Según los entendidos, John McCain es un entendido en la política de América Latina, en oposición a lo que muestra Barak Obama, que en la materia aparece más como un improvisado. El consejero designado por McCain para las cuestiones latinoamericanas es Adolfo Franco, un cubano residente en Estados Unidos, lo cual además señala una clara orientación general.
Argentina en el bloque latinoamericano
La visión de McCain es la de muchos estadounidenses: ven a América Latina como un bloque uniforme, casi sin distinciones, y así habla de esta región calificándo la relación como de un trato con un “verdadero vecino”, que implica crear mayores y mejores enlaces con la región, buscando reducir o eliminar las barreras que hoy existen, según la inspiración de su asesor. Esto no significa más que volver a impulsar la firma un Tratados de Libre Comercio (TLC) regional negociando con los países en forma particular, en lo cual Argentina también se vería involucrada.
Del mismo modo, Franco afirma parafraseando a McCAin que "Los problemas de la región son los problemas de Estados Unidos", y que desde Latinoamérica debemos ver al país del Norte como un socio que trabaja en conjunto con las democracias de la región para fortalecer y crear mejores y más fuertes alianzas. Tales alianzas en general implican una subordinación política ligada a la adhesión a principios impulsados desde las Naciones Unidas, que condicionan el desarrollo de los países y que a su vez en el caso latinoamericano comprometen nuestra cultura e identidad.
Resulta claro que en este sentido, no hay variación entre Obama y McCain, ya que esto es una política constante de Estados Unidos.
Latinoamérica es vista económicamente como proveedora de materias primas y de mano de obra barata, políticamente es identificada con una línea de tipo socialdemócrata que en algunos casos tienen graves lineamientos de autoritarismo, y con una identidad religiosa e idiomática común. Así, se perciben tres clases de bloques: los afines a Estados Unidos que tienen como paradigma a Álvaro Uribe; los hostiles, que tienen como líder a Hugo Chávez, y los eclécticos como Ignacio “Lula” da Silva.
Alineamiento argentino
En el marco trazado, la Argentina presidida por Cristina Fernández se considera continuadora de los lineamientos de su esposo y ex presidente Néstor Kirchner: un gobierno que en su discurso posee una gran carga hostil a Estados Unidos, pero que en la práctica es absolutamente sumiso y cumplidor mucho más allá de lo exigido por el país del Norte y los organismos internacionales y sus imposiciones.
Después de México y Brasil, es Argentina un objetivo prioritario de Estados Unidos, pretendiendo capitalizar mediante tratados las exportaciones argentinas que en la actualidad se producen hacia Brasil como mayor mercado regional. Y en esto puede consistir el pretendido “mayor acercamiento” planteado: en especular que el cambio de gobierno pueda ayudar a replantear la actual situación con Argentina.
Estados Unidos tiene una necesidad grave por las circunstancias que vive su moneda en la actual coyuntura, lo que impulsa a buscar acuerdos con otras naciones desde su situación de mayor debilidad por la cantidad de amenazas que posee su economía.
Un ejemplo, es que Barack Obama se opone al TLC con Colombia, que es una postura a la cual adhieren los gobiernos “nacionalistas” de Latinoamérica. Este es un discurso que atrae el voto latino, pero no pasa de ser un mero discurso retórico pues una vez en el poder su política será la constante y habitual estadounidense.
La visión de Franco sobre el actual alineamiento argentino con la política de Chávez, se resume del siguiente modo: "Los problemas y desafíos que presentan países que se han apartado de la trayectoria democrática como Bolivia, Ecuador, Venezuela, donde la democracia como la entendemos nosotros está bajo presión requieren que se formen alianzas". Franco califica a tales gobiernos como “antidemocráticos”, incluyendo a Nicaragua por ejemplo, países en que hubo procesos eleccionarios democráticos pero que no gobiernan democráticamente.
Tratamiento regional
La visión de McCain es la de tratar los asuntos no de manera bilateral, sino regionalmente, como bloque, ubicando a la Argentina según el correspondiente alineamiento, como socios en conjunto de Estados Unidos. El mismo candidato a presidente asumiría en forma directa las relaciones con Latinoamérica.
El consejero de John McCain asegura que la postura del candidato republicano hacia Cuba se mantiene invariable. "John McCain ha tenido una versión y una postura durante su carrera política, y es la de apoyar a las democracias o a los países que han mostrado un compromiso de encaminarse y de abrirse", dice Franco citando como ejemplo a Vietnam.
Por otra parte, un número importante de argentinos reside en Estados Unidos, y se encuentran incluídos en las preocupaciones de la reforma migratoria. El asesor afirma al respecto que busca “solucionar el problema, que el sector informal sea atendido”. Asimismo, expresa Franco que "la prioridad de McCain en la cuestión migratoria es llegar a un acuerdo con los demócratas, con los republicanos; él ha mostrado que está dispuesto a pagar el precio político que sea para hacerlo".
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