jueves, 21 de enero de 2010

MARIO BLEJER O EL ZORRO EN EL GALLINERO

En la foto: Mario Blejer

Por Alberto Buela (*)

Es muy jorobado para un no judío escribir críticamente sobre un judío en estos tiempo de reinado de lo políticamente correcto y del pensamiento único, pues lo primero que propalan, dicen, gritan y proclaman a los cuatro vientos es que el que así lo hace es antijudío, racista y antisemita. Y por las dudas le agregan lo de nazi, fascista y de extrema derecha. Y por si fuera poco el mote de reaccionario, troglodita y ultramontano. Con lo cual el no judío que escribe críticamente sobre un judío es transformado en la encarnación del mal, un diablo que anda suelto y que hay que encerrar o silenciar.
Este primer párrafo es para cumplir con el mecanismo de lo que llama el filósofo danés Sören Kierkeggard “el colmo de la ortodoxia”: abrir el paraguas antes que llueva. Es que ya me pasó una vez. Pues ya lo dijo a los cuatro vientos un periodista porteño de la colectividad Chiche Gelblung: sólo los judíos podemos criticar a los judíos, el resto es antisemitismo.
Este mecanismo perverso funciona a pleno en todas las sociedades occidentales, tanto en las desarrolladas como en las subdesarrolladas o en las infra desarrolladas. De Obama a Lula y de Lula a Préval (el presidente de Haití). Ciertamente que en sociedades donde el lobby hebreo es más fuerte (ej. USA o Argentina) la mordaza es mucho mayor que en otras como Venezuela o Brasil.

El gobierno argentino de los KK viene de enfrentarse con el presidente del Banco Central, el que creó Otto Niemeyer desde Inglaterra para dominar las finanzas argentinas en 1935 según lo denunciara nuestro maestro José Luís Torres en Algunas maneras de vender la patria allá por el año 1941, y propone reemplazarlo por Mario Blejer.

El gobierno argentino de los KK se caracteriza como todo gobierno de corte progresista (ej. el de Zapatero en España, y de Merkel en Alemania, el de Correa en Ecuador, etc.) por tomar a la vanguardia como método. Esto es, en todo reclamo adelantarse al de la sociedad, así el gobierno de los KK para no quedarse atrás lanza el matrimonio gay, pero en el mientras tanto, permite la minería a cielo abierto de la Barrick Gold Corporation que está matando de cáncer al pueblo de Jachal en San Juan o renueva diez años antes de su vencimiento y por treinta más los contratos con las grandes petroleras internacionales.

Pero quién es Blejer?. Es un judío argentino, y no un argentino de origen judío como debería ser, que nació en la provincia de Córdoba hace 61 años y cuyo primer título universitario es “Licenciado en historia judía por la universidad de hebrea de Jerusalén”. Es decir, que Blejer, antes que nada, es un ideólogo del sionismo internacional y después es consultor económico. El gobierno de los KK quiere como presidente del Banco Central, como lo quiso Duhalde cuando fue presidente, a un ideólogo del sionismo internacional, brazo derecho del imperialismo internacional del dinero.
En una palabra el gobierno de los KK proclama combatir a los grupos concentrados de la economía y de las finanzas y quiere colocar a un gerente de estos grupos para proteger los ahorros y el crédito del pueblo argentino. Cuando en realidad lo que viene a proteger son los intereses concretos de los “grupos concentrados”. Una verdadera contradicción. Un hierro de madera. Mete el zorro en el gallinero.
Según Fabián Spollansky, un valiente argentino de origen judío, autor del secuestrado libro La mafia judía en argentina (2008), Mario Blejer cuando fue presidente del Bando Central en la época del mencionado Duhalde “desvió 300 millones de dólares de Banco Central para sumarlo al gran botín de la mafia Elsztain. Asunto gravísimo, todavía impune”. Además “Blejer permitió la fuga de 20 mil millones de dólares en redescuentos regalados a los bancos, todos de la colectividad”. Es por ello que, en los mentideros financieros, se maneja la cifra de 22 mil millones de dólares fugados de Argentina a Israel durante la vice y la presidencia de Blejer en el Central.
Durante su presidencia el Banco Central de la república argentina “le prestó al Banco Hipotecario, de su paisano Werthein, en una línea de redescuento, la friolera de 3000 millones de dólares que hasta el día de la fecha el BHSA no devuelve y no tiene ninguna intención de hacerlo, cuando estaba comprobado que BHSA en esa época estaba técnicamente fundido como lo está ahora."

Blejer es un hombre de triple ciudadanía ya que posee la Argentina por nacimiento, la de Israel por elección y la inglesa por interés. Tan así es que llegó a ser uno de los directores del Banco de Inglaterra luego que dejó de ser presidente del Banco Central de la república Argentina. Un verdadero disparate jurídico, político y moral. ¿Puede acaso un hombre ser realmente leal a tres banderas, a tres naciones, a tres pueblos?.

Actualmente es director de YPF petrolera de su paisano Enrique Eskenazi, a cuyo padre Gregorio, la DAIA honró en estos días con un salón con su nombre. Es director de IRSA, la empresa dueña de la tierra en la Argentina perteneciente a su amigo y correligionario Eduardo Elsztain, tesorero del Consejo Judío Mundial (2005). Es director del banco Hipotecario, banco que era del Estado y que fue privatizado a favor del grupo israelí Werthein. El mismo que es apoyado hoy por el gobierno para quedarse con Telecom-italia. Es miembro del comité del Banco de Mauritius (República de Mauricio) uno de los paraísos fiscales del mundo.
Anteriormente fue asesor 20 años del Fondo Monetario Internacional cuyos consejos y aplicaciones llevaron a la quiebra del la economía argentina en el 2001. Dirigió la Cátedra de Walther Rathenau de la Facultad de Economía de la Universidad Hebrea de Jerusalén.

Y después de todo este breve informe, extractado de los diarios en circulación que cualquiera puede consultar, preguntamos: puede ser Blejer una solución o más bien actuará como el zorro en el gallinero. Todo indica que actuará en esta última línea de acción para ser coherente con lo actuado hasta el momento a favor del imperialismo internacional del dinero.

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