Tras la condena por los Papas a la Masonería, ésta reaccionó con un desdén violento. Una de sus primeras acciones fue convocar a un “Anticoncilio masónico, asamblea de librepensadores”, con la idea de liderar un movimiento internacional dedicado a combatir sin tregua al Vaticano y la figura del Papa y la Iglesia Católica.
Entre los escritos difundidos para tal convocatoria masónica, había uno que consignaba:
“El Anticoncilio quiere Luz y Verdad, quiere Ciencia y Razón, no fe ciega, no fanatismo, no dogmas, no hogueras, la infalibilidad papal es una herejía. La Religión Católica Romana es una mentira; su Reino es un delito”.
Confesiones de un antiguo mason
Maurice Caillet, venerable de una Logia francesa, revela secretos en “Yo fui masón”
MADRID, jueves, 6 noviembre 2008 (ZENIT.org).- Maurice Caillet, venerable de una Logia francesa durante 15 años, desvela secretos de la Masonería en un libro recién publicado por "LibrosLibres" con el titulo "Yo fui masón".
Rituales, normas de funcionamiento interno, juramentos y la influencia en la política de esta organización secreta salen ahora a la luz, en particular las implicaciones del juramento que obliga a defender a otros "hermanos" masones.
El volumen desvela también la decisiva influencia de la Masonería en la elaboración y aprobación de leyes, como la del aborto, en Francia, de la que el, como médico, participó activamente.
Caillet, nacido en Burdeos (Francia) en 1933, especializado en Ginecología y Urología, practicó abortos y esterilizaciones antes y después de que gozasen de amparo legal en su país. Miembro del Partido Socialista Francés, llegó a alcanzar cargos de relevancia en la Administración sanitaria.
--Cuándo entra usted oficialmente en la Masonería?
--Maurice Caillet: A principios de 1970 me convocaron para una posible iniciación. Yo lo ignoraba prácticamente todo acerca de lo que me esperaba. Tenía 36 años, era un hombre libre y nunca me había afiliado a sindicato ni partido político alguno. Así pues, una tarde, en una discreta calle de la ciudad de Rennes, llamé a la puerta del templo, cuyo frontón estaba adornado por una esfinge de alas y un triángulo que rodeaba a un ojo. Fui recibido por un hombre que me dijo: "Señor, ha solicitado ser admitido entre nosotros. Su decisión es definitiva?, está usted dispuesto a someterse a las pruebas? Si la respuesta es positiva, sígame". Hice un gesto de aquiescencia con la cabeza. Me puso entonces una venda negra sobre los ojos, me cogió por el brazo y me hizo recorrer una serie de pasillos. Empecé a sentir cierta inquietud, pero antes de poder formularla oí cómo se cerraba la puerta detrás de nosotros...
--En su libro "Yo fui masón" explica que la masonería fue determinante en la introducción del aborto libre en Francia en 1974.
--Maurice Caillet: La elección de Valery Giscard d'Estaing como Presidente de la República francesa en 1974 llevó a Jacques Chirac a ser elegido Primer Ministro, teniendo este como consejero personal a Jean-Pierre Prouteau, Gran Maestre del Gran Oriente de Francia, principal rama masónica francesa, de tendencia laicista. En el Ministerio de Sanidad colocó a Simone Veil, jurista, antigua deportada de Auschwitz, que tenía como consejero al doctor Pierre Simon, Gran Maestre de la Gran Logia de Francia, con el cual yo mantenía correspondencia. Los políticos estaban bien rodeados por los que llamábamos nuestros "Hermanos Tres puntos", y el proyecto de ley sobre el aborto se elaboró con rapidez. Adoptada por el Consejo de Ministros en el mes de noviembre, la ley Veil fue votada en diciembre. ¡Los diputados y senadores masones de derechas y de izquierdas votaron como un solo hombre!
--Usted comenta que entre los masones hay obligatoriedad de ayudarse entre sí. Sigue siendo hoy así?
--Maurice Caillet: Los 'favores' son corrientes en Francia. Ciertas logias tratan de ser virtuosas, pero el secreto que reina en estos círculos favorece la corrupción. En la Fraternal de los Altos Funcionarios, por ejemplo, se negocian ciertas promociones, y en la Fraternal de Construcciones y Obras Publicas se reparten los contratos, con consecuencias financieras considerables.
--Usted se beneficio de esos favores?
--Maurice Caillet: Sí. El Tribunal de Apelación presidido por un "hermano" se pronunció sobre mi divorcio ordenando costas compartidas, en lugar de ponerlas todas a mi cargo, y redujo la pensión alimenticia a la ayuda que debía prestar a mis hijos. Tiempo despues, tras tener un conflicto con mis tres socios de la clínica, otro "hermano mason", Jean, director de la Caja de la Seguridad Social, al enterarse de este conflicto, me propuso asumir la dirección del Centro de Exámenes de Salud de Rennes.
--Afectó a su carrera profesional el abandono de la masonería? En algún momento tuvo amenazas de muerte?
--Maurice Caillet: Tras ser despedido de mi puesto de trabajo de la administración y comenzar a pleitear contra dicha decisión arbitraria, recibí la visita de un "hermano" de la Gran Logia de Francia, catedrático y secretario regional de Fuerza Obrera, quien me dijo con la mayor frialdad que si pleiteaba ante la magistratura laboral ‘ponía en peligro mi vida' y él no podría hacer nada para protegerme. Nunca imaginé que podría estar amenazado de muerte por conocidos y honorables masones de nuestra ciudad.
--Usted era miembro del Partido Socialista y conocía a muchos de sus "hermanos" que se dedicaban a la política. Podría decirme cuántos masones hubo en el Gobierno de Mitterrand?
--Maurice Caillet: Doce.
--Y, en el actual de Sarkozy?
--Maurice Caillet: Dos.
--Para un ignorante como yo, podría decirme cuáles son los principios de la masonería?
--Maurice Caillet: La masonería, en todas sus obediencias, propone una filosofía humanista, preocupada ante todo por el hombre y consagrada a la búsqueda de la verdad, aun afirmando que esta es inaccesible. Rechaza todo dogma y sostiene el relativismo, que coloca a todas las religiones en un mismo plano, mientras que desde 1723, en las Constituciones de Anderson, ella se erige a sí misma en un plano superior, como "centro de unión". De ahí se deduce un relativismo moral: ninguna norma moral tiene en sí misma un origen divino y, en consecuencia, definitivo, intangible. Su moral evoluciona en función del consenso de las sociedades.
--Y, cómo encaja Dios en la masonería?
--Maurice Caillet: Para un masón, el concepto mismo de Dios es especial, y eso si es que se le menciona, como en las obediencias llamadas espiritualistas. En el mejor de los casos es el Gran Arquitecto del Universo, un Dios abstracto, pero solamente una especie de "Creador-maestro relojero", como le designa el pastor Desaguliers, uno de los fundadores de la masonería especulativa. A este Gran Arquitecto se le reza, si se me permite la expresión, para que no intervenga en los asuntos de los hombres, y ni siquiera se le cita en las Constituciones de Anderson.
--Y el concepto de la salvación?
--Maurice Caillet: Como tal no existe en la masonería salvo en el plano terrenal: es el elitismo de las sucesivas iniciaciones, aunque estas puedan considerarse pertenecientes al ámbito del animismo, segun Rene Guènon, gran iniciado, y Mircea Eliade, gran especialista en religiones. Es, también, la búsqueda de un bien que no se especifica en ninguna parte... puesto que la moral evoluciona en la sinceridad, la cual, como todos sabemos, no es sinónimo de verdad.
--Cuál es la relación de la masonería con las religiones?
--Maurice Caillet: Es muy ambigua. En principio, los masones proclaman con firmeza una tolerancia especial hacia todas las creencias e ideologías, con un gusto muy marcado por el sincretismo, es decir, una coordinación poco coherente de las diferentes doctrinas espirituales: es la eterna gnosis, subversión de la Fe verdadera. Por otra parte, la vida de las logias, que ha sido mía durante 15 años, revela una animosidad particular contra la autoridad papal y contra los dogmas de la Iglesia Católica.
--Como comenzó su descubrimiento de Cristo?
--Maurice Caillet: Yo era racionalista, masón y ateo. Tampoco estaba bautizado, pero mi mujer Claude estaba enferma y decidimos ir a Lourdes. Mientras ella estaba en las piscinas, el frío me obligaba a refugiarme en la Cripta, donde asistí, con interés, a la primera Misa de mi vida. Cuando el cura, al leer el Evangelio, dijo: ‘Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá', se produjo un choque tremendo en mí porque esta frase la oí el día de mi iniciación en el grado de Aprendiz y la solía repetir cuando, ya Venerable, iniciaba a los profanos. En el silencio posterior -pues no habia homilía- oí claramente una voz que me decía: ‘Bien. Pides la curación de Claude. Pero que ofreces?'. Instantáneamente, y seguro de haber sido interpelado por Dios mismo, solo me tenía a mí mismo para ofrecer. Al final de la Misa, acudí a la sacristía y pedí inmediatamente el Bautismo al cura. Este, estupefacto cuando le confesé mi pertenencia masónica y mis prácticas ocultistas, me dijo que fuera a ver al arzobispo de Rennes. Ese fue el inicio de mi itinerario espiritual.
Mas informacion sobre "Yo fui mason" en www.libroslibres.com
Masones asesores de la Iglesia
El acto inaugural de una galería de masones ilustres en Veracruz se convirtió en una inesperada ocasión para que numerosos líderes masones mexicanos pasaran de su tradicional postura anticatólica a la de “asesores de imagen” de la Iglesia Católica
Los integrantes de diversas logias entrevistados durante el evento señalaron la existencia de “muchas cosas obsoletas en el catolicismo” como la prohibición del uso del condón, el celibato o el sacerdocio femenino; cosas que, según los masones, la ha llevado “a perder adeptos”.
Las autoridades de la Iglesia no han comentado el repentino cambio de los masones veracruzanos, que han pasado de ser los históricos perseguidores de los sacerdotes católicos durante la “guerra cristera” a nuevos asesores de imagen
La infiltración.
La Masoneria tiene un gran cuidado de infiltrarse en toda suerte de asociaciones extrañas y de adueñarse de ellas colocando sus afiliados, hasta que, estando en mayoría o en los puestos claves, puedan cerrar completamente la entrada, a los que no están dispuestos a transigir con los masones.
Hay, por ejemplo, una sociedad de instrucción, fundada quizás por sacerdotes, o al menos, por católicos. Se deslizará en ella un caballero rico, cuyo caracter masón se ignora. Este más tarde, propone a otro hermano inofensivo como él, y nadie le pondrá reparos, porque nadie sospecha de la acción que se está ejerciendo en el seno de la sociedad. Y en pocos años la sociedad, de católica que era, quedará convertida en sociedad masónica, gracias al secreto de la Masoneráa y a la confianza y bonachona sencillez de los primeros socios.
Para implantar en el mundo el Naturalismo impío, la Francmasonería se esfuerza por colocar a todas las religiones en el mismo pie de igualdad, para finalmente eliminar a la verdadera. Se propone sustituir a la Iglesia Católica por la Anti-Iglesia masónica. Al reemplazar al Espíritu Santo por el espíritu de Satanas.
La ideologia diabolica del no-ser.
Asi como Satanas se oculta como Cabeza de la Masonería a muchos de sus afiliados, también oculta la existencia del Infierno, al que llama: " invencion de los oscurantistas", difunde la ideología de una falsa misericordia que no castiga ningun delito, solo condena lo que es bueno y legítimo. De esta manera, promueve el caos en la sociedad.
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