sábado, 4 de febrero de 2012

MONS. AGUER RECOMENDÓ LEER EL CATECISMO Y EL “YOUCAT”, EN EL AÑO DE LA FE



En su reflexión televisiva semanal, en el programa “Claves para un Mundo Mejor” (América TV) de hoy, Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, señaló que “hay una tendencia cultural que lo que importa en el caso de la fe es lo que sentimos”  pero “lo que sentimos es algo secundario que viene después” y “lo que importa es que adhiramos a Cristo, a la persona de Cristo, a la verdad de Cristo, a los contenidos que la Iglesia nos trasmite en su nombre y de allí, entonces, vayamos intentando reflejarlos en nuestra conducta”.

En el marco del Año Internacional de la Fe que celebra la Iglesia afirmó que “se trata de ir afianzando convicciones porque la fe es cosa de la inteligencia y de la voluntad. Juega mucho la razón de la fe. Como que es libre, no es un sentimiento irracional, tenemos que adherir a aquello que vemos que es bueno”.

Recordó que “el Cardenal Newman decía que creemos porque nos damos cuenta de que es bueno creer y para eso nos ayuda este estudio de los contenidos de nuestra fe.  Así que esta es una buena ocasión como para recomendarles, una vez más, volver al “Catecismo de la Iglesia Católica”-

Por eso, el prelado recordó “este año se cumplen dos décadas de la publicación del “Catecismo de la Iglesia Católica” y esta conmemoración es una oportunidad adecuada para que recordemos la utilidad que tiene este texto”  pues “el Catecismo contiene una síntesis, un resumen, de todas las verdades de la fe. Esto es muy importante porque la fe no es un mero sentimiento o una emoción religiosa, sino que es una adhesión personal y por tanto de la inteligencia y de la voluntad a Dios y a lo que Dios nos ha revelado en Cristo, aquello mismo que la Iglesia nos trasmite para que nosotros creamos”.

Tras explicar que el texto contiene cuatro partes propuso también el “Compendio del Catecismo” que publicó Benedicto XVI, en el 2005, que “nos ofrece definiciones bien concisas de las verdades de la fe, de los sacramentos, de los preceptos de la Iglesia, del camino de la vida cristiana, de la oración, con citas de los Santos Padres, de los teólogos y los doctores de la Iglesia, de los santos aún de los más actuales y de otros autores”.

Mons. Héctor Aguer también destacó que, el año pasado, se presentó además el “Youcat” o Catecismo Joven de la Iglesia Católica pensado para los jóvenes cuya idea surgió de las Jornadas Mundiales de la Juventud con la intención de “chicos y chicas que son la esperanza de la Iglesia del mañana y de la humanidad, en buena medida, tengan también una síntesis de las verdades de la fe”.

“El Papa en el prólogo de este “Youcat” o Catecismo Joven explica que el joven cristiano tiene que conocer con precisión los contenidos de su fe así como el especialista en computación conoce perfectamente el sistema que está empleando o los sistemas que maneja. Así también como un músico tiene que conocer a la perfección la partitura que ejecuta. Los ejemplos son notables porque muestran muy bien la necesidad de que nuestra fe tenga contenido”, indicó

Adjuntamos el texto completo de la alocución televisiva de Mons. Héctor Aguer:
“Este año se cumplen dos décadas de la publicación del “Catecismo de la Iglesia Católica” y esta conmemoración es una oportunidad adecuada para que recordemos la utilidad que tiene este texto que, por iniciativa de Juan Pablo II, ha sido brindado a todos los fieles católicos y aún a los que no lo son pero quieren conocer las enseñanzas de la Iglesia”.

“El Catecismo contiene una síntesis, un resumen, de todas las verdades de la fe. Esto es muy importante porque la fe no es un mero sentimiento o una emoción religiosa, sino que es una adhesión personal y por tanto de la inteligencia y de la voluntad a Dios y a lo que Dios nos ha revelado en Cristo, aquello mismo que la Iglesia nos trasmite para que nosotros creamos. Entonces, la fe comporta un conocimiento, un pensamiento. Y es muy importante el conocimiento de esos contenidos de la fe para que esa adhesión a la verdad de la fe que es una persona, Jesucristo, sea firme, coherente y libre. Eso es lo que está sistematizado orgánicamente en el Catecismo que tiene, como ya hemos comentado en otras oportunidades, cuatro partes”.

“La primera parte es la más extensa y es la profesión de la fe. Es decir, un comentario al Credo podríamos decir porque es una síntesis total de todas las verdades dogmáticas. Y es la porción más extensa de esta obra. Aquí la Iglesia ha querido salir al encuentro de una necesidad en la problemática de la cultura moderna que es la cuestión acerca de la Verdad y aquí se nos ofrece el fundamento de la Verdad revelada por Dios que tiene que iluminar el sentido de la vida de los hombres”.

“Luego sigue la celebración del misterio cristiano en la segunda parte. Es decir la liturgia, los sacramentos de la Iglesia y luego el programa de vida según el Evangelio, la vida en Cristo”.

“Notemos que este orden está indicando la intención de la ubicación que se ha hecho de estas partes porque primero se pone el misterio de la Gracia, las fuentes de la Gracia, que vienen del Misterio Pascual de Cristo, de la liturgia, de los sacramentos. Porque el Señor nos da su Gracia entonces sí podemos adoptar el programa de vida, el camino que Él nos señala y el cumplimiento de los Mandamientos. La tercera parte, la vida en Cristo, es un comentario a los Diez Mandamientos que se pueden resumir en el doble precepto de la Caridad a Dios y al prójimo”.

“Y finalmente la cuarta parte es la oración cristiana. Es decir la escuela de oración, de relación íntima con Dios según el modelo de La Biblia, de los orantes de La Biblia y sobre todo de Cristo, el modelo de la relación de Jesús con el Padre”.

“El “Catecismo de la Iglesia Católica” fue publicado en el año 1992 y luego en el 2005, Benedicto XVI, a poco de ascender al trono de San Pedro, nos ha presentado el “Compendio del Catecismo” que es un resumen o una síntesis que adopta una metodología muy antigua en la catequesis de la Iglesia: preguntas y respuestas, una especie de diálogo. Así nos ofrece definiciones bien concisas de las verdades de la fe, de los sacramentos, de los preceptos de la Iglesia, del camino de la vida cristiana, de la oración, con citas de los Santos Padres, de los teólogos y los doctores de la Iglesia, de los santos aún de los más actuales y de otros autores”.

“El “Compendio del Catecismo” es para facilitar el conocimiento de la fe, la comprensión de los contenidos. El libro grande del Catecismo sirve como un texto de formación religiosa personal y el Compendio sirve mucho para difundir, porque es una especie de manual para salir de apuro si uno quiere la noción expresa de una verdad de la fe”.

“Pero ahora, recientemente, en el año 2011, Benedicto XVI ha presentado con su prólogo una nueva versión del Catecismo. El Papa decía que el “Catecismo de la Iglesia Católica” presenta en un lenguaje universal, más allá de las diferencias de culturas, de pensamientos y de posiciones, las verdades de la fe pero que luego tendría que ser adaptado a las distintas categorías de fieles o de personas”.

“Por eso presentó el “Youcat” o Catecismo Joven de la Iglesia Católica pensado para los jóvenes. ¿De dónde sale la idea? La idea sale de las Jornadas Mundiales de la Juventud. Ustedes saben que el año pasado, en Madrid, la Jornada ha sido un éxito extraordinario con la participación de millones de jóvenes que se han reunido allí. Y lo mismo ha pasado en las sedes anteriores”.

“Ha surgido, entonces, la idea de que esos chicos y chicas que son la esperanza de la Iglesia del mañana y de la humanidad, en buena medida, tengan también una síntesis de las verdades de la fe”.

“El Papa en el prólogo de este “Youcat” o Catecismo Joven explica que el joven cristiano tiene que conocer con precisión los contenidos de su fe así como el especialista en computación conoce perfectamente el sistema que está empleando o los sistemas que maneja. Así también como un músico tiene que conocer a la perfección la partitura que ejecuta. Los ejemplos son notables porque muestran muy bien la necesidad de que nuestra fe tenga contenido”.

“Hay una tendencia cultural, si se quiere, que lo que importa en el caso de la fe es lo que sentimos pero lo que sentimos es algo secundario que viene después y, a veces, no sentimos mucho o no sentimos nada. Lo que importa es que adhiramos a Cristo, a la persona de Cristo, a la verdad de Cristo, a los contenidos que la Iglesia nos trasmite en su nombre y de allí, entonces, vayamos intentando reflejarlos en nuestra conducta”.

“El Señor nos dará en el momento oportuno la capacidad de sentir más profundamente esto. Acá se trata de ir afianzando convicciones porque la fe es cosa de la inteligencia y de la voluntad. Juega mucho la razón de la fe. Como que es libre, no es un sentimiento irracional, tenemos que adherir a aquello que vemos que es bueno”.

“El Cardenal Newman decía que creemos porque nos damos cuenta de que es bueno creer y para eso nos ayuda este estudio de los contenidos de nuestra fe.  Así que esta es una buena ocasión como para recomendarles, una vez más, volver al “Catecismo de la Iglesia Católica”.

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