gradualmente pero con plazo fijo, los mercados internos a la competencia extranjera.

45. Proteger a la industria nacional, facilitando su acceso al crédito pero impidiendo que, con protecciones de todo tipo, transforme al país en un coto de caza privado.

46. Establecer la independencia del Banco Central, como custodio del valor de nuestra moneda.

47. Dar a conocer públicamente todos los gastos, compras e inversiones del Estado, en todos sus niveles.

48. Permitir a los partidos de oposición y a las distintas ONG’s cuyas actividades se vinculen al tema, el control de las obras de infraestructura.

49. Facilitar el acceso a la información, reprimiendo severamente a los funcionarios que la oculten o lo impidan.

50. Transparentar y equilibrar la asignación de la pauta publicitaria, distribuyéndola con criterios objetivos.

51. Facilitar el acceso a los medios de comunicación públicos a todos los partidos políticos y a todas las formas de expresión, impidiendo que aquéllos continúen siendo utilizados por el gobierno de turno.

52. Mejorar los salarios de los primeros niveles de la Administración pública, y prohibir el ejercicio de actividades privadas durante los mandatos de funcionarios y legisladores.

53. Establecer una clara política de inmigración, regulada y planificada, respetándola y haciéndola respetar por quienes deseen habitar nuestro suelo.

54. Recuperar la salud pública, tanto en materia instrumental como edilicia, para ponerla al eficiente servicio de cada comunidad, arancelando las prestaciones para quienes no residan en ella.

55. Respetar los capitales asignados al fondo de sustentabilidad de las jubilaciones; devolver al Pami y a la Anses los fondos retirados para financiar el gasto público populista.

56. Tender, responsablemente, al pago de un porcentaje preestablecido de los últimos salarios como jubilación, y respetar estrictamente las sentencias judiciales previsionales.

57. Dotar al país de un desarrollado sistema de transporte vial y ferroviario, con la indispensable participación de la inversión privada.

58. Optimizar el transporte público urbano, de modo de desalentar el uso de medios individuales.

59. Recrear fuerzas armadas altamente capacitadas y equipadas para ejercer efectiva defensa del territorio nacional, incluyendo a la plataforma marítima.

60. Abrir responsablemente los cielos, de modo tal que exista una legítima y leal competencia en el transporte aéreo, manteniendo la participación del Estado solamente en aquellas rutas que no resulten rentables.

61. Facilitar, mediante los pertinentes créditos a muy largo plazo, el acceso de todos los habitantes a una vivienda digna.

62. Mantener permanente actualizado un censo de las personas que viven en la pobreza y la indigencia, para permitir la eficiente actuación de los planes de ayuda y progreso, pero con estricta contraprestación laboral de los beneficiados.

63. Universalizar verdaderamente la asignación universal por hijo, incluyendo la etapa de gestación, en reemplazo de todas las deducciones impositivas en tal concepto y de las asignaciones familiares.

64. Establecer normas claras e inamovibles en materia de empleo, para permitir regenerar un importante incremento de la mano de obra registrada, y combatir fuertemente la informalidad laboral.
Estos son, a mi criterio, los puntos básicos –probablemente, haya olvidado varios- que debemos discutir los argentinos si queremos que nuestro país recupere el prestigio que supo tener en el concierto mundial. Para su discusión, acabo de crear un grupo en Facebook que lleva por nombre “Alternativa para el futuro de la Argentina”; como dije, cuantos más participemos del debate, mejor será el resultado y las posibilidades de éxito.
Sobre estas bases, podremos asegurar ese futuro, no solamente para nuestros hijos y nietos sino para la misma supervivencia de la Nación como tal.

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