En la foto: Karl Ludwig Wilhelm Kirchner con su… ¿indumentaria típica de masón?. Su imagen e información puede buscarlas en Internet.
¿Wilhelm Kirchner en Alemania?
Karl Ludwig Wilhelm Kirchner (quien había llegado a Sydney, Australia el 20 de julio de 1839) regresó a Alemania en 1848 para trabajar allí durante unos años como agente de inmigración para el gobierno NSW.
Él puso su base en la casa de su madre en Frankfurt am Main, arregló la publicación y la distribución de su folleto promocional " Australien und seine Vortheile für Auswanderer", y presentó la publicidad y carteles en ciudades y pueblos por todas las regiones del río Rin.
Había una escasez grande de trabajo en NSW en aquellos tiempso; y el transporte de convictos había terminado en 1841. El gobierno NSW lo autorizó para ofrecer subvencionado a migrantes. Ellos serían contratados para trabajar unos cuantos años para los propietarios de tierra que habían formulado su encargo a Kirchner.
El trabajo de Kirchner como el agente de inmigración fue todo un suceso para NSW, y él volvió a Australia en 1851, designado Cónsul en Sydney por Hamburgo y Prusia, donde sus negocios prosperaron. Él financió la expedición de Leichhardt a Port Essington.
El gran escape
A poco de abandonar el gobierno y colocar a Cristina Fernández Wilhelm de Kirchner como su “Chirolita” en la Casa de Gobierno, Néstor Kirchner comenzó los trámites para obtener la ciudadanía alemana, un proceso ya concluido y que hace al primer candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires como un hombre con doble ciudadanía, su originaria argentina y su adoptiva alemana, según informó “Tribuna de Periodistas”, fuente de la noticia presentada a continuación.
Hijo de un descendiente de alemanes —Néstor Carlos, ex funcionario de Correos y conocido como el gran usurero de Santa Cruz—, la ascendencia paterna le confiere el derecho de adoptar la ciudadanía de sus ancestros y así poder ser miembro de la Comunidad Europea.
La ciudadanía alemana la usaría para refugiarse en ese país, al igual que hizo Fujimori en Japón cuando destituido del gobierno, fue acusado por múltiples casos de corrupción. Es lógico suponer que la ciudadanía alemana sólo le permitiría a Néstor Kirchner dilatar su extradición en el momento que un futuro gobierno lo lleve a la Justicia acusado de innumerables casos de corrupción y hasta narcotráfico, si avanza en el futuro la investigación de la causa de la aerolínea Southern Winds, transportadora oficial de cocaína del entonces Presidente y su séquito.
¿Preparando la huída?
Y si también se insiste en la Justicia en el homicidio del empresario pesquero de Santa Cruz Raúl “Cacho” Espinosa, muerto por un sicario presuntamente de la ETA protegido por Néstor K., la situación se tornaría mas grave aún y difícilmente el gobierno alemán se atreva a proteger a un ex Presidente que adoptó la ciudadanía germana no por amor a sus antepasados sino para defenderse del “Nunca mas” a que se deberá atener el kirchnerismo cuando abandone el gobierno.
La tramitación del Néstor K de la ciudadanía alemana se la comentó a su séquito de amigos y subordinados. Rudy Igor Ulloa hace un tiempo entró en cortocicuito con su viejo jefe y amigo, a raíz de un dinero que el ex Presidente no le autorizaba retirar de algunas de las muchas cajas negras que maneja el gobierno, y se alteró en demasía por compromisos asumidos con terceros, y en una rueda de amigos confió una discusión muy fuerte que habría mantenido con el ex Presidente, a quien le habría reprochado que mientras él pensaba refugiarse en Alemania cuando le llegase la hora final, el resto de su cofradía presentaba un destino incierto, aunque muchos terminaran de una u otra forma en la cárcel.
En ese entonces (mediados del año 2008), Rudy Ulloa produjo algunos movimientos sospechosos. Se mudó a un country de Pilar, vendió muchas de sus propiedades y envió pertenencias valiosas a Punta Arenas, Chile, su lugar de origen.
Ulloa argumentó entonces que se estaba divorciando, pero su movimiento sonaba más a una huída anticipada que a evitar un reparto de bienes en plena disolución conyugal.
Ya finalizada la primera gran crisis del campo con la derrota del kirchnerismo en el Congreso por la Ley de Retenciones, Ulloa avizoró que la caída del gobierno era inminente, y quienes estuviesen involucrado en causas que pudieran llevarse a la justicia tenían que preparar la retirada con el mejor orden posible.
Alguien le preguntó entonces si “Cristina también se refugiaría en Alemania”, y Ulloa respondió que no, pese a ser una incógnita el futuro de la actual Presidenta cuando abandone su mandato. Desde ya, se sabe que odiaría vivir en Cuba, y que tampoco la Venezuela de Hugo Chávez le viene bien. “Pero Alemania, nunca”, habrían sido entonces las palabras de Cristina frente a la posible radicación con su marido en el país germano.
En aquellos días —cuando el deterioro de los K aún no había avanzado a niveles tan pronunciados como ahora—, después de la derrota frente a “La 125”, se hablaba de un plan de fuga frente a la crisis institucional más o menos programado.
Mientras Néstor K preferiría sembrar un caos institucional y retirarse al estilo Fernando De la Rúa, pero victimizándose de la misma crisis que él pergeño, algunos a su alrededor prefirieron aconsejar una movida de piezas menos traumática.
Por caso, una renuncia conjunta de Cristina pero también de Julio Cobos, una asunción provisoria del gobierno de José Pampuro, un retiro de la Gobernación de la Provincia de Daniel Scioli para que tome su lugar Alberto Balestrini.
En el kircherismo suelen definir la confianza que le tienen al gobernador motonauta de la siguiente forma: “No hay que perder de vista que Daniel Scioli es tanto un genuflexo serial, como un traidor compulsivo... así que dejarlo con poder en la provincia no es para nada seguro para los K.”
Las próximas elecciones —si se llegan a realizar— definirán mucho el futuro de ese plan de fuga de los pingüinos para el tiempo que les llegue a ellos también el “Nunca Mas”.
Lo cierto e indubitable es que ya Néstor Kirchner pronostica un sombrío futuro, que hasta tanto le llegue la extradición, la pasará seguramente en las cervecerías alemanas haciendo uso de la ciudadanía que recientemente adquirió. Lo decía Jorge Porcel: ¿No es fino?
Y a propósito de todo este tema, no hay que perder de vista los sucesos de Honduras, ya que la deposición constitucional de un Presidente lo victimiza ante la opinión pública y regresa para cumplir con un régimen que multiplicará el tiempo de su mandato, impuesto por los Gobiernos.
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