En la foto: El Matrimonio es un Sacramento donde Dios se hace presente ofreciendo Gracias Sobrenaturales a los cónyuges, que son un varón y una mujer desde Adán y Eva; a su vez, el matrimonio civil, debe respetar el Orden Natural. Pero para Radio María de Argentina esto no es así, y se nutre de fuentes protestantes para atacar el Magisterio de la Iglesia.
Por Emilio Nazar Kasbo
Efectivamente, y para asombro de muchos desprevenidos y para engaño de incautos, Radio María está militando en favor del homomonio. Diario Pregón de La Plata recibió numerosas quejas, incluso con pedidos de que se quite la emisión de la ciudad sustituyéndola por la de EWTN.
GRAVE ESCÁNDALO
Durante el programa de la mañana en la jornada del 11 de mayo de 2010, la conductora Gabriela Lasanta hizo una absoluta apología al “derecho” de que los homosexuales sean tales, incluyendo el homomonio. Y no solamente eso, sino que en los 15 minutos finales de la audición llamó a un sacerdote herético que toma su información de fuentes homosexuales protestantes, quien reinterpretó en la Biblia los pasajes de la exterminación de Sodoma y Gomorra, afirmando que en ninguna parte de la Biblia especifica que el pecado de Sodoma era la homosexualidad, afirma que toda la población de la ciudad que incluía hombres y mujeres (concluyendo que las mujeres querían tener relaciones con los visitantes, que no serían en ese caso homosexuales), los cuales querían mantener relaciones con los visitantes que eran ángeles enviados por Dios, y que por tanto lo que querían era una relación no humana sino con seres superiores al hombre, y como cereza del postre dijo que el pecado de Sodoma y Gomorra por el cual fueron exterminadas fue “la falta de hospitalidad”, lo cual constituía algo gravísimo para la mentalidad del Cercano Oriente.
Efectivamente, los argumentos expresados por el sacerdote que hizo uso de la palabra, pertenecen a una traducción adaptada del ingés de "A Study of Issues concerning Homosexuality" Report of the Advisory Committee of Issues Relating to Homosexuality. Lutheran Church in America” del año l986, cuyo autor es el Dr. Forster S. McCurley, PH.D. Es decir, se trata de un reporte de un comité asesor de cuestiones relacionadas con la homosexualidad de la iglesia luterana de Estados Unidos ¿Será por eso que no tiene nada que ver con la voz del Papa?
El soberbio sacerdote, quien se presenta como exégeta de la Biblia, pretende con ello un argumento de autoridad, y que se confíe en la veracidad de sus falsas palabras. La ignorancia, intencional o perversa, desbordó en sus palabras. Seguramente, el conocimiento del que se habla en el Antiguo Testamento cuando se refiere a un varón respecto de una mujer, este exégeta interpreta que se trata de un acto intelectual contemplativo… Es más, según el sacerdote entrevistado, nadie sabe cuál es el pecado de Sodoma. ¿Será así? ¿No es claro cuál es el pecado?
¿LA SANTA ES SODOMITA?
El sacerdote no terminó completa la versión, porque se limitó a decir que los sodomitas que querían violar a los visitantes que eran huéspedes de Abraham eran “hombres y mujeres”. La fuente referida, además, les atribuye a tales hombres y mujeres el carácter de “santos”. Efectivamente, para el Dr. Forster S. McCurley, sodomita es sinónimo de “hombres y mujeres santos”, y por tanto la homosexualidad es una comunicación con la santidad.
Transcribimos a continuación las expresiones heréticas y falsa interpretación bíblica: “La palabra hebrea qadesh y su femenino qadeshah significa simplemente hombre santo y mujer santa respectivamente. Es claro, a partir de la terminología, que el tema no es la prostitución ni la homosexualidad en general, sino un determinado uso específico del sexo con fines cúlticos… Por lo tanto, la prohibición de Deuteronomio 23:17 y el juicio contra los "hombres santos" y las "mujeres santas" no tiene nada que ver con la prostitución o con la sodomía…”
¿Se comprende la gravedad de lo que está difundiendo Radio María, y las fuentes que utilizó el sacerdote que nada tiene que ver con el Magisterio de la Iglesia Católica? Muchos católicos se comunicaron con Diario Pregón de La Plata expresando sus quejas por semejante contenido de Radio María, y solicitando que se cambie la estación por la de EWTN.
GRAVES PECADOS
Gn 18, 20: Dijo, pues, Yahvé: “El clamor de Sodoma y Gomorra es grande, y sus pecados son extraordinariamente graves”.
19, 4-11: “Mas antes que fueran a acostarse, los hombres de la ciudad, los sodomitas, que habían cercado la casa, todo el pueblo junto, desde los jóvenes hasta los viejos, llamaron a Lot y le dijeron: “¿Dónde están los varones que han venido a ti esta noche? Sácanoslos para que los conozcamos”. Lot salió a la entrada donde ellos estaban, y cerrando tras sí la puerta, dijo: “Os ruego, hermanos míos, no hagáis esta maldad. Mirad, tengo aquí dos hijas que aun no han conocido varón. Os las sacaré fuera; haced con ellas como bien os parezca, pero no hagáis nada a estos varones; pues para eso se han acogido a la sombra de mi techo”. Mas ellos respondieron: “¡Quítate allá!” Y añadieron: “¡Este individuo que vino como extranjero, quiere hacerse juez”. Ahora te trataremos a ti peor que a ellos. Y arrojándose sobre el hombre, sobre Lot, con gran violencia se acercaron para forzar la puerta. Enconces los (dos) varones alargaron la mano y metieron a Lot dentro de la casa donde estaban, y cerraron la puerta. Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa los hirieron con ceguera, desde el menor hasta el mayor, de modo que se fatigaron (inútilmente) por hallar la puerta”
Mons. Juan Straubinger, un extraordinario conocedor de Griego, Hebreo, Latín y muchos idiomas de su tiempo, tradujo la Biblia con notas inspiradas en la Patrística. Por ello, en la nota del Génesis 18, 20, afirma: “el pecado de Sodoma consistió en la perversión del orden de la naturaleza, vicio que se llama sodomía (véase 19,4 ss). El diálogo entre Dios y Abrahán enseña cómo Dios detiene su ira por amor e intercesión de los santos; muestra, además, la asombrosa llaneza de Dios en su trato con los hombres, y la rectitud de corazón del patriarca”. Asimismo, en la nota al versículo 5 del Capítulo 19 del Génesis consigna: “la perversa multitud, que ni siquiera respetaba el derecho de hospitalidad, intenta cosas abominables contra los huéspedes. Así se deduce de la respuesta de Lot, quien, para salvarlos, promete entregar a los malvados sus propias hijas, con tal que dejen en paz a los extranjeros. Notemos que éstos eran ángeles y figura de la divina Trinidad (véase Gn 18, 2 y nota). Hasta eso llegó la bestialidad carnal de los hombres. Aquí se ve que las escenas crudas de la Sagrada biblia, que algunos miran farisaicamente como escandalosas, son de la más alta edificación, enseñándonos que somos capaces de todas las monstruosidades, y mostrándonos la necesidad de la Redención”.
LA BIBLIA LATINOAMERICANA
Por otra parte, para no ser señalados como “más papistas que el Papa” ni de muy “ortodoxos”, vamos a citar la nota de la Biblia Latinoamericana: “El salar del Mar Muerto y las ruinas de dos ciudades destruidas por terremotos, Sodoma y Gomorra, proporcionaron tal vez una ocasión para reflexionar. No olvidemos que en ese tiempo los hombres veían castigos de Dios en las catástrofes, y su bendición en la prosperidad. De ahí nació el presente relato, como una manera de enseñar algunas verdades:el respeto a los huéspedes, que hay que acoger siempre como ángeles de Dios;el horror a la homosexualidad.Sodoma y Gomorra quedarán en la historia sagrada como nombres trágicos, pruebas de que uno no debe burlarse de los juicios de Dios o tomarlos a la ligera. Los profetas recordarán esta catástrofe al amenazar a los que se niegan a convertirse (ver Isaías 1,9; Ez 16,49), y también Jesús en el Evangelio (Mt 10,15; Lc 17,29).El presente relato no olvida subrayar, en la persona de Lot, que Dios nunca olvida ni a uno siquiera de sus hijos, aunque se hallen aislados en medio de los malos.La respuesta de Lot (v. 8) nos parece increíble. Corresponde, sin embargo, a las ideas de aquel tiempo. La hospitalidad era un deber sagrado; en cambio a las mujeres se las consideraba como personas de segunda clase. Ver algo muy parecido en Jueces 19”.
Como vemos, existe una coincidencia en el grado de degradación había sido tal en Sodoma y Gomorra, que no caben dudas: si tales personas vivían en lo antinatural como algo común, frecuente y asumido, para nada iban a respetar principios naturales o lo Sobrenatural aunque se manifestase entre ellos.
En Deuteronomio 23, 17 Dios dice: “No haya prostituta entre las hijas de Israel; tampoco haya prostituto entre los hijos de Israel”. ¿Qué significa esto? Mons Straubinger lo esclarece en su nota. Los pueblos circunvecinos a Israel “admitían la prostitución cultural. En sus santuarios podían instalarse rameras (hierodulas), que fornicaban con los peregrinos y les cobraban por ello dinero. Había también hierodulos, que aquí se llaman “perros”, como en el Apocalipsis (Ap. 22, 15) y tal vez en Ecli 13, 22. En otros lugares se les da el nombre de afeminados (I Cor 6, 9). Cf. III Rey. 15, 12; 22, 47. Este rechazo que Dios hace del dinero obtenido a costa del pecado, muestra cuán abominables son para Él muchas de las llamadas fiestas de caridad, donde se baila y se estimula el vicio del juego y de la bebida so capa de amor a los pobres.”
LO HORRIPILANTE
Acerca del pasaje del libro de los Jueces XIX, 22-25, Mons Straubinger comentaba: “Hijos de Belial: hijos del diablo, hombres malvados. La Vulgata vierte: hombres sin yugo. Se deduce de la conducta de estos malvados que consideraban a los huéspedes como pasta de sus pasiones perversas. Véase un caso semejante en Gén 19,5”. Y al versículo comenta: “El levita pecó gravísimamente, entregando él mismo a su pobre mujer en manos de los hombres de Gabaá para que la violasen. Para él la mujer era una esclava, si no ya una mercadería que el marido podía vender para salvarse a sí mismo. Si hubiese tenido más confianza en Dios, ¿quién sabe si no se hubiera repetido el milagro de Sodoma, donde Dios castigó con ceguera a los perversos (Gén. 19, 11)? Dios libró a la infeliz mujer de la obligación de seguir viviendo con su brutal marido, el cual, al día siguiente, la encontró muerta con las manos clavadas en el umbral de la casa, donde él mismo comía y bebía a costa de la vida de su mujer. La Sagrada Escritura narra estas cosas perversas para llenarnos de aborrecimiento, y para mostrarnos que el hombre sin moral se convierte en un bruto animal. Nos admiramos de estas cosas en semejante lugar, dice el P. Scio, pero no pensamos en las iguales y tal vez peores que suceden hoy en pleno Nuevo Testamento. Esta miseria humana, que demuestra la necesidad de la Redención, lejos de escandalizarnos produce una humillación saludable que es uno de los más grandes frutos de la lectura de la Sagrada Escritura. Las palabras de Dios son siempre castas como la plata examinada al fuego, probada y siete veces depurada (S. 11, 7).”
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