Por Arnaldo Salvini
En varias oportunidades hemos difundido distintos documentos destinados a destacar la influencia del Banco Central en nuestra economía.
Hemos tratado de demostrar cómo las facultades que le otorga su carta orgánica, en especial la emisión de la moneda y el mantenimiento de reservas de dinero suficientes para asegurar su valor, condicionan nuestra vida diaria.
Hemos señalado que su funcionamiento está condicionado por poderosos organismos financieros internacionales, en especial el Banco de Basilea, que ahogan el crecimiento de nuestra vida económica, destruyendo nuestro bienestar social y nuestra soberanía política.
Este trabajo responde a la necesidad de hacer conocer nuestra opinión y echar un poco de luz sobre estos delicados temas que han “inundado” los medios de difusión masiva y los portales de Internet creando inquietud y confusión.
En definitiva, tal como lo son la Reserva Federal de los EE.UU., el Banco Central de Inglaterra y el Banco Central de Basilea, ( Banco central de los bancos centrales europeos), el Banco Central de la República Argentina es una institución privada, cuyos principales dirigentes provienen de organismos financieros internacionales, y responden a sus intereses. Depende absolutamenente del Banco de Basilea, cuyas instrucciones sigue y condicionan el desarrollo independiente y real de nuestra economía.
Nos parece que no representa ninguna solución limitarse a centrar la atención en la figura de su presidente, sin considerar la posibilidad de modificar la carta orgánica del BCRA, ajustando su estructura y su funcionamiento a nuestros reales intereses y eliminando su carácter autárquico e independiente de los poderes públicos nacionales que lo convierte en “un estado dentro de otro estado”.
La manera como está manejando nuestro gobierno esta situación es como "hacer un agujero en el agua". Para decirlo en criollo, “no sirve para nada”. Podrá lograr el cambio del presidente y otras autoridades de ese banco si lo considera necesario, pero, mientras no se hagan cambios más profundos, después de estas medidas coyunturales esta institución seguirá “vivita y coleando”, cumpliendo su papel de agente de los organismos financieros internacionales, con otro presidente. Sea Redrado, Pesce, Blejer o Prat Gay, la política monetaria de esta institución seguirá siendo la misma: seguirá dependiendo, como hasta ahora de los intereses extranjeros que en 1935 pensaron en su fundación.
Así lo entendió el General Juan Domingo Perón durante cuyo gobierno, mediante la Ley 12.962 de Marzo de 1947 se nacionalizó el Banco Central y todo el sistema bancario argentino transformando así profundamente su funcionamiento, su organización, la política bancaria y la vida económica de nuestro país.
Estamos seguros de que, más allá de la pirotecnia publicitaria y propagandística, no está en los planes de este gobierno, que utiliza símbolos peronistas, tomar una medida de ese tipo.
Pensamos también que mientras sigamos pagando la "inventada, ilegal y fraudulenta" deuda externa, nuestro país no tiene futuro. Esa deuda está planificada de manera tal que nunca podrá ser pagada, así seguiremos dependiendo absolutamente de los organismos financieros internacionales que están destruyendo nuestra vida económica, con todas las consecuencias que ello implica.
Seguramente, muchos de ustedes conocen el fallo sobre la deuda externa dictado por el Juez Ballesteros, en la "Causa Olmos". Les hemos enviado abundante documentación sobre estos temas.
Teniendo en cuenta la gravedad de la situación que estamos viviendo nos parece oportuno volver a difundirla con las actualizaciones pertinentes, para que quienes la han leído la recuerden, y quienes no lo han hecho tengan la posibilidad de evaluar la información que contienen.
Nos mueve la convicción de que hacerlo ayudará a poner un poco de claridad en tanta confusión.
Esperamos también que sirva para hacer notar la responsabilidad de quienes a través de distintos gobiernos, tuvieron la obligación cumplir el mandato judicial del juez Ballesteros. Lo han ignorado y no han hecho nada al respecto, a pesar de ser atribución del Congreso, de acuerdo con la Constitución vigente... “Arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación”...
Artículo 75 de la Constitución Nacional: “Corresponde al Congreso contraer empréstitos sobre el crédito de la Nación. Arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación”.
Si logramos que la información que le enviamos les resulte útil, el objetivo de esta iniciativa se habrá cumplido.
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