sábado, 23 de junio de 2012

LA AGRESIÓN AL CORONEL BOSSIE


Por Carlos Belgrano

Amigos:

No conozco al precitado Militar, pero me solidarizo con el incidente que lo tuvo como víctima de estos pedorros miembros del servicio de calle de la Side, que por órdenes directas superiores, se  ensañan con gente indefensa y seguramente de edad avanzada.

Pero sin perjuicio de ello, esta breve gresca, nos ilumina acerca del estado de postración que tienen nuestros hombres de armas, que como en este caso, deben apelar a los medios de transporte públicos, para sortear sus necesidades más extremas, como una consulta médica.

Víctimas de indigestos simulacros de juicios, sobre hechos confusos por el mero transcurso del tiempo, en la mayoría de los casos, encartados con pruebas insuficientes y circunstanciales, vemos como asumen mansamente estas parodias judiciales, para regodeo de esta chusma de jueces adictos a este régimen burlón.

Esta viñeta, fortalece mi idea acerca de la mórbida decadencia en la que todos hemos ingresado, ya que estamos a merced de este siniestro enemigo K, que no habrá de otorgarnos cuartel, ni a los milicos, ni a nosotros los civiles.

Cuando tomemos la debida nota, que estamos en las garras de un sistema de premios sin castigo, para los acólitos a esta tiranía K, advertiremos cuán peligroso y temerario, es sólo pensar en que esta resaca moral, siga manejando las riendas de nuestro destino.

Sibilinamente lo están haciendo frente a nuestras narices, con la inefable colaboración de la Afip, que tiene ubicado todo nuestro patrimonio, merced al cruce de información de todos los bienes registrables.

Estos malparidos, pretenden, del brazo de este canalla de Moreno, cerrar la economía, con la pérdida inexorable de todos nuestros compradores internacionales, que mucho escasean, en virtud al inminente derrumbe del dólar y el euro.

Estamos en la adyacencia de un cataclismo económico, por la deflación petrolera, que encierra un acertijo, como el pronunciado descenso del consumo en todas las latitudes del orbe.

En vez de ensayar una cobertura anticíclica, como oportunamente lo hicieron brasileños y chilenos, esta banda en despoblado, sin la mínima idea de una política de Estado, promueve el desconcierto, el fastidio y juega con los límites de la tolerancia social, que aún es bastante amplia y generosa.

Estas bravatas como la del epígrafe, nos demuestra que cuánto nos aguarda, no es más violencia gubernamental, sino algo mucho peor, como la anarquía sin límites ni fronteras.

Atentamente Carlos Belgrano.-
laautopsiadelbicentenario@yahoo.com 

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